¿Y si McLaren y Honda no se divorciaran en 2018?
En Austria, ambos parecieron asumir que seguirán juntos el próximo año. Desde Japón lo atribuyen a Honda, que se niega a romper el contrato con los términos legales en la mano
"Nunca hemos estado tan cerca de romper con Honda: vamos hacia atrás", contaba Eric Boullier en el Gran Premio de Canadá, hace justo un mes. Dos carreras después, en Austria, cambió el discurso. "Yo nunca dije eso, y me publicaron sólo una parte. No hay ninguna intención de alterar la situación para el año que viene. Y este nuevo motor que hemos estrenado en Austria es un buen paso adelante". ¿Pero qué ha cambiado en estos 30 días para que McLaren ya no alimente la teoría del divorcio con Honda para 2018?
Quizá sin quererlo, Boullier dejó la clave cuando decía suspirando que "tenemos un contrato". Y en efecto, el entramado legal que requeriría desvincularse de Honda puede ser uno de los grandes factores para echarse atrás. Según apuntan fuentes de la prensa japonesa a este diario, Honda está dispuesta a ir "hasta el final" para no separarse de McLaren. Sin ellos, sienten que "nunca más ganarían" e incluso seguir en la Fórmula 1 podría tener ya poco sentido. Toda esta situación puede dejar a McLaren obligada a entenderse a Honda... hasta nuevo aviso.
"Más convencidos de seguir que nunca"
"No tenemos ninguna intención de dejar la F1, estamos más convencidos de seguir que nunca. Tenemos la unión que queremos tener, y no contemplamos otra opción", contaba Yusuke Hasegawa, jefe de Honda. En ese "convencidos" se esconden piezas que ayudan a entender el esquema: por un lado, ya trabajan en un motor de 2018 que partirá "sobre la base de este año". El problema, sostienen, no está en el diseño –que ven prometedor– sino en la integración de todas las piezas. Una vez 'destripen' la maquinaria en invierno, confían en afinarlo todo para estar delante. Pero hay más.
It’s home time as we head up the road to @SilverstoneUK for the #BritishGP. Get race-ready with our Preview: https://t.co/AavLt80925 🇬🇧 pic.twitter.com/p8XFOCAeMS
— McLaren (@McLarenF1) 11 de julio de 2017
En Inglaterra especularon con que Honda pediría el despido de Fernando Alonso por su sueldo de 35 millones. Lo habrían visto excesivo y pedirían reinvertirlo en el desarrollo del motor, pero la versión de Japón es completamente distinta. "Honda sigue diciendo que Alonso es un piloto con habilidades extraordinarias. Por ejemplo, se quedaron boquiabiertos con su 7º en España, y sienten que se merece ese sueldo", apuntan las fuentes. Otro tema es Zak Brown y Éric Boullier, a quienes ven junto a la prensa inglesa como cómplices de una campaña de acoso y derribo. Pero al margen de esto, Honda ya sólo mira al futuro.
Desde Japón recalcan en ese término "hasta el final" para describir hasta dónde llegaría Honda para mantener vivo el contrato, pero el trasfondo del contrato o si habría algún tipo de acción legal de por medio es la gran incógnita de esta historia. Honda nunca tensará la cuerda por su cuenta, y está por ver si McLaren puede encontrar alguna vía de escape para un final pacífico. Pero lo que sugieren las palabras de Boullier es que romper la relación en condiciones normales podría necesitar la aprobación de las dos partes, y lejos de hacerse el 'harakiri', Honda sigue creyendo que su estrategia acabará funcionando.
Honda no parará hasta otoño
Honda va a exprimir el motor de este año al máximo, sabiendo que varias piezas seguirán en 2018. En Austria introdujeron el tercer motor, y aún aportando alguna mejora, siguió afectando a la fiabilidad. En Silverstone es probable que Fernando Alonso vuelva a penalizar, antes de que empiecen a centrarse ya en la 'especificación 4', que llegará probablemente en Bélgica. No se sabe si habrá un quinto motor, pero en ese caso puede llegar en Malasia, antes de la carrera 'de casa' en Japón. "Lo bueno es que ya tienen un camino claro", decía Boullier. No es algo extraordinario, pero sí un paso adelante.
Y si Honda era la viva imagen de la esperanza en Austria, McLaren mostró cierta impotencia. Ya no había alusiones a un adiós –como sí pasó en Canadá–, sino a una frustrada (y quizá indeseada) continuidad. Éric Boullier aprobó la mejora del motor, pero les instó a dar "muchos más pasos" en el futuro, sabiendo que existe un "contrato a largo plazo" que deberán cumplir con los japoneses. Pero no fue un alegato de optimismo, sino un discurso carente de energía: la metáfora del callejón sin salida en el que McLaren puede estar en 2018 con Honda.
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¿Y si McLaren se hubiera rendido en su búsqueda de otro motor? Con Mercedes, volverían a ser un 'cliente' sin opciones hasta mínimo 2020. Es algo que McLaren puede haber considerado en el esquema: su situación tan complicada obliga a hacer compromisos, y el de Honda puede no ser un salto al vacío. A día de hoy, parece entusiasmarles de todo menos tener que seguir con los japoneses. Lo que ocurra en 2018 puede ser distinto.
"Nunca hemos estado tan cerca de romper con Honda: vamos hacia atrás", contaba Eric Boullier en el Gran Premio de Canadá, hace justo un mes. Dos carreras después, en Austria, cambió el discurso. "Yo nunca dije eso, y me publicaron sólo una parte. No hay ninguna intención de alterar la situación para el año que viene. Y este nuevo motor que hemos estrenado en Austria es un buen paso adelante". ¿Pero qué ha cambiado en estos 30 días para que McLaren ya no alimente la teoría del divorcio con Honda para 2018?