Es noticia
Malasia 2012: el día que Fernando Alonso hizo llorar a su ingeniero, y no de pena
  1. Deportes
  2. Fórmula 1
Una victoria en una carrera pasada por agua

Malasia 2012: el día que Fernando Alonso hizo llorar a su ingeniero, y no de pena

El GP de Malasia de 2012 de hace solo un lustro nos muestra una imagen de Alonso distinta a la actual, con un equipo entregado y apasionado y con grandes victorias 'de piloto'

Foto: Fernando Alonso obtuvo una de sus mejores victorias en el Gran Premio de Malasia de 2012. (Ferrari)
Fernando Alonso obtuvo una de sus mejores victorias en el Gran Premio de Malasia de 2012. (Ferrari)

Parece mentira lo que son cinco años en la Fórmula 1. En un extremo de esta corta línea temporal, uno está prácticamente en su mejor momento, con un coche que le permite luchar por el título y con posibilidades de lucirse. En el otro, las manos siguen ahí pero todo lo demás está desaparecido en combate, y nunca mejor dicho. Este año se cumplen cinco de la última vez que Fernando Alonso se impuso en el Gran Premio de Malasia, una cita en la que ha vivido grandes momentos a menudo y que llega al fin del camino este 2017. La próxima temporada no habrá carrera en Sepang, tras renunciar el gobierno a mantener la prueba a partir de 2018.

El cenit de la unión Alonso-Ferrari

"Esta es una de las más bellas (victorias), una de las más, más bellas. Estamos muy orgullosos de ti y del equipo". Así rezaban las palabras de Andrea Stella, ingeniero de pista de Alonso en Ferrari, tras cruzar la línea de meta del Gran Premio de Malasia de 2012. No era para menos, pues lo que se había logrado ese fin de semana había sido poco menos que heróico. El ritmo en seco había sido insuficiente pero la lluvia llegada diez minutos antes de la salida lo había cambiado todo. Primero llegó el adelantamiento a Vettel en boxes y después de una bandera roja por la lluvia, un ritmo endiablado que le llevó hasta la primera posición, con una ventaja cada vez mayor. Alonso sabía que una vez se secara la pista, estaría a merced de los coches más competitivos.

Por detrás, el rival no fue un esperado McLaren sino un sorprendente Sergio Pérez al volante del mejor Sauber jamás construido. Llegó a estar a medio segundo del asturiano pero un desesperado mensaje por radio en el que le pedían prudencia lo cambió todo. Nunca sabremos si aquello fue una rotura de concentración del mexicano o un mensaje oculto por parte del equipo suizo para que no fastidiaran la victoria de Ferrari, en pos de su asociación. El caso es que la bocanada de aire que el subsiguiente error de Pérez le dio a Alonso fue suficiente para que el bicampeón del mundo pudiera completar la carrera en primera posición para ganar una carrera memorable. Fue el principio de una emocionante temporada que le vio mantenerse competitivo tanto cuando el coche estuvo como cuando no estuvo.

placeholder La lluvia torrencial del GP de Malasia de 2012 jugó un papel vital en el desarrollo de la carrera. (Ferrari)
La lluvia torrencial del GP de Malasia de 2012 jugó un papel vital en el desarrollo de la carrera. (Ferrari)

Un circuito talismán en el que buscar una última alegría

A lo largo de los años, Sepang ha vivido muchos momentos dorados de la carrera deportiva de Alonso. Aunque la carrera de 2001 no trajo ningún hito, en 2003 el asturiano logró una inesperada pole position —la primera— que le catapultó hacia el tercer puesto en carrera para subirse al podio por primera vez. En 2005, logró la primera victoria de su gloriosa campaña a bordo del R25, camino al primer título de campeón del mundo. Algo parecido hizo en 2007 con su primera victoria con McLaren, después de ser segundo en 2006, aunque en este caso faltaron dos puntos para volver a ser campeón. La segunda etapa en Renault no tuvo oportunidad de devolver el éxito al español pero sí lo hizo con Ferrari.

La victoria de Alonso en Malasia en 2012 es ampliamente considerada como una de las mejores, sino la mejor de su carrera deportiva. Aunque el Gran Premio de Europa de ese mismo año fue más vistoso, el triunfo asiático llegó con un coche comparativamente menos competitivo y requirió más talento. Desde entonces, Sepang no ha sido tan amable aunque el destino sí le dio el año pasado uno de los mejores McLaren-Honda de los últimos tres años. A pesar de salir último, logró remontar hasta una séptima posición que habría sido quinta de no ser por las absurdas sanciones técnicas. Este año, teniendo en cuenta el rendimiento del McLaren MCL32, es difícil que las cosas puedan ir mejor.

Foto: Cartel que anuncia el Festival de la Velocidad el fin de semana del 1-O.

Aún así y a pesar de la evidente necesidad de un buen motor por las dos largas rectas del trazado malasio, el requerimiento de un buen chasis y un coche con un buen coeficiente aerodinámico podrían jugar a su favor. Además, las previsiones parecen indicar una posibilidad real de que la lluvia haga acto de presencia en algún momento del fin de semana y ya se sabe que en Malasia, cuando llueve, diluvia. Y si en la última vez que Sepang y Alonso pueden rememorar sus mejores tiempos juntos, el clima quiere echarle un capote, seguro que nadie dirá que no.

Parece mentira lo que son cinco años en la Fórmula 1. En un extremo de esta corta línea temporal, uno está prácticamente en su mejor momento, con un coche que le permite luchar por el título y con posibilidades de lucirse. En el otro, las manos siguen ahí pero todo lo demás está desaparecido en combate, y nunca mejor dicho. Este año se cumplen cinco de la última vez que Fernando Alonso se impuso en el Gran Premio de Malasia, una cita en la que ha vivido grandes momentos a menudo y que llega al fin del camino este 2017. La próxima temporada no habrá carrera en Sepang, tras renunciar el gobierno a mantener la prueba a partir de 2018.

Fórmula 1 Fernando Alonso
El redactor recomienda