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Sainz, modo 'Matador': "¿Carreras difíciles? A hacerlas perfectas; así me educa mi padre"
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ASÍ AFRONTA SU ETAPA MÁS DIFÍCIL DEL AÑO

Sainz, modo 'Matador': "¿Carreras difíciles? A hacerlas perfectas; así me educa mi padre"

Sainz sabe que su racha en los puntos puede acabar este domingo, pero se viene arriba en vez de hundirse: "Voy a cada carrera como si fuera la más importante de mi vida; y voy a seguir así"

Foto: Sainz, concentrado dentro de su box. (REUTERS)
Sainz, concentrado dentro de su box. (REUTERS)

Carlos Sainz aparecía este jueves con una piel morena inconfundible de esta época del año. No hizo falta que contara todo lo que ha descansado en las vacaciones; su gesto tranquilo ya lo decía todo. Y, en realidad, necesitaba mostrarse así más que nunca tras aquellas críticas de sus jefes que le atormentaron antes del parón. Por aquel entonces planeaba un fichaje por Renault que ahora se antoja improbable. En 2018, salvo sorpresa, seguirá con Toro Rosso. Al mal tiempo... ¿buena cara? "Muy contento de tener mi futuro asegurado otro año más en la F1". Zanjó así el tema, quizá mordiéndose la lengua. Pero hay quien soltaba alguna risa maliciosa a su lado...

Foto: Verstappen debutó con Red Bull en el GP de España. (EFE) Opinión

Ahí acabaron las referencias al futuro. Porque Sainz sabe que distraerse de todo lo que ocurra en pista puede frustrar lo que está siendo un año brillante. La premisa futbolística del 'partido a partido' la ha hecho suya. "Para mí, cada carrera es decisiva. Mi padre me ha educado así: la próxima carrera es la más importante de mi vida, voy con esa mentalidad a todas y no va a ser distinto en esta segunda parte del año". Hasta ahora, siempre que ha acabado lo ha hecho en los puntos. "No va a ser fácil repetirlo", avisaba, no sin dejar una de esas pinceladas competitivas que tan bien le ha inculcado el 'Matador'. "A partir de ahora, sólo me valen carreras perfectas".

Spa: más limitar daños que causarlos al resto

Esa etapa clave de la que habla Sainz empieza este fin de semana en Bélgica, lleno de rectas largas con curvas rápidas. A priori, dos factores letales para su coche que ha rendido mejor en circuitos más revirados como Mónaco o el último de Hungría. Pero rendirse no entra en los planes de alguien que busca la perfección. "El objetivo sigue siendo estar en los puntos, aunque no va a ser fácil a partir de ahora. Hungría nos vino bien para poner los pies en la tierra: ahí no fuimos los más rápidos de la zona media y nos ganaron McLaren y Renault". Pero si en ese circuito 'perfecto' quedó 7º, ¿cabe esperar un bajón en uno peor como Bélgica?

Sainz no quiso ser mal agorero, pero sí utilizó ese diagnóstico para mandar un mensaje encubierto a su equipo: o se 'ponen las pilas' introduciendo mejoras como sus rivales –algo que se les ha resistido en los últimos años–, o acabará su buena racha en los puntos. En Bélgica puede llover y eso beneficia su fino estilo de pilotaje en mojado, pero ni así tiene confianza a 100%. "Hay que ver el compromiso que hacemos este fin de semana con el coche: aunque llueva, necesitas aerodinámica, y en Hungría ya vimos que no teníamos tanta...". En el coche bailan varias cosas, pero la historia es similar con el motor.

Foto: Salida del último Gran Premio de Hungría. (EFE)

La pregunta fue clara: "¿cuánto perdéis por el motor Renault?". La respuesta, algo menos. "Hay cálculos internos; Renault ha mejorado mucho pero la diferencia sigue ahí y va a notarse". El primer sector de Spa, lleno de rectas, puede hacerle perder un buen margen de tiempo. El año pasado quedó 15º en clasificación, sin ir más lejos. A falta de verle en los libres, no hay más esperanza que su buen historial en este circuito. "Gané dos carreras en las World Series y en 2015 estuve en el Top-10, tengo buenos recuerdos". Pero la historia ya es pasado... y el presente no se perfila tan alentador.

¿Dónde está entonces la esperanza?

¿Dónde hay margen entonces para hacer esas "carreras perfectas" si vienen dos circuitos como Bélgica y luego Italia que no benefician a su coche? Como en lo que va de año, a Sainz sólo le queda superar a la adversidad por su cuenta propia, igual que ha hecho en otros momentos difíciles del pasado. Uno de ellos, de hecho, fue en este mismo circuito en 2013, cuando empezó una mala racha en la GP3. "Sin ese mal momento, yo no estaría en la F1 ni tampoco hubiese hecho los cambios tan necesarios que me han hecho ser el que soy". Su motivación es ya una causa de superación personal.

No son grandes mejoras, pero Renault trae a esta carrera un nuevo mapa motor que debería maquillar algo su déficit de velocidad. Desde el inicio del año ha habido un avance de unas "dos décimas", insuficiente pero dentro de ese "han mejorado mucho" que citaba Sainz sobre su evolución. Al cóctel hay que añadir a un McLaren que esta vez sufrirá más por el motor Honda y la duda de dónde estará Renault. A priori, volverán a ser sus dos rivales por los puntos... pero esta vez detrás de otros equipos como Williams y Force India, que 'resucitan' en cuanto hay rectas con su motor Mercedes. Su situación, en varios frentes, no es fácil.

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¿Y si fuera la lluvia lo que acabara salvando esta carrera? A Sainz le recordaron la probabilidad del 90% que cifran algunas fuentes. "Si es así no hará falta cantar... si es un 50%, igual entonces si canto, ¡pero hay que decir que no se me da muy bien!". Al margen de lo que ocurra este domingo, Sainz volvió moreno, relajado, libre de las polémicas, y aún consciente de sus limitaciones, con esa premisa clara que bien le inculcó su padre. Por la que ahora "soy el piloto que soy", ese que va a por la perfección cuando todo pinta negativo.

Carlos Sainz aparecía este jueves con una piel morena inconfundible de esta época del año. No hizo falta que contara todo lo que ha descansado en las vacaciones; su gesto tranquilo ya lo decía todo. Y, en realidad, necesitaba mostrarse así más que nunca tras aquellas críticas de sus jefes que le atormentaron antes del parón. Por aquel entonces planeaba un fichaje por Renault que ahora se antoja improbable. En 2018, salvo sorpresa, seguirá con Toro Rosso. Al mal tiempo... ¿buena cara? "Muy contento de tener mi futuro asegurado otro año más en la F1". Zanjó así el tema, quizá mordiéndose la lengua. Pero hay quien soltaba alguna risa maliciosa a su lado...

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