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Carlos Sainz hace el gran premio de su vida... pese al "cabroncete" de Alonso
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SEXTO, IGUALA SU MEJOR RESULTADO EN FÓRMULA 1

Carlos Sainz hace el gran premio de su vida... pese al "cabroncete" de Alonso

El GP de Estados Unidos de 2016 no se le olvidará nunca a Carlos Sainz tanto por el sábado como por el domingo. Hizo la mejor carrera desde que está en Fórmula 1

Foto: Carlos Sainz, en su Toro Rosso bajo el sol de Texas.
Carlos Sainz, en su Toro Rosso bajo el sol de Texas.

Cuando se bajó del coche, su ingeniero Marco Matassa acudió en su búsqueda para darle un fuerte abrazo. Su padre, instantes después, hizo lo propio. Era para estar orgulloso, incluyendo su gran jefe: “Es la mejor carrera que le he visto hacer en Fórmula 1”. Helmut Marko fue directo a la hora de calificar el sexto lugar de Carlos Sainz en el GP de EEUU. El de Austin ha sido el fin de semana de su vida tanto por la machada del sábado, con una vuelta espectacular, en Q2 como por la del domingo, con una salida perfecta y una gestión de neumáticos en la segunda mitad de la prueba brillante. Iguala su mejor resultado en F1, el logrado en España este año, con la diferencia de que ahora su coche es el que peor motor tiene de toda la parrilla y que su chasis no ha evolucionado como el de sus rivales. Su compañero en Toro Rosso, Daniil Kvyat, finalizó en undécimo lugar, donde apuntaban las simulaciones del equipo.

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"Por las nubes con este sexto puesto y disfrutando la lucha con el crack de Alonso... ¡'cabroncete'!", escribió en sus redes sociales tras mostrarse pletórico ante la prensa: “He vuelto a terminar sexto, pero diez carreras después y sin haber desarrollado casi el coche. Estoy encantado… Buah, esto va a ser muy difícil de repetir. Es como una victoria. No pensábamos que esto pudiera darse, teníamos previsto como mucho pelear por el décimo puesto”. Sainz situó el STR11 donde no debía estar, como el día anterior cuando en Q2 marcó el octavo mejor tiempo –sacó tres décimas a Kvyat con el mismo coche- y se coló por sorpresa en la Q3. “No me lo creía cuando miré la lista de tiempos, y en el equipo creo que tampoco”, reconoció el madrileño el sábado. Nadie hubiera apostado ni por una Q3 ni un sexto lugar de Toro Rosso a estas alturas de la película. En Texas ha sacado petróleo con un coche en el que estaba previsto sufrir como lo hizo Kvyat, ruso al que ha renovado este fin de semana Red Bull y que sólo ha ganado dos veces en la temporada al español (tanto los domingos como los sábados (12-2)).

La curva de aprendizaje sigue elevándose

Si en clasificación las manos de Sainz a una vuelta fueron la clave, el domingo lo fue su evolución en F1. En Red Bull valoran muy positivamente no sólo los resultados, sino la curva de aprendizaje y la de Sainz, tras casi dos años, sigue creciendo: “No imaginas lo que he mejorado desde Australia 2015. Era fácil como novato poner la excusa de que no tenía suficiente velocidad punta para adelantar. No sabía cómo adelantar a los que me sacaban 20 km/h en velocidad punta, pero después de unas 40 carreras en F1 encontré el camino, el lugar donde pensabas que nunca podrías pasar, o utilizar tu batería y el DRS y gestionar mejor los neumáticos en cierta curva es increíble”, aseguraba en una entrevista a ‘Motorsport’ esta semana. Precisamente ese último apunte, el de la gestión de gomas, es el que le ha valido su sexto puesto.

