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De perder las piernas a volver a pilotar en 3 meses: Monger y su hazaña de otro planeta
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SE SUBIÓ A UN COCHE EN BRANDS HATCH

De perder las piernas a volver a pilotar en 3 meses: Monger y su hazaña de otro planeta

Billy Monger, 11 semanas después de amputarle las piernas, se ha vuelto a subir a un coche y correrá en las 24 Horas de Le Mans en 2020. Su historia es más que una aventura de superación

Foto: Billy Monger, junto al coche con el que volvió a competir. (Rex Features)
Billy Monger, junto al coche con el que volvió a competir. (Rex Features)

Hay veces que la vida sorprende a los pilotos con las situaciones que menos esperan. A Billy Monger, un adolescente británico de 18 años que competía en la Fórmula 4, le ocurrió algo así el pasado 20 de abril. Cuando disputaba una carrera en el circuito de Donnington, chocó contra otro coche y sufrió graves lesiones que le hicieron perder las dos piernas. Tras salir del coma inducido, le comunicaron el diagnóstico y le soltó una pregunta a su jefe de equipo, que estaba visitándole en el hospital. "¿Se puede usar el embrague accionado sólo con el volante?". No le importaba el dolor; sólo pensaba en competir.

Aquel día hablaban de Billy como alguien "que se está tomando de forma excepcionalmente positiva la situación", pero nunca hasta el extremo que está demostrando ahora. O mejor dicho este mismo miércoles, cuando se bajó de la silla de ruedas que ahora le acompaña a todos los lados para ponerse al volante de un Volkswagen Beetle –del mundial inglés Fun Cup– y completar varias vueltas al circuito de Brands Hatch. ¿Cómo? Justo como él mismo se imaginaba postrado a la cama: con los pedales del embrague pegados al volante, sin necesidad alguna de utilizar las piernas. Fue el final feliz a 11 semanas donde ha dado toda una lección de superación.

La inspiración de la F1 y Le Mans

Desde que perdió las piernas, Monger tenía claro que iba a volver a correr. Lo decía con una seguridad pasmosa. Que lo haya hecho sólo tres meses después es más que una sorpresa, pero para ello se han volcado hasta los pilotos de la Fórmula 1. Entre todos, le regalaron un álbum de dedicatorias y una carta que, en palabras de Billy, le impulsaron a no rendirse y cumplir su sueño. Cuando veía la firma de Lewis Hamilton o incluso de Niki Lauda, se le iluminaba la mirada.

Es cierto que la F1 le encendió la mecha, pero lo que se la dinamitó por completo fue su visita hace dos semanas a las míticas 24 Horas de le Mans. Allá anunció su participación en edición de 2020. Fréderic Sausset –el jefe del programa de pilotos con discapacidad que auspiciará su trayectoria– dejó un mensaje revelador. "Es increíble lo rápido que se puesto en marcha para volver a competir; cuando hablé con él, sabía que era ideal para esta iniciativa". Que lo diga alguien como Sausset, un cuádruple amputado (también brazos) que ya ha completado las 24 Horas con un coche adaptado, dice mucho sobre la tenacidad de Monger.

"Es una incógnita cuándo volveré..."

"Con estas heridas tan graves, ¿cómo estás llevándolo todo?", le preguntaban en mayo a Monger, tres semanas después de su accidente. "Poco a poco; en el hospital han hecho un trabajo alucinante para que esté asím porque el incidente fue muy grande. Pero sólo tengo ganas del futuro; cuándo volveré a ponerme a un volante... esa es la gran incógnita". Quizá ni él mismo se imaginaría que ese momento mágico iba a llegar este verano.

Pero a Monger no sólo le ha ayudado todo el automovilismo, sino también el excelente cuidado que le dieron en el hospital de Notthingham. En apenas tres minutos de conversación, lo recordó hasta en cuatro ocasiones. "Quiero dar las gracias a todas las enfermeras por llevarme a donde estoy ahora en tan poco tiempo. Ellos querían que volviera a mi mejor versión lo antes posible". El entrevistador, que le conocía desde hace años, dejó la clave justo al final. "Pero no te olvides que tú siempre has tenido este carácter tan luchador, siempre has sido igual". Monger, con su motivación, puso la guinda perfecta.

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Lo que ha hecho esta semana 'BillyWhizz' –uno de sus motes– es en realidad un aperitivo de lo que viene a partir de ahora. En noviembre empieza el programa que le ha preparado Sausset para correr en Le Mans, y hay quien ve en él el mismo carácter de Alex Zanardi, expiloto de Fórmula 1 que acabó siendo medallista de oro en los Juegos Paralímpicos tras perder las piernas. En abril, aún en el hospital, temía que todo fuera "un proceso demasiado largo" y le llegara la hora demasiado tarde. 75 días después, salía de su silla para pisar a fondo el acelerador. Lo de Monger no es una lección deportiva, sino una proeza humana casi de otro planeta.

Hay veces que la vida sorprende a los pilotos con las situaciones que menos esperan. A Billy Monger, un adolescente británico de 18 años que competía en la Fórmula 4, le ocurrió algo así el pasado 20 de abril. Cuando disputaba una carrera en el circuito de Donnington, chocó contra otro coche y sufrió graves lesiones que le hicieron perder las dos piernas. Tras salir del coma inducido, le comunicaron el diagnóstico y le soltó una pregunta a su jefe de equipo, que estaba visitándole en el hospital. "¿Se puede usar el embrague accionado sólo con el volante?". No le importaba el dolor; sólo pensaba en competir.

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