El motor Renault alcanzará su cenit en 2018 (ya con McLaren) tras "una ganancia enorme"
En Renault se muestran muy satisfechos con la progresión de su unidad de potencia durante 2017 y confían en dar otro paso adelante con su evolución en 2018
Como señalaba estos pasados días Zak Brown, máximo responsable de McLaren, "Renault tenía la potencia, aunque falló al entregarla al máximo”, sobre todo en la segunda parte de la temporada. Y aunque la fiabilidad del propulsor francés haya sido tema para dar de comer aparte, parece que el fabricante ha logrado algunos de sus objetivos en 2017 con "un motor que nunca hubiéramos soñado", según Cyril Abiteboul, quien apunta que su cenit estará en 2018, cuando McLaren entra en escena.
“Entre el final de la pasada temporada y el final de esta, el propulsor ha ganado, más o menos, cerca de un segundo cuando lo hemos utilizado con todo su potencial, algo que no haríamos permanentemente. Simplemente, es una ganancia enorme”, afirma Abiteboul, máximo responsable del equipo, al hacer balance de la progresión técnica en este último año. Renault habría doblado así sus objetivos durante 2017. "Tres décimas era el objetivo que nos habíamos puesto, pero durante el transcurso de la temporada conseguimos extraer más rendimiento con diferentes formas de gestionar el motor”, explica Abiteboul a 'Autosport'.
A costa de "cierto impacto en la fiabilidad"
Sin embargo, también admite que la tarea ha sido incompleta, porque “ha sido a costa de cierto impacto en la fiabilidad que, claramente, ha sido el punto negativo de la temporada". "Pero, desde el punto de vista del rendimiento, hemos logrado un motor que nunca hubiéramos soñado. Ha sido más de lo que pensábamos que seríamos capaces de conseguir", explica. Entre otros factores, cámara de combustión aparte, gracias a una MGU-K más ligera que aportaba más energía eléctrica, aunque esta área haya sido el talón de Aquiles del equipo. Abiteboul obviaba los grandes problemas sufridos durante la primera parte de la temporada con Max Verstappen y durante la segunda con Daniel Ricciardo. Y, sobre todo, con el desastroso final de Toro Rosso desde el verano.
"Tendremos todo un nuevo concepto, será una gran evolución y marcará la diferencia, pero será en 2018", avisó a mediados de este año el propio Abiteboul, quien tiene grandes esperanzas para la temporada que viene, para la que se está preparando una nueva evolución de su unidad de potencia, que podría alcanzar su cénit en 2018 -habiendo quizás pisado algún podio McLaren- en con la llegada a las carreras europeas. "No tenemos esa especie de modo mágico de clasificación, pero estamos trabajando intensamente en ello", reconocía el responsable de Renault durante esta temporada. "El rendimiento del motor mejorará sensiblemente el próximo año y no solo para los entrenamientos, sino también para la carrera, lo que me hace pensar que el motor será extremadamente competitivo". Los técnicos galos también están intentando lograr unos mapas de potencia para la Q3 que puedan rivalizar con Mercedes y Ferrari.
¿'Cuarto coche' de la parrilla?
Abiteboul también se muestra muy satisfecho con la evolución del equipo y del coche en la parte final del campeonato. “Creo que quedó claro que teníamos un chasis más que decente desde Silverstone en adelante, lo que es atribuible al equipo, que se está articulando muy bien ahora (...) Desde aquella carrera teníamos un coche que era, más o menos el cuarto en términos de potencial de rendimiento, aunque no era algo que pudiéramos apreciar siempre por los problemas de fiabilidad. Tener el cuarto mejor coche de la parrilla es algo de lo que podemos estar muy orgullosos si vemos dónde estábamos el pasado año y cómo empezamos esta temporada”, dice.
Renault empieza a cosechar los éxitos de las inversiones y reestructuración tanto de su plantilla como de sus instalaciones en Enstone (Reino Unido) durante estos dos últimos años desde la adquisición del equipo a Genii Capital y su vuelta a la Fórmula 1 como equipo oficial. "El equipo sigue creciendo tanto en calidad como en cantidad, con gente que ha provocado titulares, pero también con personal de más bajo perfil que están teniendo un impacto muy positivo en nuestra estructura".
El 2018 debería suponer un nuevo salto cualitativo que podría llevar al equipo francés a rivalizar con Red Bull y McLaren, equipos que contarán con la misma motorización y, por tanto, serán referencia unos de otros en una intensa batalla si alcanzan niveles similares de rendimiento con el chasis. "Seguimos cumpliendo nuestros planes en lo que se refiere a inversión, en contratación (de personal), en cambios organizativos y también en patrocinios, así que 2017 ha sido un año muy positivo".
Como señalaba estos pasados días Zak Brown, máximo responsable de McLaren, "Renault tenía la potencia, aunque falló al entregarla al máximo”, sobre todo en la segunda parte de la temporada. Y aunque la fiabilidad del propulsor francés haya sido tema para dar de comer aparte, parece que el fabricante ha logrado algunos de sus objetivos en 2017 con "un motor que nunca hubiéramos soñado", según Cyril Abiteboul, quien apunta que su cenit estará en 2018, cuando McLaren entra en escena.