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Ganar con Ferrari en Monza, la victoria más mágica (y difícil) de la F1. ¿Turno de Vettel?
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LA CARRERA DE CASA DE LA SCUDERIA

Ganar con Ferrari en Monza, la victoria más mágica (y difícil) de la F1. ¿Turno de Vettel?

Vettel tiene ante sí la victoria de Alonso en 2010 como reflejo ante este fin de semana. Será el 70º aniversario de Ferrari, con 160.000 'tifosi' y un resultado en juego que puede marcar el mundial

Foto: Vettel, con la gorra conmemorativa de los 70 años de Ferrari. (Reuters)
Vettel, con la gorra conmemorativa de los 70 años de Ferrari. (Reuters)

Junto a la recta principal del circuito de Monza, el templo por excelencia de Ferrari, había este jueves dos curiosas pancartas. "Siempre nos quedará 'Fernandone'...". "Vamos Fernando, ¡vamos!". Y es que este domingo se cumplen 7 años desde que Ferrari ganó por última vez el Gran Premio de Italia. Aquel día, Fernando Alonso hizo ondear miles de banderas banderas del 'Cavallino Rampante' en lo que fue una fiesta aún presente en la memoria colectiva de la afición italiana. Sí, han pasado ya siete años, pero algo parecido puede vivirse de nuevo este mismo domingo.

Alonso llegó a describir aquella victoria como una de las mejores de su carrera deportiva. Ver enfundado de rojo la estampa de todos los 'tifosi' desplegados en la recta principal con el mosaico de la bandera de Ferrari es una sensación inigualable para cualquier piloto de Fórmula 1. Michael Schumacher, por ejemplo, llegó a vivirlo hasta cinco veces. Para Sebastian Vettel, de momento es una tarea pendiente en su tercer año consecutivo con Ferrari. Y al margen de lo que cuente el dicho sobre las 'terceras veces', ahora tiene más opciones que nunca de vivir este sueño en primera persona.

"No tenemos miedo a ningún circuito"

A excepción de aquel mágico 2010, Ferrari no llegaba tan fortalecida a su carrera 'de casa' desde 2004, aún en la era Schumacher. Y para colmo, en Bélgica no sólo evitaron un baño de Mercedes, sino que dejaron a Lewis Hamilton irritado pese a haber ganado la carrera, y con una conclusión vital: no sólo su coche es brillante en curvas lentas, sino que parece salvar la papeleta en rectas y curvas rápidas. Con la bola de partido salvada, Vettel lo dejó bien claro. "A partir de ahora, ya no tememos ningún circuito". Ni mucho menos el 'Templo de la Velocidad', donde además tendrán el aliento de su afición.

"La velocidad que demostramos en Bélgica es real", decía Vettel, en otro aviso encubierto a Hamilton. "Especialmente en carrera...", matizaba poco después. Dió en el clavo: aunque Mercedes parezca llevar la voz cantante en clasificación con sus nuevos mapas motor, la gran consistencia de Ferrari en carrera puede ser un arma clave para este fin de semana. Por un lado, porque las largas rectas de Monza dan margen a los adelantamientos. Y por otro, porque en este Gran Premio se utilizarán muchos neumáticos superblandos, más idóneos para Ferrari que Mercedes. En cómputo, se espera un fin de semana de fuerzas equilibradas. El resto deberá ponerlo Vettel...

Monza 2017, más que una simple carrera

"Es alucinante ver a toda esa gente divertirse, absolutamente indescriptible", contaba Schumacher sobre una de sus victorias en Monza. "Es muy especial tener a todos los tifosi ahí como locos y ver el entusiasmo de Ferrari. Para ellos es una religión, como el sentido de sus vidas", fue la descripción de Alonso en 2010. Hasta ahora, Vettel ha conseguido un 2º en 2015 y un 3º en 2016. De todo menos esa ansiada victoria vestido de rojo, probablemente la más especial de toda la Fórmula 1. Desde un punto de vista técnico y deportivo, 2017 le ofrece una buena oportunidad de hacerlo. Pero correr esta carrera con Ferrari cierne una responsabilidad y carga emocional que no todos los pilotos saben soportar.

placeholder Los aficionados de Ferrari inundan la recta principal en 2016. (Reuters)
Los aficionados de Ferrari inundan la recta principal en 2016. (Reuters)

De hecho, el contexto de este Gran Premio pone a Vettel a un nivel de presión que pocas veces ha vivido en su carrera. No sólo llega como líder, también recién renovado hasta 2020 y ante el desafío de brillar ante 160.000 tifosi (casi 10% más que en 2016) en la carrera que marcará, además, la conmemoración del 70º aniversario de Ferrari. Los logos de este evento lucirán en el coche y la fachada del 'hospitality', por si alguien olvidara que se trata de una cita marcada en rojo en Maranello. Ya sólo por una cuestión simbólica, sería la prueba más idónea del año para que ganara Ferrari. Pero también la más inoportuna para fracasar en el intento.

Vettel lanzó este jueves un mensaje de cautela. "Bélgica nos ha dado fe, pero hay que ser justos y pensar que este circuito, con rectas largas, va a beneficiar más a Mercedes". En perspectiva, ganar esta carrera no sólo herviría los corazones de toda Italia, sino que permitiría a Vettel irse a la última mitad del año con un colchón de 14 puntos sobre Hamilton. La fiesta de este domingo en Monza quedaría para el recuerdo. Pero quedar segundo puede ser un jarro de agua fría: Ferrari no ganaría el año donde más cerca parece de hacerlo... y Hamilton empataría en puntos a Vettel. Todo ello con el presidente Sergio Marchionne y toda la cúpula de Ferrari presente en el 'paddock'. Este domingo, en realidad, se juega más que una simple carrera...

Vettel, ¿en el reflejo de 'Fernandone'?

Quizá Vettel deba mirarse en el reflejo del 2010 para inspirarse ante fin de semana. Alonso y Ferrari llegaban con una presión aún más grande: o ganaban aquel día, o el título se les empezaba a escapar de las manos. Tampoco tenían el mejor coche, pero el talento de Alonso y un pit-stop magnífico de los mecánicos les hicieron vencer al McLaren de Jenson Button, que en aquella época era ligeramente superior. Fue un triunfo agónico, conseguido más a base de un gran ímpetu colectivo que de la aerodinámica del coche. Siete años después, en Italia aún no la olvidan.

Aquellas pancartas nostálgicas en recuerdo de Alonso venían a actuar también de mensaje encubierto para Vettel, como si le pusiera en la misma tesitura de decantar la balanza hacia su talento y el esfuerzo de Ferrari... aún cuando la lógica dicta ventaja de Mercedes. Porque ganar en Monza, con Ferrari y además contra toda lógica impregna para siempre la leyenda de un piloto en Maranello. Que se lo digan a 'Fernandone' y cómo le volvían a jalear este jueves los 'tifosi'... vestido de McLaren.

Junto a la recta principal del circuito de Monza, el templo por excelencia de Ferrari, había este jueves dos curiosas pancartas. "Siempre nos quedará 'Fernandone'...". "Vamos Fernando, ¡vamos!". Y es que este domingo se cumplen 7 años desde que Ferrari ganó por última vez el Gran Premio de Italia. Aquel día, Fernando Alonso hizo ondear miles de banderas banderas del 'Cavallino Rampante' en lo que fue una fiesta aún presente en la memoria colectiva de la afición italiana. Sí, han pasado ya siete años, pero algo parecido puede vivirse de nuevo este mismo domingo.

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