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Alonso contra Schumacher: "Dios, quién es esta criatura con la que estamos luchando…"
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LA GUERRA PSICOLÓGICA CONTRA EL RIVAL

Alonso contra Schumacher: "Dios, quién es esta criatura con la que estamos luchando…"

Alonso recordaba sus gestos de guerra psicológica con quien fue uno de los grandes maestros en la materia. El piloto español tuvo una buena escuela para el futuro

Foto: Michael Schumacher y Fernando Alonso en la temporada 2003.
Michael Schumacher y Fernando Alonso en la temporada 2003.

Duelos de machos alfa. “Entonces, empiezas a conocer cómo es el carácter de un piloto o la personalidad y comienzas a… no a jugar, pero sí a conocer al otro un poco más. Así que cuando estás en una rueda de prensa o en un podio, sabes cómo actuar para ponerle un poco nervioso. Estamos jugando un poco, y ellos hacen lo mismo contigo”. Fernando Alonso explicaba en la reciente entrevista de F1i.com el duelo psicológico que mantuvo con Michael Schumacher fuera de la pista.

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“Yo sólo intentaba estar firme y muy confiado en mí mismo en cada rueda de prensa y podio porque ello parecía afectar un poquito a Schumacher”. Crear una ventaja psicológica sobre tu oponente es un arte y también requisito imprescindible para batir al rival. Su caso era singular, porque un todavía muy joven Alonso se enfrentaba al piloto más exitoso de la historia y en la cima de su carrera. Que el español lograra dos títulos frente al maestro en la guerra psicológica de la época confirmaba su potente personalidad, y que aprendió bien la lección para el futuro.

"Lo hacía porque quería ponerte nervioso"

Ayrton Senna y Alain Prost, por ejemplo, escribieron toda una enciclopedia al respecto. Uno de sus más originales episodios se produjo en el Gran Premio de Portugal de 1988, su primera temporada juntos. Tras lograr el mejor tiempo al comienzo de la sesión clasificatoria, Prost se permitió el lujo de bajarse del monoplaza, ponerse los vaqueros, y seguir la media hora final de la sesión sentado en el muro de boxes, mientras Senna seguía dando vueltas infructuosamente hasta el final.


“Él siempre hacía grandes celebraciones después de una victoria en España, o en una carrera que era importante para Renault”, explicaba Alonso respecto a Schumacher, “estaba 'sobrecelebrando' en comparación a otras carreras, y sabías que hacía eso porque él quería ponerte nervioso… Así que comenzamos a conocernos”. Y a responder.

"Se trataba de minar al rival"

Schumacher, alabado por su personalidad amable en privado, mostraba sin embargo un gesto generalmente arrogante dentro de los circuitos. Parte del juego, porque era un verdadero maestro en jugar todas sus bazas contra el rival. Incluso empezó en su primera carrera contra Andrea de Cesaris y la anécdota del bache. Y el podio era una de ellas, como recordaba el propio Ross Brawn. “Nunca parecía haber sudado mucho después de una carrera debido a su condición física”, recordaba el ingeniero británico al respecto “En parte, porque Michael sabía lo que tenía que hacer para ser un gran piloto, y porque se trataba también de minar al rival”.

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“Al principio, Schumacher llegaba al podio, y tenías junto a él a dos pilotos que ni siquiera se podían mantener de pie”, recordaba Brawn, “pero Michael se ponía a saltar. Debían mirarle y pensar : “Dios, quién esta criatura con la que estamos luchando…”. Además, él tenía ese enorme gimnasio móvil que llevaba a todas partes. Y una parte de ello era para levantar la mano hacia los otros pilotos y decirles: “No solo estoy probando cada día, voy al gimnasio por la noche y preparándome físicamente”. Contra este piloto se enfrentó Alonso para lograr su primer título

Ganarle a Schumacher en casa

El piloto español comprendió pronto a quién se enfrentaba, y actuaba en consecuencia. Como en la rueda de prensa tras el Gran Premio de San Marino de 2005, cuando Alonso granó tras mantener a su estela a Schumacher en las últimas vueltas de su carrera, con un motor sin un cilindro. El español ya se confirmaba entonces como un serio candidato a destronar a Schumacher.


Escuchar nuevamente aquellas palabras de un inmutable Alonso, su lenguaje corporal con Schumacher a la derecha, explicando los detalles de la parte final de la prueba…. Aquel era el gran premio de casa para Ferrari, tras una espectacular preparación por parte del equipo italiano, como el piloto alemán recordaría tras la prueba, y donde el propio Schumacher cometió un error al principio de la carrera. Aquel día jovencísimo y sereno Alonso escenificó a la perfección la derrota de Ferrari y Schumacher.

"Más de diez puntos por el aspecto psicológico"

Ambos mantuvieron durante dos años un gran pulso psicológico, marcándose el terreno desde el punto de vista mental. Otro ejemplo, el Gran Premio de Alemania de 2006, donde Ferrari llegaba con dos victorias seguidas y había recortado a solo 17 puntos la ventaja que había logrado Alonso con cuatro consecutivas.

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“Nuestro espíritu competitivo se ha vuelto a despertar, y quiero el título. Las cosas cambian rápidamente en la Fórmula 1, estamos convencidos de nuestro objetivo, que es poner presión a nuestro rival, recuperar el terreno y ganar de nuevo”. ¿La respuesta de Alonso, cuando Renault empezaba a perder terreno? “Me siento muy optimista, se trata de terminar el trabajo. Una victoria en Alemania valdría más de diez puntos por el aspecto psicológico. Intento ganar todas las carreras, pero significaría mucho ganar aquí”. Así, una y otra vez. Ganó Schumacher aquel gran premio. El título fue para Alonso.

"Alonso, como Muhammad Alí"

Curtido en su duelo con el alemán en Alonso debieron quedar las lecciones bien aprendidas. Por ejemplo, en aquella larga secuencia en Twitter de 2012, donde ofrecía sus tuits diarios detallaba al minuto sus agotadores entrenamientos físicos. Destinados a sus rivales, y también a su propio y renqueante equipo, que luchaba por salvar la cara con el paupérrimo F2012.

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“Como Muhammad Ali, las declaraciones de Alonso a los medios son muy intencionadas”, denunciaba el mismísimo Dietrich Mateschitz en 2013, “es el peor de todos en la guerra psicológica”. Todo un piropo en un mundo como la Fórmula 1. “Gente como Alonso, que dice que Sebastian no es el mejor piloto, que solo tiene el mejor coche. Son declaraciones con objetivos muy políticos…”. Michael Schumacher se encontró con la horma de su zapato. Los que vinieron después lo sufrieron.

Duelos de machos alfa. “Entonces, empiezas a conocer cómo es el carácter de un piloto o la personalidad y comienzas a… no a jugar, pero sí a conocer al otro un poco más. Así que cuando estás en una rueda de prensa o en un podio, sabes cómo actuar para ponerle un poco nervioso. Estamos jugando un poco, y ellos hacen lo mismo contigo”. Fernando Alonso explicaba en la reciente entrevista de F1i.com el duelo psicológico que mantuvo con Michael Schumacher fuera de la pista.

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