Que la gente se vaya haciendo a la idea: "Es el final de una época en la F1"
El ingeniero británico ha vuelto a la F1 convencido por la firma voluntad de Liberty de acometer profundos cambios en los próximos años, y avanza algunas ideas clave
“Uno de los motivos de verme involucrado de nuevo en la Fórmula 1 es porque, viendo las carreras por television y no en el muro de boxes, me sentaba en casa y no tenía la menor idea de qué diablos estaba pasando”. Ross Brawn, nuevo director deportivo de la F1, empieza a mostrar las señales para el futuro de la disciplina bajo su gestión y la de Liberty Media.
“Cada decisión que se tome espero que tenga en cuenta qué damos a los aficionados”, explica en una amplia entrevista a 'ESPN'. “Como propietarios, y en mi posición, preguntaré ante cada decisión técnica y deportiva: ¿qué efecto tendrá en el espectáculo? ¿Qué efecto tendrá sobre el disfrute de los aficionados con la F1?”.
Brawn deja muy claro que Liberty está dispuesto a hacer cambios profundos. "Es mi filosofía y sé que es la Chase (Carey) y la de otros ejecutivos de Liberty Media. Es el mensaje que he recibido de ellos y lo que me ha convencido para involucrarme. Bernie (Ecclestone) ha hecho un gran trabajo y nadie puede hacerlo como él lo ha hecho, pero es el final de una época y empezamos de nuevo. Es por lo que resulta estimulante y por lo que he salido de mi retiro", comenta. A continuación, algunas pistas.
Poder ver la carrera sin un ordenador
Brawn confiesa que, en cada carrera, tenía que coger su ordenador portátil "para mirar los tiempos, quién había hecho una parada y así tantas cosas". "Empecé a pensar que, en realidad, deberías coger la carrera en cualquier momento y saber lo que estaba pasando”, dice. Para el ingeniero británico, una de las líneas maestras para el futuro es que "hay que echar un paso atrás, ver la carrera, y qué ven los aficionados. En definitiva, se trata de que quien vaya al circuito el domingo pueda seguir la carrera sin un ordenador"
En cuanto al reglamento futuro de la F1, Brawn apunta que “2017 va a ser muy interesante, un campo de pruebas para ver si se mejora o empeora la situación”, y de ser este último caso, “será una clara indicación de que habrá que repensar el tema profundamente para el futuro”. Brawn reconoce que no le gusta nada el DRS y que le gustaría involucrar a todos y encontrar una solución.
En cuanto a la lucha en pista, aboga por la “eliminación de las banderas azules” y, por las implicaciones para la emoción en la pista, se se felicita porque FIA no vaya a aplicar sanciones en carrera a menos que haya un problema serio. "Creo que va en el buen camino", dice el ingeniero, que pone como ejemplo a Max Verstappen y defiende su actuación en la pista: "Aunque haya molestado a alguna gente, así son las carreras, y eso es lo que queremos". Y se muestra totalmente en contra del sistema de penalizaciones actual con los motores híbridos: "Los aficionados piensan que es una farsa que Fernando Alonso esté en el fondo de la parrilla con 70 puestos de penalización".
Nada de buscar al coche de calle
Los nuevos motores híbridos han sido una parte del problema, tanto por su costo como por su pérdida de atractivo para el espectador. “El sonido es parte de la emoción, y una de las informaciones que más recibimos es que el sonido y la pasión han desaparecido. ¿Qué podemos hacer para recuperarlo?”, se pregunta. Para luego entrar en el tema clave –“un debate muy importante en los próximos tiempos”– sobre la presencia e influencia de los fabricantes en la F1.
Pero tanto Brawn como Liberty tienen un tema claro. "Si la Fórmula 1 se alinea con los coches de calle, lógicamente terminará con coches eléctricos y autoconducidos, y nadie quiere esto en la Fórmula 1", asegura. En definitiva, se necesitan fórmulas específicas para el futuro, aunque para ello habrá que considerar la presencia de los fabricantes y sus intereses. “No tengo la solución”, reconoce el propio Brawn. "Así que hay que sentarse con los fabricantes y entender cuáles son sus objetivos y ver cuál es el camino para el futuro. Este es otro elemento clave".
Habrá más carreras
El británico también busca que los equipos puedan “encontrar un buen modelo de negocio con una gestión razonable”. Y avanza que a partir de 2020 habrá otro sistema financiero en el que aquellos puedan tener opciones “con prudencia y una buena gestión”, insinuando de nuevo que se modificará el actual modelo. Para ello, también se intentará controlar el “cuanto más gastas, más rápido vas”, para lo que plantea un futuro reglamento técnico que reduzca lo anterior. "A mayor inversión, menos recompensa. Esta es la idea, lograrla es más difícil”, apunta. Brawn también avanza que se discutirán los límites presupuestarios para los equipos, un tema espinoso donde no las tiene todas consigo. “No digo que debamos tenerlo, pero ciertamente habría que discutirlo, porque afrontaría muchos problemas”.
Tanto Brawn como Liberty “están totalmente en línea para trabajar la herencia de la Fórmula 1” cuidando un núcleo de carreras que tiene que preservar, dice Brawn, en referencia a algunas europeas. Pero también pide ayuda a los pilotos. "No ha sido fácil que ayuden en los programas de apoyo, quizás necesitemos un cambio generacional y la próxima generación sabrá que es parte de su responsabilidad”.
Liberty quiere decididamente aumentar el número de pruebas en el calendario (se rumorea que hasta 25), aunque Brawn lanza el guante a los equipos con mano izquierda. “No hay ninguna razón por la que no pueda haber más carreras, pero no con las estructuras que los equipos tienen ahora, por lo que hay que darles la capacidad para que puedan hacerlo adecuadamente”, dice en referencia a la necesidad de doblar el personal de los equipos. "Es posible y puede hacerse”.
Los jóvenes, en Fórmula 1 por mérito y no por cartera
Brawn también aboga porque los equipos pequeños se conviertan en la plataforma para el acceso a los jóvenes pilotos. “Y quizás hacerlo de forma obligatoria, con un sistema de elección, de forma que quienes lleguen (a la F1) empiecen primero por un equipo pequeño la primera temporada y luego sigan ascendiendo a los equipos top”.
Para ello apunta a la posibilidad de que Fórmula 3, Fórmula 2 y F1 compartan el mismo fin de semana. "Para que los aficionados conozcan a los jóvenes y les vean ascender, una manera de mejorar el entretenimiento (con más categorías promocionales los domingos), y asegurándonos de tener en la Fórmula 1 pilotos solo por su mérito".
“Uno de los motivos de verme involucrado de nuevo en la Fórmula 1 es porque, viendo las carreras por television y no en el muro de boxes, me sentaba en casa y no tenía la menor idea de qué diablos estaba pasando”. Ross Brawn, nuevo director deportivo de la F1, empieza a mostrar las señales para el futuro de la disciplina bajo su gestión y la de Liberty Media.