Dar con la tecla o darse el trastazo: las grandes incógnitas de la nueva F1 en 2017
El amplio espacio para la creatividad y la innovación del nuevo reglamento de 2017 puede deparar grandes aciertos técnicos que marquen la diferencia, o supongan duros fracasos
“El peligro con las (nuevas) reglas es que inicialmente abrirán la parrilla (entre los monoplazas) porque cuando tienes un cambio de reglamento algunos lo leerán mejor que otros”. Adrian Newey exponía la incertidumbre sobre el enfoque técnico de cada equipo en sus monoplazas ante la nueva etapa de la Fórmula 1 que arranca en 2017.
“Cuando se produce tal cambio de reglamento, se plantean riesgos y oportunidades. Hemos establecido unos objetivos muy agresivos de por dónde debería ir el coche, y también el motor”, explica Toto Wolff en el caso de Mercedes. "Pero ¿serán suficientes? ¿O habrá otros equipos que salgan con algo mejor que lo nuestro?”. Este será uno de los grandes alicientes aque descubrir cuando los nuevos monoplazas toquen el asfalto en Montmeló a finales de febrero. Metafóricamente hablando, algunos sentirán que se han estrellado al poco de salir a la pista. O lo contrario.
El McLaren que "saltaba como un conejito"
Soluciones técnicas singulares, lagunas legales, apuestas que proporcionan una gran ventaja o un retraso de difícil recuperación... La historia de la F1 abunda en ejemplos de ambos casos. Entre los grandes aciertos, por ejemplo, uno de los más recientes es el doble difusor de Brawn que le supuso el título en 2009. Uno de los casos a los que se refería Wolff.
El equipo británico llegó con retraso a la pretemporada de Montmeló. Pero cada día que rodaba el Brawn GP001 rebajaba un segundo los cronos. En la jornada final Rubens Barrichello marcó 1.18.926 con un sideral segundo de ventaja sobre Williams de Rosberg y al Toyota de Trulli. Todos llevaban doble difusor, pero el de Brawn ofrecía una extraordinaria carga aerodinámica fruto del ingenioso aprovechamiento de una laguna legal. El resto de los rivales se echó las manos a la cabeza. Flavio Briatore echaba pestes antes de llegar a Australia.
Por el contrario, cuando Lewis Hamilton probó su McLaren en febrero reconocía desolado que era “horrible, saltaba como un conejito y hasta se quedaba en tres ruedas”. Aunque británico había ganado el título el año anterior, bajo el nuevo reglamento el monoplaza británico perdía consistentemente dos segundos frente al Brawn. Red Bull tampoco tenía respuesta al principio sin el doble difusor, pero sí incorporaba en el RB5 los escapes de soplado que también resultaron cruciales para sus títulos desde 2010 hasta 2014. También habían dado con otra tecla.
"Y, a veces, puedes encontrar lagunas legales"
“Disfruto con el cambio de reglamento porque la idea es entender mejor esos cambios que tus rivales”, explicaba recientemente el propio Newey. "Quizás hay nuevas oportunidades, quizás haya cosas en la norma donde lo que esta dice y lo que busca no es lo mismo. Afortunadamente, no existe el espíritu de la norma, solo hay que atenerse al papel, y a veces puedes encontrar lagunas legales…”. En el ambiente de la F1 se rumorea que Red Bull está logrando cifras escandalosas de carga aerodinámica con su nuevo monoplaza.
El nuevo reglamento otorga mayor libertad aerodinámica para hacer los monoplazas más rápidos, objetivo contrario al tradicional en la Fórmula 1. “Desde el punto de vista de la carrocería, suspensión y neumáticos, es el cambio más grande en 19 años”, explica James Key, de Toro Rosso. “En el chasis se trata de un cambio mayor que en 2009,y mucho mayor que en 2014”. “El terreno para el desarrollo aerodinámico se ha abierto de forma inmensa”, reconoce el director técnico de Force India, Andrew Green. ¿Cómo y con qué soluciones responderá cada equipo? Hay mayor campo para la creatividad, el ingenio y la capacidad para encontrar lagunas legales que permitan una ventaja competitiva sobre los rivales.
"Con un poco de suerte y un nuevo reglamento..."
Sin embargo, en este contexto de mayor espacio para la creatividad y la innovación, el potencial técnico y humano de cada equipo seguirá resultando crucial, porque como el propio Newey explica, "los más fuertes tienen más capacidad de investigación, así que pueden hacer un mejor trabajo que los equipos pequeños, aunque no siempre es el caso”. Como fue el caso de Mercedes ante la nueva tecnología híbrida.
“Con un poco de suerte y un poco de revolución con el nuevo reglamento, ¿cabe la oportunidad de que se equilibren las cosas en lo que se refiere a esos dos coches plateados en lo más alto del podio durante casi toda la temporada?", preguntaba Christian Horner. “Ojalá sea así”, se respondía.
En 1978, el Lotus 79 de efecto suelo revolucionó la F1. Al año siguiente, Colin Chapman llevó al extremo el concepto 'wing car' con el radical Lotus 80. Fue un fracaso absoluto y acabó retirado a las pocas carreras. Aquel mismo año, Ligier, un equipo de media tabla, desarrolló su particular concepto 'wing car' con el JS11. Arrasó en las primeras carreras de la temporada y llegó a aspirar al título hasta ser alcanzado por sus rivales a mitad de campeonato. Son otros tiempos, pero quién sabe si podrá ocurrir algo parecido en 2017.
Cuando Button probó el Brawn GP001 por primera vez en Montmeló, contaba Barrichello que se acercó al habitáculo para ver qué pensaba el británico. Ambos se miraron y comprendieron el 'pepino' que tenían entre manos aquel año. ¿Habrá pilotos que se sientan igual con su próximo monoplaza? ¿Quiénes serán los Brawn o McLaren de 2017?
“El peligro con las (nuevas) reglas es que inicialmente abrirán la parrilla (entre los monoplazas) porque cuando tienes un cambio de reglamento algunos lo leerán mejor que otros”. Adrian Newey exponía la incertidumbre sobre el enfoque técnico de cada equipo en sus monoplazas ante la nueva etapa de la Fórmula 1 que arranca en 2017.