Hamilton, ¿el payaso de la clase o genio ante la cámara? "Esta mierd... me está matando"

Este jueves, en la rueda de prensa de la FIA del GP de Japón, Lewis Hamilton jugueteó durante más tiempo con su teléfono móvil que el dedicado a responder a la prensa. Su aparente falta de respeto ante los redactores y pilotos que le rodeaban llegó a su punto álgido cuando una de sus grabaciones se las enseñó a Fernando Alonso y Carlos Sainz, a quienes sacó una sonrisa. “¿Qué es tan divertido?”, le preguntaron desde el tendido. “Es muy gracioso. Es sólo algunos 'snaps' de nosotros, los pilotos. Llevamos haciendo esto (este formato de conferencias de prensa) durante mucho, mucho tiempo y siempre es lo mismo, simplemente estoy añadiendo algo diferente”. La frase que acompañó a sus grabaciones fue "Esta mierd... me está matando". La Fórmula 1 no tiene ni si quiera cuenta en Snapchat, la red social que adelantó hace tres meses a Twitter en número de usuarios diarios (150 millones) y le está comiendo terreno entre los jóvenes al todopoderoso Facebook.

(El vídeo se interrumpe al final por un fallo técnico, así concluye)

“El aficionado medio es demasiado mayor si tenemos en cuenta que tenemos a pilotos de 18 años en parrilla. Creo que la media es de 30 o 40 años y esto debe cambiar porque tenemos que buscar a los jóvenes. Hablamos de un deporte tecnológicamente muy avanzado y por ello podríamos creer que habría mucho interés de los jóvenes... pero no es así. (Liberty, nuevos dueños de la F1) debe trabajar para encontrar la razón y cambiar las cosas porque cuando los jóvenes conozcan el deporte, lo amarán”. Jenson Button, en Singapur, mostró a la prensa un vídeo que grabó de “2.000 personas andando al mismo tiempo porque ahí había un Pokémon”. Y preguntaba retóricamente: “¿Ganan dinero? ¿Les dan regalos o chocolate? Venga… ¿La F1 no es más interesante que eso?”.

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Los jóvenes y el futuro de la Fórmula 1, un deporte que ha visto reducida su audiencia en los últimos años de los 600 millones anuales a 400 (sobre todo por el cambio de la televisión en abierto a pago). Tiene la necesidad de regenerar y en esa búsqueda está. Hamilton quizás les pueda echar un cable sabiendo que es el piloto más mediático en la red y el que cuenta con más seguidores, más de 11 millones entre Twitter, Instagram y Facebook (más los que pueda tener en Snapchat, cuyos datos no están visibles). Ningún equipo le supera en Twitter e Instagram, ni la archiconocida Ferrari (de hecho, en redes es Mercedes la escudería más popular).

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“Hoy (la rueda de prensa) era con un sentido gracioso, no de falta de respeto. Alguna gente se lo ha tomado demasiado en serio Llevamos 10 años haciendo lo mismo. ¡Tuve una explosión y me ha iluminado el día! No es el periodista o el que contesta, ¡es el formato! Los aficionados debían de ser quienes preguntan”, escribió Hamilton en Twitter después de comprobar el revuelo que se había formado en torno a su llamativa y “divertida” puesta en escena, criticada por diferentes periodistas ingleses. Seguramente, ningún periodista inglés de los que le criticó tiene Snapchat.

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Puesto en contexto, ¿ha sido una llamada de atención de Hamilton a la F1? ¿Una simple broma del 'travieso' de la clase? ¿Una acción premeditada con Snapchat? Aunque la respuesta correcta fuera alguna de estas dos últimas preguntas, ha abierto un debate sobre la imperiosa regeneración de la F1 y no sólo dentro de la pista.

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¿Por qué la F1 no está presente en la red social más seguida por los más jóvenes? Bernie Ecclestone, a principios de esta temporada, prohibió a su compatriota la utilización de Snapchat puesto que consideraba que ni siquiera un piloto podía grabar ningún vídeo dentro del circuito, ya que una de las tres patas de su negocio es la venta de derechos televisivos (las otras dos son el canon a los circuitos y los patrocinadores). ¿Pondría en peligro la utilización de Snapchat esa inyección de las televisiones?

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La acción de Hamilton no significa que los jueves deban retransmitir a través de las máscaras de Snapchat que 'carnavalicen' la rueda de prensa, es la manzana de Newton que puede servir para dar un enfoque más abierto y popular a las endogámicas conferencias de Fórmula 1.