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Grosjean o cuando la vida de un piloto está en juego: "Los frenos son una mierda"
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TERCERA SEMANA CONSECUTIVA QUE SE ESTRELLA

Grosjean o cuando la vida de un piloto está en juego: "Los frenos son una mierda"

Romain Grosjean también se fue contra las barreras en el GP de Japón, como en Malasia, Singapur y Bahrein. Su preocupante situación se refleja en la tensión a través de la radio

Foto: "¿El freno no frena?", se preguntó irónicamente Grosjean por radio en Japón.
"¿El freno no frena?", se preguntó irónicamente Grosjean por radio en Japón.

“Pilotas a 320 km/h y el freno no funciona, ¿cómo reaccionas? Puede ser peligroso. Hay cosas que no acepto. Y no es contra el equipo, es contra el suministrador. Siempre es peligroso, pero más aquí porque se trata de un circuito de gran velocidad”. Romain Grosjean, tras bajarse de su Haas este viernes en el GP de Japón, expresó su preocupación por la mayor pesadilla que puede sufrir un piloto: acelerar sin saber si habrá frenos. Unas horas antes de este tercer impacto consecutivo, tras el de Singapur y Malasia, se quejó de que se hicieran públicos sus comentarios por radio -“parece como si fuera un imbécil en el coche”-, explicaba el francés, aunque “ponte en mi lugar”, señalaba este viernes tras soltar un: “Los frenos son una mierda”. No es la manera más relajada de pilotar.

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En cada una de las dos últimas carreras sufrió un accidente por culpa de los frenos. Anteriormente también lo hizo en Bahrein, pero cada uno son “fallos diferentes”, asegura el jefe de equipo, Gunther Steiner. “Hoy me estrellé porque los frenos no funcionaron, estaban demasiado fríos. Los frenos funcionan en una determinada ventana de temperatura y me quedé sin ellos. Por eso es normal que esté un poco irritado”.

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“La última carrera escapé sin ningún daño (físico), y llegamos aquí y volvemos a sufrir el mismo fallo...”, indicaba un molesto Grosjean. Cualquier comentario a través de la radio parece justificado ante la gravedad del asunto. Si la vida de un piloto de F1 está en juego en cada carrera ya de por sí, en el caso de Grosjean el porcentaje de un posible accidente peligroso aumenta sabiendo que este error no avisa y puede venir con un monoplaza junto a él a 300 km/h, con un coche de seguridad en pista, en una curva, al final de una recta… una macabra lotería que lleva ganando tres semanas consecutivas.

“Parezco como un imbécil, pero soy majo”

Bajo esta tensa incertidumbre, parece normal que se le escapen improperios cuando algo no funciona. “Parezco como un imbécil, pero soy un tipo majo y creo que todo el mundo lo sabe. El equipo es consciente de que presiono porque también lo hago conmigo mismo, pero intento controlarme porque sale por televisión y la gente que no me conoce lo ve como algo negativo. Soy apasionado. No soy un finlandés calmado. Soy más un chico latino”.

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En este sentido, su reacción es muy similar a la de Fernando Alonso, cuando ha apuntado alguna vez que le sacaban demasiadas veces por radio, con la diferencia de que el galo, aunque lo mande al subconsciente, sabe que está subido a un monoplaza que puede mandarle contra un muro de neumáticos en cualquier momento.

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“¿Hay micrófono en mitad de un partido de fútbol? ¿En una pista de tenis? Estamos en un deporte donde sí hay micrófonos. En cualquier deporte en el que la adrenalina esté al máximo se mezcla todo… Durante un combate de judo, si lees los labios de uno de los luchadores, no están diciendo: “Bien, voy a ir a por ti”. Entre ellos se respeta, pero dicen cosas como: “Voy a matarte…””. Grosjean, en sus palabras, habla del “desarrollo” que él desea y de poner “palabras al sentimiento” que le pasa por la cabeza cuando algo no funciona. Normalmente ha sido por falta de velocidad, potencia, agarre o circunstancias que le impiden ir tan rápido como él quisiera, alguna otra como este viernes porque, directamente, ha sentido que su vida corría peligro: “Los frenos no frenan. Son una mierda”.

“Pilotas a 320 km/h y el freno no funciona, ¿cómo reaccionas? Puede ser peligroso. Hay cosas que no acepto. Y no es contra el equipo, es contra el suministrador. Siempre es peligroso, pero más aquí porque se trata de un circuito de gran velocidad”. Romain Grosjean, tras bajarse de su Haas este viernes en el GP de Japón, expresó su preocupación por la mayor pesadilla que puede sufrir un piloto: acelerar sin saber si habrá frenos. Unas horas antes de este tercer impacto consecutivo, tras el de Singapur y Malasia, se quejó de que se hicieran públicos sus comentarios por radio -“parece como si fuera un imbécil en el coche”-, explicaba el francés, aunque “ponte en mi lugar”, señalaba este viernes tras soltar un: “Los frenos son una mierda”. No es la manera más relajada de pilotar.

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