"Tú y yo somos aquí los exóticos": por qué Kubica tendría que correr en Melbourne
En torno a Williams existe la sensación de que el mejor de sus tres pilotos está sentado en el banquillo. Pero Robert Kubica confía en volver a competir algún día en un gran premio de F1
“Fernando, tú y yo somos aquí los exóticos”, le dijo un día Robert Kubica a Fernando Alonso en un gesto de complicidad que identificaba sus respectivos enfoques y personalidades en la Fórmula 1. Pero el polaco dejaría contra su voluntad solo al español tras su accidente de 2011. Desde entonces ha hecho lo imposible por volver. Todo el mundo está esperando que lo consiga.
“Normalmente, mantengo mis expectativas bajas, y tengo el hábito de creer en las cosas solo cuando ocurren, pero en algún momento estaba casi convencido de que estaría en Australia”, declaró recientemente el polaco. Williams eligió a Sergei Sirotkin para acompañar a Lance Stroll. Pero la pretemporada 2018 ha dejado la impresión general de que Kubica debería sentarse en un Fórmula 1.
"Merece de nuevo la oportunidad"
“Creo que hizo un gran trabajo, sinceramente”, explicó en Montmeló el responsable de Pirelli, Mario Isola. “Pero la decisión de elegir a un piloto u otro es una historia diferente. No critico la decisión. Solo digo que, para mí, merece la oportunidad, la posibilidad de mostrar de nuevo su potencial”. Pocos estarán en desacuerdo. Porque si hay un piloto que se echará de menos en Australia, ese es Robert Kubica.
En los test finales de Abu Dabi de 2017, Williams enfrentó a Sirotkin y al polaco por el segundo volante junto a Stroll. Tras un minucioso examen, el ruso fue el elegido. Los técnicos del equipo británico consideraron que el polaco no tenía el ritmo último a una vuelta, fundamental para la posición de salida. Su capacidad para sacar el máximo partido a los Pirelli fue su asignatura fallida. Sirotkin sorprendió por su velocidad, pero también por su capacidad técnica. Además de doblar el presupuesto aportado por el polaco a través del banco ruso SMP. Desde Williams, Paddy Lowe incluido, se alegaba que había sido el test comparativo más intenso que había llevado el equipo hasta el momento para elegir un piloto. Kubica se quedó en Williams, pero en el banquillo.
Kubica les pone las pilas
Pero los ingenieros pronto comprendieron el alcance de la experiencia del polaco y su personalidad. Kubica se ha convertido en una suerte de tutor técnico para los jóvenes pilotos del equipo. Como ejemplo anecdótico, en Montmeló Kubica tuvo que enseñar tanto a ingenieros como a Stroll y Sirotkin un estrategia especial de calentamiento y conservación de temperatura de neumáticos ante las difíciles condiciones ambientales de la pretemporada catalana. El polaco quedó sorprendido por la falta de experiencia práctica en pista de algunos de los miembros del equipo técnico.
Pero sobre todo, Kubica ha impresionado a los técnicos de Williams. En todos los sentidos. Fiel a su personalidad, a su asertividad y estilo directo, no ha tenido pelos en la lengua a la hora de mostrar crudamente lo que considera debilidades del FW41. “Puede que haya sido también esta una de las razones por las que no ha sido elegido al final, debió molestar a más de uno”, comenta a El Confidencial una fuente de primera mano, también impresionada por el estilo personal del polaco. Porque las carreras son la razón de existir de Kubica, quien ya los 14 años había emigrado a Italia para competir y dormía en aquellos primeros tiempos en la parte alta del taller de su equipo de karts.
En Montmeló Kubica tuvo que enseñar tanto a ingenieros como a Stroll y Sirotkin un estrategia especial de calentamiento de neumáticos
"El problema es que he sido demasiado sincero"
En Montmeló, el piloto polaco rodó en la segunda jornada de la primera semana y en la tercera de la última. En ambas ocasiones batió ampliamente a Sirotkin y Stroll por tres y seis décimas, hasta que el ruso logró el mejor tiempo para el equipo en la última jornada. Desde el equipo, al analizar sus respectivos resultados, se relativizaron los resultados por las diferentes condiciones ambientales, de pista, y de neumáticos.
Conviene recordar que Kubica cambia ahora solo con la mano izquierda tanto para subir como reducir marchas. “Le he visto en las cámaras de a bordo, y no puede utilizar el pulgar de la mano derecha para apretar el volante, eso es muy complicado para un piloto”, explicaba a pie de pista Pedro Martínez de la Rosa, mientras el polaco atacaba violentamente con su monoplaza para mantener la temperatura de sus neumáticos con una ambiental por debajo de los cinco grados.
“Si sigo cambiando cosas, seguiréis diciendo que tengo limitaciones”, reprochaba Kubica a la prensa tras su primer día de pista en Montmeló. "Deberíamos dejar de hablar de esto. Si puedo subir al coche y hacer el trabajo, creo que es ya suficiente. Por supuesto que tengo mis limitaciones, pero nunca las he escondido. El problema es que he sido demasiado sincero con todo el mundo y me han seguido haciendo preguntas. Creo que deberíamos parar ya. Siempre me he sentido cómodo, eran solo comentarios de prensa los que decían que no estaba cómodo”. Posiblemente Kubica no vuelva a recibir más preguntas al respecto en el futuro. La pretemporada reafirmó que el mejor piloto de Williams parece estar sentado en el banquillo.
"No puedo responder a esa pregunta"
En 2003, a punto de comenzar la Fórmula 3 Euroseries, el polaco se fracturó el brazo en un accidente de tráfico. Tuvo que esperar a la sexta carrera del campeonato para volver a competir. Solo podía utilizar la mano derecha para cambiar mientras conducía con la izquierda. Ganó aquella carrera. En 2006, tomaba parte en los libres del viernes con resultados impresionantes en BMW. Sustituyó el Alemania a Jacques Villeneuve por un accidente de este. Metió el coche en la Q3. Adiós al canadiense. En 2018, Robert Kubica participará en tres sesiones de libres del viernes.
Recientemente, le preguntaban recientemente a Paddy Lowe ante un grupo de periodistas qué pasaría si Kubica fuera más rápido que Stroll y Sirotkin. Transcurrieron varios segundos hasta el que Lowe contestó: "No puedo responder a esa pregunta". Cuando se escucha ahora a Robert Kubica, el polaco está seguro de que sí puede responderla.
“Fernando, tú y yo somos aquí los exóticos”, le dijo un día Robert Kubica a Fernando Alonso en un gesto de complicidad que identificaba sus respectivos enfoques y personalidades en la Fórmula 1. Pero el polaco dejaría contra su voluntad solo al español tras su accidente de 2011. Desde entonces ha hecho lo imposible por volver. Todo el mundo está esperando que lo consiga.