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Cuando Sainz dispara la pistola y se mete un tiro en el pie sin quererlo
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ABANDONÓ EN LA TERCERA CURVA

Cuando Sainz dispara la pistola y se mete un tiro en el pie sin quererlo

Sainz buscó 'atacar' al resto y acabó en el muro embistiendo a dos coches. Cerró un fin de semana aciago desde el viernes y piensa ya en Azerbaiyán, donde tendrá varias tareas pendientes

Foto: Carlos Sainz, atacando los pianos en Montreal. (EFE)
Carlos Sainz, atacando los pianos en Montreal. (EFE)

Lo que mal empieza mal acaba, que sugiere el dicho. Carlos Sainz se lo conoce bien tras el Gran Premio de Canadá: si el viernes todo empezó a truncarse con una avería en el motor y siguió en clasificación con una orden confusa de Toro Rosso, en carrera duró 500 metros. Perdió el control del coche y generó un efecto multiplicador desastroso: antes de impactar contra el muro, tocó a Romain Grosjean y además embistió a Felipe Massa. A punto estuvo también de darle a Fernando Alonso. "Que se calmen un poco", les decía el asturiano. Quería 'disparar' al resto, pero se metió el tiro a sí mismo.

En televisión habló de "un choque muy fuerte" del que salió ileso "gracias a Dios". Ya en frío, con la repetición de la jugada en bucle, escribió un 'tweet' disculpándose ante Grosjean y Massa. Pero de nada sirvió el mensaje: minutos después, la FIA le sancionó con tres puestos para el GP de Azerbaiyán y dos puntos en el carnet. Recordaba en cierto modo a Baréin, donde embistió a Stroll y se ganó el mismo castigo para la siguiente carrera. Justo o injusto, Sainz se metió en un lío cuando menos pretendía hacerlo.

El ángulo ciego que Carlos nunca vió

"El fin de semana desde los Libres 1 ha empezado torcido. Cuando sales en mitad del pelotón, estas cosas siempre te pueden pasar", reflexionaba, haciendo una distinción respecto a Baréin, donde pecó de optimista a mitad de carrera con una maniobra al límite. Canadá, sin embargo, tiene el punto crítico en la salida por la gran cantidad de coches que se aglutinan en una serie de curvas muy estrechas. Y si el sábado Sainz esperaba que ese "embudo" le diera armas para echar el gancho a la zona de puntos, fue justo ahí donde aquel incidente acabó granjeándole críticas en el 'paddock'.

"Tenía un Haas a mi lado derecho en el ángulo muerto que en ningún momento he llegado a ver, y nos hemos tocado", comentaba a 'Movistar'. En las redes sociales entonó el mismo mensaje e insistía en ese "ángulo muerto", pero ya con el perdón de por medio. Las imágenes mostraban cómo Sainz intentaba meterse en la trazada antes de golpear a Grosjean y desencadenar el efecto dominó que le mandó de forma agresiva al muro. Y en efecto, es probable que no viera al francés con una pista tan estrecha y tantos coches alrededor. La gran incógnita es si resurgirá en Bakú como sí hizo la última vez que le sancionaron.

¿Qué hacer en Bakú para evitar algo así?

Insistió en pasar página, como si quisiera olvidar lo ocurrido. A juzgar por el rostro con el que volvió al 'paddock', algo desencajado según varios presentes, tenía motivos para hacerlo. "Hay que pensar en Bakú, es un circuito que tampoco debería ser bueno para nosotros, pero seguro que pasan cosas". En Rusia, pese a ser otro trazado difícil para Toro Rosso y acarrear una penalización idéntica, remontó hasta acabar en puntos. Eso sí, Franz Tost avisaba que Toro Rosso tiene "muchas cosas que hacer" si quiere salir de Azerbaiyán con mejor cara.

La primera clave será el ritmo de clasificación, que en Montreal ha vuelto a sufrir otro revés y será un factor aún más crítico en las calles de Bakú, donde adelantar no resulta fácil sin una buena velocidad punta en la zona con rectas. Y este frente es trascendental, pues el motor Renault estará en el punto de mira tras un fin de semana decepcionante con dos averías de Max Verstappen y Daniil Kvyat. Limitar daños con la sanción dependerá también de cómo Sainz gestione la agresividad con los muros tan cerca. En Mónaco destacó en este sentido, y lo cierto es que Bakú también puede dar esas sorpresas positivas que él espera.

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En cualquier caso, es probable que Sainz vuelva a salir de nuevo "en medio del pelotón", esa lotería que detestan todos los pilotos por tener que medirse a centímetros uno con el otro. En otras carreras ha salido ileso, pero en Canadá le tocó la peor parte y con prejuicio para otros dos simples "pasajeros". Quizá Alonso, con 16 años de experiencia en Fórmula 1, tenía razón cuando pedía "un poco de calma" al ver tantos coches embestidos por delante. Aún siendo un actor involuntario, el 'perdón' de Sainz parecía darle la razón.

Lo que mal empieza mal acaba, que sugiere el dicho. Carlos Sainz se lo conoce bien tras el Gran Premio de Canadá: si el viernes todo empezó a truncarse con una avería en el motor y siguió en clasificación con una orden confusa de Toro Rosso, en carrera duró 500 metros. Perdió el control del coche y generó un efecto multiplicador desastroso: antes de impactar contra el muro, tocó a Romain Grosjean y además embistió a Felipe Massa. A punto estuvo también de darle a Fernando Alonso. "Que se calmen un poco", les decía el asturiano. Quería 'disparar' al resto, pero se metió el tiro a sí mismo.

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