"¿Nico Rosberg? Ya ni me acuerdo de él". El último campeón de la F1 cae en el olvido

“¿Qué recuerdos tienes de tu batalla con Nico Rosberg? No lo sé, ya no me acuerdo de él”. Esta respuesta de Lewis Hamilton desvela el ambiente de naturalidad que reina en la Fórmula 1 sin su último campeón del mundo. Hace varias décadas también colgaron el casco fugazmente Jackie Stewart y Alain Prost tras ser campeones, pero ya habían conseguido cada uno varios títulos antes, y su legado ya habría impregnado en la historia del deporte. Y aunque la mayoría del paddock lamentó el adiós de Rosberg, ahora muy pocos parecen echarle en falta. ¿Ha caído ya en el olvido?

Si Hamilton reconoció en su momento que "echaría de menos" a Rosberg, pocos meses después su batalla con Vettel le ha devuelto una diferente motivación que no encontraba desde hace años. Porque el pulso frenético entre Mercedes y Ferrari está devolviendo el lado más pasional a la Fórmula 1 frente a la actitud calculadora que abanderaba Rosberg. Bernie Ecclestone ya avisaba de que el alemán nunca sería un buen embajador del deporte, y ni en su ausencia ha despertado la nostalgia del público. Hay quien ya le ve como uno de los campeones más efímeros de la historia.

Sin Rosberg, Hamilton vuelve a disfrutar

La respuesta de Hamilton revela cómo la Fórmula 1 tiende a olvidar a los pilotos que desaparecen pronto. Y si Ayrton Senna o Michael Schumacher calaron hondo por actuaciones sobrenaturales al volante, Rosberg fue campeón más a base de inteligencia y aplicación que de talento natural. Y en una atmósfera tan entusiasta como el automovilismo, no extraña que un perfil así empiece a caer en el olvido. “Hay pilotos que ganan y no les importa cómo estén sus rivales, pero eso no es un verdadero campeón”, resumía Hamilton, en un ‘dardo’ envenenado a cómo Rosberg siempre quiso ser campeón a toda costa y bajo cualquier circunstancia.

En realidad, Hamilton llevaba tiempo deseando otro año como 2008 y una lucha que le obligara a sudar la gota gorda. En 2014 y 2015, pese a ganar el título a Rosberg, nunca llegó a superarse a sí mismo como en aquella época. Crecerse ante los retos es una actitud unánime entre otros grandes campeones como Alonso, que dió carta blanca a la llegada de Räikkönen a Ferrari. Rosberg, sin embargo, parecía reconocer su debilidad cuando se marchaba con el título agarrado bajo el brazo. “Hay dos tipos de pilotos: o eres Alonso o eres Rosberg”, decía Jacques Villenueve al diario ‘AS’. La frase lo dice todo.

De hecho, la Fórmula 1 tampoco parece añorar a Rosberg. La entrada en escena de Ferrari ha llegado en el momento perfecto. Para Liberty, la batalla entre dos perfiles tan antagónicos como Hamilton y Vettel resulta ideal para vender la imagen de una nueva Fórmula 1 más feroz y competitiva. “Lewis lo tenía todo a mano cuando Rosberg no le molestaba”, resumía Vettel, sabedor de haber ofrecido razones para que el público se haya reenganchado a la F1. Entre Rosberg y Hamilton, todo quedaba en casa.

Sin carisma ni una actitud atractiva

Rosberg colgó una foto durante el Gran Premio de Australia donde aparecía con su hija frente a la televisión. 12 meses atrás, había ganando esa misma carrera a Hamilton y Vettel. Su única aparición del año ha sido en los test invernales, y desde entonces sólo figuras muy cercanas han hablado en su nombre. “Nico hizo un trabajo alucinante, eso le irritó mucho a Hamilton”, dijo Gerhard Berger a la ‘RTL’, defendiéndole de su excompañero. Pero fiel a su actitud conciliadora, Rosberg disfruta ahora de su ‘jubilación’ con el trofeo en la vitrina. Justo lo que llevaba soñando desde hace meses.

“El tiempo tiene un gran valor para mi, porque en general nos suele faltar. Y en las carreras, todo va demasiado rápido…”, decía Rosberg en un vídeo de UBS, donde también hablaba de cómo se vió obligado a simplificar al máximo su vida a final de 2016 para evitar distracciones en la lucha por el título. Mientras Rosberg se concentraba como un monje, Hamilton tenia reservas naturales sobradas en su talento y asistía asiduamente asistente a fiestas y eventos de ocio. La aplicación frente al talento. Agotado, Rosberg decidió retirarse y no defender su título.

Mientras el campeón actuao disfruta ahora con su nuevo rol de embajador mundial de Mercedes, todos parecen haber ganado con su adiós. También su antiguo equipo, donde reina un ambiente más distendido con Valtteri Bottas al lado de Hamilton. Algunos por egoísmo, otros por alivio, pero nadie parece echar de menos a quien siempre pareció condenado a ser el gran 'olvidado' de la Fórmula 1.