El día que Agag explicó a Leonardo DiCaprio para qué sirve el hielo seco

- Leonardo DiCaprio: "Y esto, ¿qué es?" (señala a un pequeño depósito con una abertura que se introduce en el monoplaza).

- Alejandro Agag: "Es hielo seco, para mantener fría la batería".

Esta fue una de las últimas preguntas del actor de Hollywood -inversor en uno de los equipos, Venturi- tras una charla de más de 10 minutos con el empresario español y Alain Prost, quien hizo de anfitrión en el box de Renault durante el ePrix de la Fórmula E en Marrakech de este sábado. Unos segundos después, Agag y DiCaprio felicitaban a Prost porque Sebastian Buemi había logrado la superpole, a la postre segundo de la carrera, tras Felix Rosenqvist (del equipo Mahindra, donde está Adrián Campos).

El de este fin de semana era el Gran Premio más exótico de todo el calendario de la Fórmula E, aunque el presuntamente menos animado puesto que los 50 euros de entrada no parecían atractivos para una población cuyo sueldo medio es de 300 euros. "No, la gente no está muy entusiasmada con la carrera", contaba un taxista a El Confidencial el día previo a la cita y apuntando que ese sábado también estaba la Champions de África de fútbol, disputada también allí y con precios de unos 5 euros. En proporción, asistir a la FE era como si en España un mileurista pagara por un espectáculo deportivo -que dura todo el día- unos 165 euros. No del todo descabellado salvo por el desconocimiento de la propia competición. "Es la Fórmula 1 pero con coches eléctricos, ¿no?", preguntaba un trabajador del hotel donde varios equipos se encontraban alojados.

Imagen 'verde' y moderna

"Hay cola de ciudades en todo el mundo que quieren acoger la Fórmula E", contaba Agag a este medio hace un par de años. Marrakech repite por segundo año aunque sus habitantes todavía no estén enchufados al evento. La imagen 'verde' y moderna a la que está relacionada la FE tiene otros ganchos más allá del público como para que un país como Marruecos apueste por ella, igual que hay otros métodos para llenar el circuito -y plantar una semilla más para el futuro-, como el de invitar a estudiantes.

Era difícil no divertirse o entretenerse. Mientras un grupo británico versionaba a Chuck Berry, Cold Play y a otros artistas, centenares de adolescentes saltaban, bailaban y se hacían selfies frente al escenario montado dentro del circuito urbano. A pocos metros había una haima con músicos locales que también sacaban las sonrisas de otro puñado de jóvenes. Al lado, un espacio para los eGames y al fondo un circuito de karting (con karts eléctricos, claro) que no cesaba en su actividad. Otra haima para recargar el móvil y una carpa con castillos hinchables para los más pequeños. Mientras, se puede visitar un espacio donde explican qué es la Fórmula E y presentan a cada piloto con fotos y biografía: haciendo marca para miles de estudiantes que habían llegado en decenas de autobuses aparcados junto al circuito. Sabiendo que esta competición no tiene arraigo en un país como Marruecos, la organización llenó el evento de esta forma. Normal que la edad media de los fans de todo el mundo de la Fórmula E sea de 25 años.

Con tantas sonrisas y actividades llega la hora de la Clasificación (a las 12 del mediodía) y la presenciamos desde la zona de garajes, donde aparecen rostros conocidos como los de Pedro de la Rosa, Dani Juncadella (quién sabe si pronto será piloto de Fórmula E para Mercedes... casi nada) y Eric Boullier. El francés, en sus 'vacaciones' también se ha dejado seducir por la fórmula eléctrica. Aunque no tiene planes para dar el salto, ahí también estaba apoyando a su nuevo socio de motores, Renault, muy involucrado en la competición.

"Miedo a perderse algo"

"Están todos. Lo que han conseguido...", comentaba Lucas Ordóñez durante la clasificación. El piloto de Nissan también aprovechó que su compañero japonés, Takaboshi, iba a probar este domingo uno de los Renault en las pruebas de 'rookies' (donde también está Juncadella) para ver de qué iba esta competición de la que todo el mundo habla. En un par de años, Nissan aterrizará en la Fórmula E... Uno más.

Todos quieren estar en la Fórmula E "por miedo a perderse algo", dijo uno de los responsables tecnológicos de Audi esta semana, y porque la realidad actual es que es un producto atractivo y que a corto plazo va a dar su primer ejercicio con beneficios. En 2016, con 81 millones de euros de ingresos, tuvo cerca de 40 de pérdidas y, desde entonces, los socios que se han sumado al barco no han sido pocos: ya están potentes fabricantes como Jaguar, Renault, Audi, BMW, Mahindra, -y se espera a Nissan, Mercedes y Porsche-, además del recién estrenado patrocinador principal ABB, que aporta unos 15 millones de euros anuales. Julius Bar, DHL, TAG Heuer, Hugo Boss, Allianz, VISA o Virgin ya estaban...

En la pista, el espectáculo -siempre pasa algo y se vive en una continua incertidumbre- está en manos de grandes pilotos como Buemi, Lotterer, Pechito López, Piquet, Bird, Rosenqvist, Vergne, Da Costa, Di Grassi, Blomqvist, Heidfeld... y en Marrakech contaban con un comisario de lujo: Andy Soucek.

Lo mejor está por llegar

Normal que con tanta ebullición en este caldo -cociéndose desde hace solo tres años- se hayan interesado ilustres como Leonardo DiCaprio u Orlando Bloom, también presente en la carrera que se llevó a cabo a escasos minutos de la plaza de El Fna. Y todo esto en la presuntamente prueba menos agitada en cuanto a número de aficionados de la temporada.

Supuestamente, lo mejor está por llegar en los próximos años: mejor batería y motor que aumenten las actuales velocidades y obliguen a adaptar circuitos (¿fuera de la ciudad?) para hacerlos más atractivos de cara al espectáculo. Es decir, mejores carreras.

¿Quién será el siguiente famoso que se interese por la Fórmula E? ¿Y la siguiente marca que sume su pegatina a este invento eléctrico 'made in Spain'? Es difícil no caer seducido por un espectáculo que apuesta por el coche del futuro y en el que el hielo seco no solo sirve para enfriar una bebida.