Alonso sacude a Honda, pero que las cañas no se vuelvan lanzas con Renault
En el 'mejor fin de semana' para McLaren, se mostraba muy duro con Honda sin citarla, en un fin de semana donde Renault ha protagonizado un duro enfrentamiento con Red Bull
“Alonso siempre venía a meterme presión, si el coche iba mal no tenía en reparo en decirme que no estaba contento. Y no creas que a él le gustaba, todo lo contrario. Es una buena persona, Probablemente se sentía muy avergonzado por tener que echarme la bronca, pero es que tenía que hacerlo". En una reciente entrevista con El Confidencial, Yusuke Hasegawa recordaba su dura experiencia con Fernando Alonso durante la tormentosa asociación con Honda. No estará muy contento tras el Gran Premio de Brasil, donde el piloto español propinaba un cruel descabello al fabricante japonés ahora que se termina la faena.
“Sextos en la salida, quintos en la carrera, acabamos en la meta, el mejor fin de semana del año”, resumía un satisfecho Alonso tras una carrera cuya dinámica permitió visualizar la tónica general de esta temporada para McLaren, cuando el español se despachó con particular dureza hacia Honda. En el fin de semana donde Red Bull, Toro Rosso y Renault se enzarzaron en un intenso tiroteo ante el desastroso momento del fabricante francés y las legítimas dudas que puede plantear con sus motores para el futuro.
"¿Cómo lo consiguió?"
“¿Cómo consiguió Alonso oficial terminar séptimo entonces?” tuiteaba el sábado Ivan Roldan, ingeniero aerodinamicista español que trabaja en McLaren. Adjuntaba las velocidades máximas de todos los monoplazas. Alonso era penúltimo, 16 km/h menos que Esteban Ocon y Checo Pérez. El mexicano también acabó por detrás bajo la bandera a cuadros. Que Alonso se encajara entre dos motores de Mercedes fue una suerte de victoria moral. “Con más velocidad hubiéramos terminado cuartos o quintos”, comentaba a su equipo por la radio al terminar la prueba. Para lograr fiabilidad, el motor Honda es los domingos como un globo desinflado, y la pista de Interlagos sirvió para visualizarlo una vez más.
Felipe Massa superó a Alonso tras la retirada del coche de seguridad de forma insultante. Antes de haber llegado a mitad de recta el McLaren era un pato sentado. Después, Alonso se antojaba ese ciclista con la lengua fuera toda la etapa intentando no perder rueda, agarrándose a la estela del Williams con el gancho de su DRS abierto. “Ayer teníamos 25 km/h de diferencia. Hoy, cuando venía uno con el DRS, serían 40 o 50, así que es bastante increíble que quedemos por delante de algunos coches". Quizás Alonso exagerara en las cifras, pero la carrera habló por sí sola. Y si no quedó suficientemente claro, el piloto español hizo sangre al terminar.
“Déficit de potencia increíblemente increíble”. “El déficit en las rectas es bastante impresionante en las últimas carreras”. “Falta de potencia alarmante”. “Increíblemente más lento que nunca". “Con el DRS abierto y toda la batería se te escapaba (Massa) en la recta…”. La aventura con Honda es ya historia a falta del trámite final de Abu Dabi, pero el de ayer más parecía un ajuste de cuentas. Hasegawa no debía estar demasiado contento. “Sólo queda una carrera, ya se está acabando otro año, un año seguramente complicado. Ojalá sea la última carrera que tengamos que correr en estas condiciones".
La carga de profundidad a Toro Rosso
Meditada o fruto de la descarga de tensión post carrera, Alonso dejaba una última y venenosa carga de profundidad en un fin de semana particularmente sensible para Toro Rosso, y que habrá sentado a cuerno quemado en Faenza y Milton Keynes. "Como he dicho, una falta de potencia bastante preocupante para Toro Rosso el próximo año”. Después del piloto implacable en el asfalto salió también ese animal político –a veces cruel- que Fernando Alonso lleva dentro.
No era precisamente un buen fin de semana para meter el dedo en el ojo, con Renault en el horizonte de McLaren 2018. Porque en términos de fiabilidad, el final de temporada del fabricante francés es incluso peor que el de Honda. A niveles escandalosos para sus tres equipos, pero especialmente para los de Red Bull. Hasta llegar al cruce de declaraciones y comunicados entre Cyril Abiteboul de Renault y Helmut Marko y Franz Tost, un episodio que ha sido antológico inusual, cuyos actores tuvieron que echar el freno de mano ante la deriva y escalada de las recíprocas acusaciones. Quedan para el recuerdo las imágenes del responsable de Renault pegándole la bronca a un demudado Helmut Marko. Cómo sería el tema, que el austríaco tuvo que recoger velas en un singular comunicado.
Pero ¿Y qué pasa con Renault entonces?
Pero “¿Y entonces Renault?”, se le preguntaba a final de la carrera al piloto español ante el deprimente panorama del fabricante francés. “Renault es la mejor compañía de motores de los últimos 15 o 20 años, así que creo que no deberíamos preocuparnos”, contestaba el español a la televisión británica. Posiblemente, pero el presente es otro. Ya puede corregirse el tiro, y que semejante desastre responda al proceso de preparación y experimentación de la nueva unidad de potencia para 2018 porque, de lo contrario, no serían solo Toro Rosso y Red Bull quienes deberían preocuparse el próximo año.
De momento, el piloto español ya no vive mentalmente en esta temporada. La próxima también arrancará para él la semana que viene, a bordo de un Toyota en los entrenamientos privados de Bahrein, su primer contacto con el prototipo nipón y un nuevo proyecto. Las 24 Horas de Le Mans han empezado ya para Fernando Alonso.
“Alonso siempre venía a meterme presión, si el coche iba mal no tenía en reparo en decirme que no estaba contento. Y no creas que a él le gustaba, todo lo contrario. Es una buena persona, Probablemente se sentía muy avergonzado por tener que echarme la bronca, pero es que tenía que hacerlo". En una reciente entrevista con El Confidencial, Yusuke Hasegawa recordaba su dura experiencia con Fernando Alonso durante la tormentosa asociación con Honda. No estará muy contento tras el Gran Premio de Brasil, donde el piloto español propinaba un cruel descabello al fabricante japonés ahora que se termina la faena.