La próxima nueva filosofía de Mercedes: adiós a la libertad de Bottas

Lewis Hamilton pierde el Mundial de Fórmula 1 de 2017 por un punto frente a Vettel y Ferrari. ¿Qué cara se le quedaría a Mercedes? La de un derrotado... la de un caballero derrotado. Sin embargo, los títulos no se dan por un gesto noble como el que realizó Hamilton en Hungría al devolver su posición a Bottas y esa maniobra seguramente sea el principio del fin de una filosofía que ha reinado en las flechas plateadas desde que los motores híbridos: la libertad entre los pilotos tiene sus días contados.

“Como dije en Budapest, si perdemos el título es como si me hubiese disparado en las rodillas, pero había que cumplir nuestro compromiso. Aunque esto no significa que manejemos las situaciones de la misma manera en el futuro. Está claro que Ferrari se centra en un sólo piloto (Vettel), mientras que nuestra filosofía de dejar correr a los dos nos está dejando en desventaja. En los últimos años no había problema porque el título se jugaba en 'familia'. Ahora es diferente”. El responsable de Mercedes en la F1, Toto Wolff, dio un puñetazo en la mesa cuando vio el caballeresco gesto de Hamilton en Hungaroring y esta semana, en la 'Gazzetta', ha advertido duda de que vuelva a repetirse.

A Hamilton y Bottas les separan 17 puntos, motivo suficiente como para no dar demasiadas explicaciones a la hora de apostar por el británico (amén de otros argumentos). Durante tres temporadas han podido otorgar rienda suelta a sus pilotos puesto que tanto el campeonato de Pilotos como el de Constructores iba a terminar en Brackley. Este año, no. Ferrari no es que pise sus talones, es que Vettel aventaja a Lewis en 14 puntos.

Mercedes reforzando el espíritu de equipo...

“Probablemente es la acción más difícil de los últimos cinco años, pero si no eres lo suficientemente rápido, al menos eres un buen deportista”, se resignaba Wolff tras ese gran premio magiar, reconociendo que “sería el primero en dispararme la rodilla” si perdían el título por tal acción. Sin embargo, el austriaco pronto vio un aspecto positivo: “Reforzamos el espíritu de equipo y es bueno a largo plazo”. Bingo, porque desde ya tienen un argumento más (un podio) para pedir a Bottas que obedezca por el bien del equipo.

Hamilton, por su parte, fue políticamente correcto tras Hungría con declaraciones como “Bottas fue un caballero, debía devolverle la posición” o “demostré que soy un hombre de palabra”. Subió su imagen, se ganó aficionados y, de paso, dijo a Mercedes: ¿de verdad esto es lo que queréis? Viendo la pecera de tiburones que es la Fórmula 1, sorprende como el equipo de la estrella 'regaló' a Vettel 3 puntos… Y, mientras, en la Scuderia pidieron a Raikkonen que sacara los codos para proteger al alemán, y que no le adelantara.

“Nuestro objetivo es ganar los dos campeonatos. Debemos ser lo suficientemente abiertos y humildes como para adaptar nuestro enfoque si esta estrategia no vale la pena”, concluyó Wolff en el diario italiano. Se puede decir de alguna otra manera más rimbombante o confusa, pero salvo que en Bélgica Lewis Hamilton no termine la carrera u ocurra algo inesperado, Bottas se puede ir poniendo el traje de escudero: adiós a la libertad, bienvenidas las órdenes de equipo.