Encuentre las '7' diferencias del Carlos Sainz de ahora con el de hace justo un año

“No me pone triste en absoluto. Voy a terminar este año pensando en lo que podría haber sido sin tantos abandonos. Estoy contento con el rendimiento en general”. Hace justo un año, antes de la última carrera, la prensa abordaba a Carlos Sainz con tacto y delicadeza. La suerte mecánica no le había tratado bien durante 2015 y su situación, por debajo en la tabla de Max Verstappen, era tan compleja como difusa: oficialmente no estaba confirmada su continuidad en Torro Rosso. ¿Qué tipo de piloto era el español de 21 años? Doce meses después las dudas se han transformado en necesidades y exigencias para 2017. Su evolución como piloto de Fórmula 1 deja un poso diferente antes de su última función en esta temporada.

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“Esto no es lo que quieres en un año de novato, y no es para lo que estás aquí, estás aquí para obtener experiencia y para aprender. Así que no es claramente un buen balance de abandonos esta temporada. Pero, ¿qué puedo hacer?”, y Franz Tost, su jefe, le respondía: “Lo siento mucho por Carlos, no puede hacer nada al respecto”, como lo hizo en otras ocasiones durante el invierno cuando señaló que era “injusto comparar a Carlos con Max” por la cantidad de problemas que había sufrido el madrileño. James Key, el responsable del diseño del monoplaza, también arropaba al 'rookie' español: “La gente del equipo tiene un enorme respeto por lo que ha hecho (Carlos), pese a haber pasado siempre algo inadvertido públicamente por las razones que todos sabemos (Verstappen)”.

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De ese tipo de lamentos en forma de justificación para que el equipo continúe apostando por él, a los lamentos para que su equipo no le permita echar a volar a otro equipo más grande y con posibilidades, como Renault. “Espero que en Red Bull entiendan que no puedo esperar toda mi vida”. De afrontar la última prueba con un perfil discreto a 'levantar la voz'. Toro Rosso antes suponía una oportunidad y ahora es algo con lo que debe conformarse.

Pidiendo clemencia a las averías

En 2015 abandonó en siete ocasiones -más una avería temporal en China- y en cuatro de ellas rodaba en los puntos (en otras dos partió desde el pitlane). “A ver si termina de pasarnos todo lo que tenga que pasar este año y el año que viene tenemos un año limpio sin problemas. Así por lo menos podemos terminar carreras y demostrar lo que podemos hacer”, rezaba en alto Sainz. De esos deseos ha pasado a que 2017 sea “mi primer año en F1 sin pilotar el coche más lento (en rectas) y poder estar en un equipo superior en 2018”. Por un lado espera como agua de mayo el nuevo monoplaza y por otro le daba "pena" que concluyera todo estando en su actual estado de forma.

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“No te puedes hacer la idea de lo que he aprendido desde Australia 2015”. Carlos Sainz realzó después de verano su notable evolución y a Abu Dabi llega con cuatro puntos menos de los que el “nuevo Senna” hizo en 2015 y también con una ventaja de 38 puntos con respecto a Daniil Kvyat desde el GP de España, cuando el ruso regresó al equipo de Faenza. Es la mayor diferencia entre compañeros dentro de la parrilla y otra demostración de su progresión no sólo en la parrilla, sino también dentro de su propio equipo, del cual ha adquirido irremediablemente un papel de liderazgo.

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“¡Wow! Ya es la última carrera de la temporada. ¡Es increíble cómo ha pasado la temporada de rápido!”, reflexionaba este miércoles Carlos Sainz, y le faltó añadir: y de qué manera se ha dado la vuelta a la tortilla...