Así captan afición en Estados Unidos a la Fórmula 1: 'si llueve, ganas dinero'

Les ha faltado prometer la luna. Los organizadores del GP de EEUU se han propuesto tener este fin de semana las gradas llenas dando la vuelta a errores y malas experiencias del pasado con estrategias originales y potentes. Una garantía 'anti lluvia', la construcción de 12.000 plazas de aparcamiento, la eliminación de posibles caminos de barro y la contratación -en exclusiva mundial- para el sábado de la estrella del pop Taylor Swift han sido algunas ideas para atraer a los habitantes del lejano oeste hacia la competición 'extraña' de monoplazas 'made in Europe', que en 2015 sufrió un resbalón con un temporal que nadie esperaba.

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¿Dónde se puede ver el único concierto de Tylor Swift de todo el año? En el GP de EEUU de Fórmula 1. A ojos (en este caso oídos) del aficionado que ignore los temas musicales de esta norteamericana le dará igual que a una carrera de F1 vaya una de las artistas pop del momento. A los organizadores no, cuya pasión por el motor va en sintonía con las cuentas de la empresa. ¿Y si los grandes premios de Fórmula 1 deben entenderse de una manera diferente? ¿Y si ya no vale sólo con celebrar una carrera? Con amplia experiencia en el entretenimiento norteamericano, en la actualidad, los organizadores lo ven así. El espectáculo que se ofrece en el asfalto no es suficiente y el canon, en este caso cerca de 30 millones de euros, no se puede pagar sólo con los monoplazas.

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“Los aficionados tendrán la carrera y, además, se les reembolsará el dinero, además de un pequeño beneficio. Es una de las cosas más creativas que hicimos y fue para aquellos que compraran las entradas antes del 4 de julio”. El CEO del Circuit Of The Americas, Bobby Epstein, narra de esta manera al periodista especializado James Allen (JAonF1.com), la iniciativa de devolver el 105% de la entrada del gran premio si cae una determinada cantidad de agua en las 24 horas previas a que dé comienzo la carrera del domingo. El año pasado, un aguacero -coletazos del huracán Patricia- obligó a cancelar los segundos libres y a posponer la clasificación en la pista, fuera de ella propició que miles de aficionados abandonasen el circuito por senderos embarrados con dirección a sus domicilios. La consecuencia final fue la pérdida miles de potenciales clientes dentro del circuito y la duda de si volver para este 2016. Por cierto, a día de hoy no aparece lluvia en el radar meteorológico (más difícil era saberlo por junio o mayo).

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La reacción de los organizadores, además de esa apuesta contra las nubes, ha sido la de modificar los accesos y eliminar la posibilidad de barro. También han bajado el precio de las entradas y han establecido un servicio de autobuses con capacidad para mover a 25.000 aficionados con otra garantía: no esperar más de 55 minutos en la parada. Con todas estos planes llevados a cabo esperan tener el mejor sábado (día de la actuación de Taylor Swift) y el segundo mejor fin de semana de sus cinco años de historia tras el inaugural en 2012.

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Nadie mejor que el organizador de cada carrera conoce los gustos, inquietudes y dudas de su público, en Austin lo han demostrado dándoles las garantías, espectáculo (por el concierto) y seguridad que requieren sus aficionados. Otra cosa es que la Fórmula 1, en la pista, también dé al país del espectáculo una competición a su gusto. Quizás, la de 2017 sea más atractiva que la actual. Como señalaba Bernie Ecclestone hace unos meses: “Tengo que ofrecer un producto de calidad a los organizadores”, y con ello hacerles la vida más fácil para que abarroten sus circuitos sin la obligada necesidad de tirar de la artista pop del momento o lanzar un órdago al sol. Adelantamientos, sonido de los monoplazas o carreras menos predecibles son algunos de los agujeros que se intentarán tapar... aunque en este asunto no están solos ya que la industria del 'motorsport' norteamericana está preocupada con una caída en los índices de audiencia en general.

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