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Sainz partía con desventaja inicial al ‘calzar’ superblandos, cuando sus rivales tenían un compuesto más duro. El canterano de Red Bull debió alargar su primer stint como el resto cuidando sus gomas, algo similar tras pasar por boxes por última vez: los datos indicaban que era el único de los catorce primeros coches que afrontaría el último tercio de carrera con neumáticos blandos, el resto llevaban medios. ¿Cómo iba a influir en las últimas vueltas esa decisión? Felipe Massa, con motor Mercedes, se le echó encima a poco más de diez vueltas para el final y parecía una presa fácil. Sin embargo, el joven de 22 años aguantó, cerró puertas, frenó como ha aprendido durante los últimos 40 fines de semana de carreras y se presentó a falta de tres vueltas agarrando como podía el quinto lugar. Massa atacó a Sainz, dejó la puerta abierta y por ahí se coló Alonso, quien, con motor también superior, se le merendó en la última vuelta a final de recta.

La clave para aguantar con el coche caducado

Ahora bien, ¿cómo aguantó tanto Sainz al principio y al final con un monoplaza caducado? Hace unos días en ‘Autosport’, el director técnico de Toro Rosso, James Key, respondió por adelantado: “Normalmente, a un piloto novato le lleva un año aprender a gestionar los neumáticos y, nuestros dos pilotos, dieron un gran paso hacia delante este pasado invierno en este sentido. El año pasado sufrimos muchos problemas de neumático en determinadas condiciones de calor y en esta pretemporada comenzamos a desarrollar mejores maneras para cuidar las gomas. Reajustamos el coche enfocándolo en hacer la vida más fácil a los neumáticos y aprovechamos las tardes del invierno para que ambos pilotos aprendieran a gestionar mejor las gomas. Y comenzó a funcionar”. En Estados Unidos ha quedado claro: “Ha cuidado los neumáticos de una manera impresionante”, reconoció Franz Tost.

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Al final de la prueba, su máximo rival sobre la pista, Alonso, tuvo unas excelentes palabras para definir la actuación de su compatriota: “Carlos ha estado fantástico toda la carrera. He ido detrás de él, con cero errores y muy consistente. Ha sido una gran pelea”.

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“El resultado de hoy es muy especial para mí y el equipo. Es un resultado ‘top’, ‘top’, ‘top’. Ha sido un fin de semana que siempre recordaré. Nuestras simulaciones de carrera decían que sólo podíamos acabar en P11 o P12… Estoy encantado, definitivamente lo celebraré con champán porque para mí es como una victoria”. Sainz irradiaba más felicidad que el podio (con permiso de Ricciardo) y no era para menos pues es el colofón a una semana en la que ha visto cómo la prensa internacional le colocaba como uno de los hombres claves para el mercado de pilotos del año que viene y tras haber declarado públicamente a Red Bull que no puede ser su “tercer piloto toda la vida”. Este domingo lo volvió a demostrar, que su cuerpo y manos le exigen más coche, más responsabilidad, más equipo.

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PD: La guinda a su fin de semana ‘soñado’ fue el hecho de pelear en pista con su ídolo y ser batido con honor: “¡La batalla con Fernando fue muy divertida! Sabía que acabaría pasándome, pero me dije a mí mismo: “¡Pongámoselo un poco complicado!”. Sabía dónde me iba a atacar y cómo me tenía que defender… le he visto correr durante los últimos 12 años. Y creo que haberle mantenido por detrás hasta que abrió el DRS y dicjo “ciao, ciao”, fue bastante decente”.

Cuando se bajó del coche, su ingeniero Marco Matassa acudió en su búsqueda para darle un fuerte abrazo. Su padre, instantes después, hizo lo propio. Era para estar orgulloso, incluyendo su gran jefe: “Es la mejor carrera que le he visto hacer en Fórmula 1”. Helmut Marko fue directo a la hora de calificar el sexto lugar de Carlos Sainz en el GP de EEUU. El de Austin ha sido el fin de semana de su vida tanto por la machada del sábado, con una vuelta espectacular, en Q2 como por la del domingo, con una salida perfecta y una gestión de neumáticos en la segunda mitad de la prueba brillante. Iguala su mejor resultado en F1, el logrado en España este año, con la diferencia de que ahora su coche es el que peor motor tiene de toda la parrilla y que su chasis no ha evolucionado como el de sus rivales. Su compañero en Toro Rosso, Daniil Kvyat, finalizó en undécimo lugar, donde apuntaban las simulaciones del equipo.

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