Alonso: "Necesito veinticinco paradas en boxes, cambiar neumáticos constantemente"

Fue una jornada curiosamente extraña para McLaren y sus pilotos, donde las tribunas de Silverstone celebraron el resultado como si Fernando Alonso hubiera logrado la 'pole', aunque se tratara solo de la Q1. Con todo, algo inimaginable dadas las actuales circunstancias. Que luego fuera Stoffel Vandoorne el mejor de los dos pilotos del equipo británico tampoco se esperaba. Pero así fue, y el belga no solo entró en la Q3, sino que también batió por primera vez a su compañero.

El resultado de Stoffel Vandoorne confirmaba que McLaren ha rodado entre los cinco primeros equipos en el trazado británico, aunque Alonso no entrara en la Q3. Pero esa vuelta tan celebrada en las tribunas ponía en evidencia que el equipo británico tendrá buenas opciones en el Gran Premio siempre y cuando este tenga lugar en “seco, mojado, seco, mojado…”

"Por una o dos décimas, algo así..."

La pista comenzó a secarse en los momentos finales de la Q1. De repente, y con poco más de dos minutos para terminar, Alonso entró en boxes y cambió de neumáticos como si de una carrera se tratara. Dejó los intermedios para montar lisos, prácticamente sin tiempo para completar una última vuelta. El McLaren pasaba literalmente por la línea de meta cuando el cronómetro se puso a cero. Al principio resultaba imposible saber si había cruzado a tiempo.

“Para mí, fue por diez metros o algo así, una o dos décimas, muy apretado”, explicaba luego el piloto español, “al principio me decía el equipo que iba a estar ajustado, luego me dijeron que habría un margen de cuatro segundos y luego, de un segundo en medio de la vuelta. Me dije, 'esto no va a ser posible', porque no sabía cómo estaban las condiciones de la pista. Apreté todo lo que pude, y fue por una décima, o décima y media. Muy, muy al límite”.

La pista estaba todavía húmeda, aunque se dibujaba un carril seco que el piloto intentó aprovechar. Las correcciones de volante eran violentas en numerosas ocasiones para controlar el monoplaza. Alonso se puso primero, con 1.3 segundos de ventaja sobre el siguiente clasificado. Y la tribuna rugió. "No les oí, pero vi su reacción, contento por haber visto a la gente, también por los mecánicos que han trabajado tanto estos años, cambiando tantos componentes… Aunque haya sido sido solo un momento estar ahí arriba, ha estado bien”.

Vandoorne le gana al Jefe por primera vez

En la Q2, Alonso completó una penúltima vuelta también al límite, pasando por la meta “con seis o siete segundos nada más”. Sin embargo, su crono quedó a medio segundo de un Vandoorne que terminó finalmente noveno, aunque octavo ante la sanción de Bottas. “El tráfico no me afectó realmente, al final la vuelta fue limpia, no fue un problema, no era más rápido hoy”, explicaba después, a pesar del diálogo escuchado por la radio con su ingeniero sobre el intenso tráfico en ese último giro. “De alguna manera no queríamos entrar en la Q3, porque mañana salimos últimos y lo hubiéramos hecho con gomas usadas de la Q2. Pero, al menos, empezaremos con gomas nuevas y con el compuesto que queremos, así que la decimotercera posición es perfecta”.

Pero esa “mini pole” de Alonso sirvió como un buen precedente para la carrera, porque tanto el piloto español como Vandoorne confirmaron al término de la sesión que el MCL32 es extremadamente competitivo en condiciones mixtas como las de la parte final de la Q1. “Podemos correr riesgos porque no estamos en posición de puntos al arrancar. Hemos demostrado hoy que en condiciones mixtas somos muy competitivos. Seco mojado, seco, mojado… Mañana una carrera caótica puede jugar a nuestro favor. Necesito veinticinco paradas en boxes, cambiar neumáticos constantemente. Si haces veintitrés paradas, recuperas muchos puestos”, bromeaba el propio Alonso.

"Que tire Ricciardo, que yo intento seguirle"

En principio, los pronósticos apuntan a un cuarenta o cincuenta por ciento de posibilidad de lluvia para la carrera. Si fuera en seco, “va a ser duro, adelantar será difícil. Esta es una pista de alta velocidad, será difícil seguir a otros coches muy de cerca en las curvas, y nuestra velocidad máxima en recta es la última, así que será complicado, esperemos que nos ayuden las condiciones”.

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En cuanto a las bromas de Daniel Ricciardo de que tanto el español como el australiano deberían “tomarse unas cervezas para ponerse de acuerdo con la estrategia de mañana” (el australiano saldrá en última línea por sus problemas en la Q1), Alonso le dejaba la iniciativa al piloto de Red Bull. “Que tire para adelante, que yo intento seguirle, si él puede abrir camino y crear confusión con adelantamientos al límite y yo aprovecharme, pues bienvenido sea”.

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Alonso espera al caos a la carrera, y también a que lo provoque Ricciardo en la arrancada. “Tiene el potencial para estar en los puntos, necesita recuperar todo lo que pueda, y lo más rápido que pueda. Para mí será más una carrera de resistencia, tenemos que estar ahí, aprovechar la estrategia si hay condiciones mixtas, pero será una salida interesante para los dos”.