¿De qué hablarían Boullier y Renault tras dar McLaren solo 37 vueltas?

Éric Boullier entró en el motorhome de Renault una vez terminada la segunda jornada de pretemporada. Cyril Abiteboul, máximo responsable de la escudería francesa, estaba ocupado con una llamada telefónica en su despacho. El de McLaren se quedó fuera, a la espera. Stoffel Vandoorne había dado solo 37 vueltas por la mañana, pero su monoplaza se quedó el resto de la jornada metido en el 'box' del equipo. Por la tarde, ninguna vuelta. Nevaba y no se perdía mucho, pero Red Bull, Ferrari y Mercedes sí rodaron en las últimas horas de la jornada. “Es que siempre que vienes, ves rodando a los mismos”, afirmaba Pedro Martínez de la Rosa, a pie de pista.

En el ‘motorhome’ de Renault, De la Rosa aprovechó para preguntar a Boullier mientras este esperaba a Abiteboul. “Some glitches only”, respondía aquel. Problemillas, vendría a ser la traducción del original, restando importancia al problema de McLaren. Entonces salió el responsable de Renault a recoger a Boullier y ambos se encerraron en su despacho. En McLaren necesitaban hablar con Renault, quizás una simple reunión rutinaria. Quizás los primeros pasos en la integración del motor francés en el MCL33 no están resultando sencillos.

Vandoorne se quedó frío, como la pista

El día anterior, Fernando Alonso se refería irónicamente a la tuerca que le hizo perder una rueda. Un problema menor en comparación a otros, pero que daba munición a los periodistas. "Hay otros coches dentro del 'box' con problemas, pero no se ven en la foto", vino a decir sobre lo que en realidad es una pretemporada: momentos para solucionar los problemas. El martes le tocó a McLaren y a Vandoorne para frustrar parte de la jornada congeladora. Lo extraño es que no los hubiera. El lunes también le tocó a Max Versappen y Red Bull durante gran parte del día. Pero por la tarde, y considerando las condiciones, el holandés atacó en una pista fría como el hielo con los copos de nieve como compañía. Acumuló al final 67 vueltas.

Una primera versión para explicar por qué Vandoorne no salía a la pista refería un cambio de reglajes que iban a llevar bastante tiempo. Luego sería el turno de Vandoorne ante la prensa, tocaba explicar las causas del problema. Su primera rueda de prensa en 2018 también sirvió para comprobar las diferencias respecto a la jornada anterior, el diferente estatus de los dos pilotos de McLaren y su posición en la Fórmula 1.

"¿Qué? ¿Cómo te quedas? Ni frío ni calor, ¿eh?"

En el 'motorhome' de McLaren no cabía una pluma cuando Alonso hablaba por primera vez con la prensa. Delante del piloto español, una nube de periodistas llenaban a rebosar el espacio disponible. Era mayor el número de los presentes de pie que sentados. Delante del belga, los periodistas eran suficientes para ocupar las sillas dispuestas por los responsables de McLaren.

El día anterior, Alonso confirmaba por qué es un peso pesado en la Fórmula 1. Algún que otro gancho irónico, largas explicaciones, dominio total de la situación. “El año pasado, en un día como hoy, el primer día sabías que la temporada había terminado. Después de este primer día, ¿Cómo lo ves para este año?", le preguntaba un periodista español. El piloto dio una larga respuesta sin entrar en detalles sobre el nuevo monoplaza. “¿Qué? ¿Cómo te has quedado? Ni frío ni calor, ¿eh?”, le preguntaba Alonso girando la cabeza hacia la esquina donde estaba el periodista, una sonrisa bromista y en plan colega ante todo el aforo.

Tres minutos y se acabó

El belga es un gran talento. Inteligente en grado extremo dicen quienes le rodean, con una preparación física extraordinaria. Pero, de momento, políticamente demasiado correcto, nada le saca del guion o le despeina. Por ahora se muestra como un personaje bastante plano, quizás por personalidad natural, quizás aún no puede permitirse exhibiciones porque aún no se ha ganado los galones en la Fórmula 1, cuestión de años avalados por éxitos que aún no ha conseguido. A los tres minutos exactos de comenzar la rueda de preguntas la prensa había agotado todas las suyas para el correcto piloto belga. Con Alonso, el responsable de prensa de comunicación tuvo que tocar la campana para dar por terminada la suya.

Vandoorne no se salió del guión, lógicamente. ¿El MCL32? “Las primeras impresiones fueron muy positivas, me sentí muy cómodo, sin sorpresas, y hemos hecho un buen aprendizaje” ¿El motor Renault? “Hasta ahora muy positivo, todo va bien, la manejabilidad se siente muy bien, cada cambio que hacemos ha funcionado como se esperaba”. No era raro que al poco tiempo no hubiera nada más que preguntarle y se acabara la rueda de prensa. Todo correcto.

La sujeción del escape

Antes, el belga había dado su versión sobre los problemas que habían neutralizado parte de su jornada. "Desafortunadamente, tuvimos un pequeño problema con una sujeción del escape justo después de comer, lo que hizo que se soltara el escape y lanzó gran cantidad de aire caliente sobre un cableado, y uno de ellos era el del 'brake by wire' (del sistema de frenado electrónico), así que el equipo llevó a cabo comprobaciones de seguridad que llevaron más tiempo del esperado”. Según McLaren, cuando terminó de verificar todos los sistemas, las condiciones de pista de la tarde invitaron a no salir a rodar. Ferrari, Mercedes y Red Bull sí lo hicieron.

¿Simples problema de juventud, propios de pretemporada y de un monoplaza que ha necesitado importantes modificaciones para incorporar el motor de Renault? Habría estado bien escuchar la conversación de Cyril Abiteboul y Éric Boullier al término de una jornada en la que el MCL33 solo dio 37 vueltas.