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McLaren y el fin de una época: cuando la vieja dama no pudo mirarse ya en el espejo
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primer gran premio con nuevos líderes

McLaren y el fin de una época: cuando la vieja dama no pudo mirarse ya en el espejo

Alonso mantuvo en la pista de Silverstone su rutina habitual para McLaren, la primera carrera con los nuevos líderes del equipo de una estructura que inicia los cambios del futuro

Foto: El McLaren de Fernando Alonso, durante el Gran Premio de Gran Bretaña en el circuito de Silverstone. (EFE)
El McLaren de Fernando Alonso, durante el Gran Premio de Gran Bretaña en el circuito de Silverstone. (EFE)

Decimotercero el sábado, octavo el domingo. Otra vez. El mensajero repitió la entrega de mercancía con su habitual solvencia. Tras la carrera, Fernando Alonso se movía con una ancha sonrisa en la cara a pesar del ya rutinario aunque modesto botín, pero con la satisfacción del deber cumplido. Porque, tras los piques del viernes, también le había metido el rejón en el último minuto del partido a esa mosca cojonera de tantas salsas como es Kevin Magnussen. En definitiva, el consuelo de los pequeños desafíos. Pero el Gran Premio de Gran Bretaña no fue una carrera más para McLaren.

Porque este fin de semana ejerció como una suerte de meridiano de Greenwich que finiquitaba un ciclo histórico para el equipo británico. Días antes, Zak Brown había redactado el acta de defunción de la larga era nacida en 1981 bajo la rotunda personalidad de Ron Dennis. Tras casi cuatro décadas, en el Gran Premio británico se cerró una época para abrir otra totalmente diferente. Hasta dónde se integre Alonso en estos nuevos tiempos es una incógnita. Pero los primeros movimientos apuntan a que Zak Brown apuesta fuerte por su piloto y principal activo.

Foto: Zak Brown confiesa que todos estos temas los consulta con el asturiano. (Imago)

El veterano se zampó al pandillero

“Fernando vale cada penique que cobra”, volvía a repetir el americano al anunciar la radical reestructuración de McLaren. El americano certificaba así la aportación esencial del piloto español, que en Silverstone se visualizaba una vez más. Dada la situación actual de McLaren tras el divorcio de Honda, cada punto es oro. Y con un monoplaza que no pasa de una terca decimotercera posición los sábados, Alonso solo ha fallado, y por avería mecánica, en tres carreras. En dos de ellas, también rodaba dentro de los puntos.

“Conseguimos seguir el ritmo de Haas y Force India, fuimos incluso más rápidos que ellos en algunas zonas. El sábado están en otra liga, pero los domingos hacemos la carrera que debemos hacer”, recordaba Alonso al final, para resumir no solo la pasada carrera sino la tónica de la actual temporada. "Los sábados nos faltan prestaciones, el domingo nos podemos batir con ellos, estamos en la batalla. Son puntos para el equipo...". La plantilla de cada gran premio. Lo sorprendente es la motivación de quien sigue buscando pequeñas victorias con filosofía 'kaizen'.

Y como aditivo a la rutina, el duelo con Magnussen durante este fin de semana. El broncas danés (su historial es amplio esta temporada) gusta de jugar a tipo duro marcando el territorio en la pista con su monoplaza como navaja. Recordemos el pasado viernes en los libres (o a Gasly en Bakú). Pero conviene ser consciente de a quién te enfrentas. Ahí están las imágenes de las maniobras con Alonso al final de carrera. Sin embargo, el veterano se comió al adolescente pandillero como un jilgero en la última vuelta. El mensaje del danés a su equipo en la vuelta de deceleración confirmaba el dolor de esa inesperada estocada con la meta ya a la vista.

placeholder Fernando Alonso, en el circuito de Silverstone. (EFE)
Fernando Alonso, en el circuito de Silverstone. (EFE)

Adiós a un sistema y a una época

Pero otra rutinaria jornada en la oficina para Alonso y McLaren no debería obviar el mojón que suponía el primer gran premio bajo su nuevo modelo, cuyos efectos se comprobarán en los próximos años. “A veces, ves coches que no parecen fluir como un solo diseño, como un todo. Te da la sensación de que gente diferente ha estado trabajando en el coche pero no han hablado mucho entre ellos”, diagnosticaba en su día el mismísimo Adrian Newey para constatar el nivel de un monoplaza. Pues bien, el MCL33 se antoja un buen ejemplo de ello y síntoma final de la profunda decadencia de McLaren.

Precisamente también está Newey como síntoma, quien también salió pitando de McLaren por sus incompatibilidades con Ron Dennis, ese ingeniero que luego haría pluricampeón a Red Bull. Como otros muchos brillantes técnicos que fueron abandonando el equipo estos últimos años. Mientras tanto, la anciana aristócrata seguía mirándose en el espejo creyendo ver en su reflejo la bella joven que fue un día. Hasta que la obstinada realidad acabó por imponerse implacablemente. Le ha tocado a Brown romper ese espejo.

Foto: Hamilton no tenía motivos para celebrar su segundo puesto (REUTERS)

“Según ascendías en la cadena hacía falta una mayor responsabilidad en el proceso de decisiones. Hace falta crear un sistema en el que el debate tiene que tener a alguien que diga: 'Os he escuchado, pero esto es lo que vamos a hacer”, explicaba hace meses el propio Brown tras su personal auditoría interna. Tim Goss, Matt Morris y Peter Prodromou se habían convertido en los reyezuelos de taifas de sus respectivas áreas ante los cambios de liderazgo que afectaron a McLaren estos años, como también resaltaba Brown. Es decir, falta de liderazgo y compartimentos estancos. Y aquí la respuesta del jefe: Gil de Ferran, Andrea Stella y Paul James coronan ahora sus respectivas áreas de responsabilidad en una estructura que se pretende más ágil, simple y definida, barriendo ese esquema que ha propiciado la decadencia técnica y operativa de la organización. Con sus nombramientos, Zak Brown ha finiquitado una época.

En sus tiempos finales de Ferrari, Alonso solicitó a su cúpula un equipo técnico de garantías para volver a ganar. No se le escuchó. Acabó en McLaren. El piloto español se distanciaba este fin de semana de una hipotética condición de poder fáctico en las recientes decisiones de McLaren. Aunque analizando con detenimiento la foto global de este ultimo año y medio en McLaren… Continuará, 'después del verano'. De momento, Alonso sumaba en Silverstone 200 carreras en los puntos. Solo Michael Schumacher le supera en este registro. Quién sabe, en 2019...

Decimotercero el sábado, octavo el domingo. Otra vez. El mensajero repitió la entrega de mercancía con su habitual solvencia. Tras la carrera, Fernando Alonso se movía con una ancha sonrisa en la cara a pesar del ya rutinario aunque modesto botín, pero con la satisfacción del deber cumplido. Porque, tras los piques del viernes, también le había metido el rejón en el último minuto del partido a esa mosca cojonera de tantas salsas como es Kevin Magnussen. En definitiva, el consuelo de los pequeños desafíos. Pero el Gran Premio de Gran Bretaña no fue una carrera más para McLaren.

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