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Alonso y Sainz: con el casco puesto, a cuchillo, y no hay amistad que valga
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a punto estuvieron de sufrir un accidente

Alonso y Sainz: con el casco puesto, a cuchillo, y no hay amistad que valga

El incidente en la curva 3 entre Sainz y Alonso pudo haber provocado un fenomenal accidente evitado de milagro. Para ambos, fue una carrera de pico y pala sin recompensa

Foto: Momento en el que Alonso pisa la hierba, con Sainz a la derecha.
Momento en el que Alonso pisa la hierba, con Sainz a la derecha.

“Sí, estoy atacando desde la primer vuelta, pero hemos tenido tráfico durante quince vueltas con un coche que no debería estar en la carrera. Así que haz tu trabajo y yo haré el mío. El duro mensaje de Fernando Alonso a su ingeniero en pleno GP de Méxiconos recordó que un tema es ver las carreras desde un sofá, y otra protagonizarlas con la adrenalina a tope. Sobre todo cuandorondó por el flanco del español un potencial accidente de imprevisibles consecuencias.

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Solo el piloto de McLaren sabe hasta dónde se dispararon sus pulsaciones cuando daba latigazos en la hierba y fuera de ella. “Casi hago un trompo a 300 km/h, en medio de la recta”,tras sacarleCarlos Sainzfuera de la pista en la curva tres.Grandes amigos fuera de ella, el episodionos recuerda, sin embargo, hasta qué punto la amistad pasa a un segundo plano con el casco puesto. "No fue una maniobra demasiado limpia", comentó el asturiano a la prensa inglesa.

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Como en Austin, como en el Hermanos Rodríguez, la evolución en la recta final de estatemporada haya llevado aToro Rosso y McLarena converger de nivel, y a los españoles a convertirse en estrechos rivales en la pista. Toro Rosso está encontrando su suelo. McLaren, su techo. El GP de México fue para ambosunacarrera de casco, pico y pala sin la menor recompensa. Pudo ser mucho peor.

Mark Temple pagó los platos rotos

Ver el último coletazo del McLaren en elasfalto tras pasar por la hierba ponía los pelos de punta,con solo pensar qué podría haber ocurrido de no haber Alonso controlado la zaga de su coche. Con los muros a la izquierda y la mitad de la parrilla lanzada en manada por detrás, un toque entre ambos hubiera tenido consecuencias impredecibles. Sólo hace falta recordar el episodio de Hamilton y Rosberg en Montmeló en otrascondiciones de pista y menor velocidad.

“Con un coche que no debería estar en carrera”. ¿Se refería Alonso a cómo salvó milagrosamente un potencial accidente? O, más en concreto, quizás, aque hubo que 'desinflar' el motor de su monoplazaal comienzo de la carrera por un problema con el motor de combustión,como luego nos recordaría Hasegawa.No era la primera vez que un piloto se revuelve contra un ingeniero cuando se le pide que ataque, pero que Alonso contestara de forma tan destemplada a Mark Temple quizás ponía en evidencia hasta qué estaba a tope de vueltas dentro de su casco.Delataba también el 'marrón' que se estaba tragandodespués por la maniobra de Sainz, frustrada ya su carrera sin opciones de entrar en los puntos, como luego se comprobaría.

"... una maniobra que no fue muy limpia"

“Le teníamos adelantado desde el principio de carrera, pero bueno, supongo que no vería por la parte izquierda, una maniobra un poco extraña ahí que comprometió la carrera”. Quizás Alonso se mostró más circunspecto por tratarse de Sainzy no de otro piloto.“Pasamos 50 vueltas detrás de Carlos, tuvimos una maniobra en la primera curva que no fue muy limpia, le pusieron cinco segundos a Sainz, pero cuando pasas 50 vueltas por detrás, tu carrera está comprometida”. ¿Qué hubiera dicho de ser otro piloto?

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Las imágenes mostraban cómo Alonso se quedaba en su línea, en el borde de la pista, mientras Sainz cerraba progresivamente su trazada. ¿Vio eldeToro Rosso a su rival y se la cerró? Con retrovisores “del tamaño de un sello de correos”, comodefinía Mark Webber a los espejos de un Fórmula 1, parecía que el McLaren estaba en un punto ciego para el Toro Rosso. Pero solo su piloto podía saberlo.

"Cuando le ví era tarde, no estábamos emparejados”, contestaba Sainz recién bajado del monoplaza, “en la salida no sé por donde va cada uno, en mitad de la recta, al salir de la curva tres he mirado por el retrovisor y he visto a Fernando por la hierba, no sé cómo ha sido ni qué ha pasado”. Pero Sainz sacaba la vena cuando también declaraba que "si le puse a Fernando en una posición peligrosa, lo siento, pero son carreras, en la primera vuelta. No voy a regalar mi posición, especialmente cuando estoy casi un coche por delante, no esperas tener un coche ahí, cerca de un piano, en tracción con el neumático blando, cuando tienes más grip con el superblando". O sea, que Alonso le había echado un par de narices, pero... cerrojazo.

Lo que puede salir mal, sale peor

“No teníamos el ritmo en todo el fin de semana, una carrera aburrida atrás, sin grandes luchas. Es difícil adelantar en este circuito, y no pasaba nada por delante”. La de México fue otra deesas pedradas que Alonso ha tenido que tragarse esta temporada. Tráfico, segunda parada en boxes lenta, un motor rebajado de potencia... “Creo que van a ser un par de carreras durillaslas que faltan”, aventurabaayer Alonso, dejando traslucir su estado de ánimo… “la perspectiva es que falta un mes justo para acabar e irse de vacaciones”.

Sainz también le fue a la zaga a Alonso en cuanto a ladrillazos. “¡Vaya tarde más dura!”, se quejaría después. No era para menos. El cambio comenzó a fallar “bajando marchas, ya camino de la parrilla”. Arrancaba con la pruebael largo rosario del español, luego con“los frenos, que empezaron a calentarse desde la primera vuelta”.Sainz también se tocó con Massa en la segunda curva tras la salida, dañando sualerón delantero, perdiendocarga aerodinámica y también ritmo de carrera. En un monoplaza que lleva “un paracaídas abierto” por la falta de potencia, como nos recordaba el propio Alonso.Todo un poema, vamos.

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Mejor asíque haber destacado por ese posible y violentoaccidente en la primera vuelta. Pero algo sí nos perdimos todos: la conversación que, a buen seguro, habrán mantenido Fernando Alonso y Carlos Sainzsobre ese delicadomomento tras el Gran Premio de México. Sin cascosporque, con ellos puestos, ni amigos ni leches.

“Sí, estoy atacando desde la primer vuelta, pero hemos tenido tráfico durante quince vueltas con un coche que no debería estar en la carrera. Así que haz tu trabajo y yo haré el mío. El duro mensaje de Fernando Alonso a su ingeniero en pleno GP de Méxiconos recordó que un tema es ver las carreras desde un sofá, y otra protagonizarlas con la adrenalina a tope. Sobre todo cuandorondó por el flanco del español un potencial accidente de imprevisibles consecuencias.

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