El nuevo Carlos Sainz: del pollo a la plancha al chuletón de carne roja
Esta es una pretemporada muy diferente para Carlos Sainz, sin necesidad de dietas estrictas y con una actividad en el gimnasio y en la pista como nunca había realizado antes
“No sólo es el invierno más duro de mi carrera, sino de mi vida. Los coches de Fórmula 1 serán más físicos y los pilotos vamos a tener que estar a la altura porque la forma de 2016 no nos va a servir, así que toca hacer un extra”. Y Carlos Sainz, con mucho gusto, se está poniendo como un toro. El sufrimiento que el madrileño experimenta en el gimnasio, piscina y pista de karts tiene su recompensa y motivación no sólo por las buenas noticias que le llegan desde Faenza, sino porque obtiene recompensas culinarias que le han cambiado el gesto a la hora de sentarse en una mesa. Un detalle importante en la vida del piloto.
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“Ha pasado de comer un filete de pollo a la plancha con cuatro verduras a comer pasta y un buen filete de carne roja”, indica a El Confidencial una fuente cercana al joven de 22 años. No es que pasara hambre, pero en la pasada pretemporada, durante una charla informal con la prensa, Sainz apuntó en unas cuantas ocasiones cómo echaba de menos comer bien… quizás era lo más 'duro' de su adaptación a la F1. Con esta nueva generación de monoplazas la alimentación ha cambiado y con ello su humor ante el mantel.
.@carlosainz ¡se está poniendo como un toro! 💪
— Red Bull España (@redbullESP) 9 de febrero de 2017
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Desayuno contundente, un snack a media mañana, comida fuerte, un batido de proteínas con frutas para merendar y antes de saltar a la cama una cena algo más ligera. Por cierto, que para afrontar la tarde con energía, además de una buena nutrición suele acompañar una buena siesta. Todo para ganar cuatro kilos de masa muscular y pasar de los 66 a cerca de 70 kilos.
Un invento 'made in Sainz'
Hacia mediados de diciembre, una vez disfrutó de unas vacaciones reducidas por el Caribe, comenzó su exhausto trabajo a caballo entre su residencia en Londres y Madrid. En la capital inglesa realiza gimnasio y natación, en la española aprovecha también para realizar sus originales vueltas en karting con un casco que pesa cerca de dos kilos más, un invento 'made in Sainz' y con el que experimenta una sensación en cada curva más parecida que en el gimnasio a la que vivirá sobre un F1. Va más lento que en circunstancias normales, pero sintiendo cierta violencia en cada giro del volante que sufrirá a finales de este mes en los entrenamientos de Montmeló.
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En el gimnasio, realiza una sesión especial de crossfit… “en vez de los 50 minutos que suelen durar, las mías son de 1:30-2 horas, en las que trabajamos a 180-190 pulsaciones y donde incluyo también boxeo y trabajo de cardio. No paras de hacer cosas durante todo ese tiempo y es sin duda donde más se trabaja físicamente”, reconoce Sainz en unas declaraciones a Red Bull. En el agua está más de una hora, bajo la supervisión de un entrenador de Toro Rosso, y realiza sobre todo trabajos de hombros y cuello.
¿A qué se deben las sesiones interminables de gimnasio de @carlosainz?
— Red Bull España (@redbullESP) 8 de febrero de 2017
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Siempre el cuello: “Tenemos dos maneras de trabajarlo: la primera es levantando y aguantando pesas en el gimnasio, que esto último es lo que tenemos que hacer en la Fórmula 1, poner resistencia contra una fuerza G; y la segunda es con un trabajo específico en el karting”, recalca el atleta.
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Toda esta labor física la compagina con jornadas en la que debe atender a algún patrocinador y las lleva a cabo entre la motivación que supone la mencionada alimentación con la que echa gasolina al cuerpo y los comentarios positivos que salen de Faenza. Al contrario que el año pasado, cuando el motor Ferrari debió acoplarse a contrarreloj y prácticamente a ciegas en el chasis, este año no existe tanta presión y los tiempos se van cumpliendo según lo planeado. En pocas semanas se verá si, como hace habitualmente, el chasis diseñado por James Key va en la buena dirección y si todo el ejercicio que está llevando a cabo Carlos es suficiente como para exprimir desde la primera vuelta el STR-12.
“No sólo es el invierno más duro de mi carrera, sino de mi vida. Los coches de Fórmula 1 serán más físicos y los pilotos vamos a tener que estar a la altura porque la forma de 2016 no nos va a servir, así que toca hacer un extra”. Y Carlos Sainz, con mucho gusto, se está poniendo como un toro. El sufrimiento que el madrileño experimenta en el gimnasio, piscina y pista de karts tiene su recompensa y motivación no sólo por las buenas noticias que le llegan desde Faenza, sino porque obtiene recompensas culinarias que le han cambiado el gesto a la hora de sentarse en una mesa. Un detalle importante en la vida del piloto.