Ultimátum a Lewis Hamilton: o sale bien o adiós título

Tras su desastrosa salida en el GP de Italia, en El Confidencial señalamos la barbaridad de puntos que Lewis Hamilton se había dejado por el camino cada vez que se apagaba un semáforo. Hasta en seis ocasiones había salido mal… Ahora hay que sumar una más con la del pasado GP de Singapur, donde el inglés volvió a fallar en la arrancada. “Las salidas, en las últimas carreras, no han sido las ideales. Es nuestro talón de Aquiles y no lo resolveremos este año. Tenemos que cambiar la arquitectura del embrague para el próximo año porque, de momento, es un problema. Y no sabemos si el problema está en el diseño y construcción del mismo o en la dificultad de los pilotos para operar con ello. Hay muchos factores involucrados”, ha reconocido Toto Wolff a 'Sky' esta semana. Esta noticia ya la sabría anteriormente Hamilton, el mayor perjudicado, a quien, con esta sentencia, le han hecho ver que para este año... o se adapta o pierde.

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“Si se mide mi temporada, podría perder el campeonato por mis salidas. Teniendo en cuenta que he tenido muchas poles (siete) y que he perdido las carreras desde las salidas. Haces todo el trabajo durante el fin de semana y luego, en esos dos segundos, se han terminado algunas carreras para mí. ¿Preferiría que mi embrague fuera consistente? Claro, pero eso no va a cambiar a corto plazo”, decía el protagonista antes de Singapur.

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¿La máquina o el hombre? ¿Quién es el responsable? “Estoy muy seguro de que no fue error mío. No sé qué ocurrió, trataremos de averiguarlo. Hice todo normal. Hice la secuencia exactamente igual que siempre y creo que me patinó mucho las ruedas. Algo similar a la salida de Nico (Rosberg) en Hockenheim”, declaró Lewis en Monza. Anteriormente, en Montreal, también dio una explicación similar: “Mi embrague patinaba. Hice el mismo procedimiento de salida que me dijeron... así que no fue fallo mío. Van a investigar e intentar entender el porqué de mis malas salidas. No es la primera vez que ocurre. No lo entienden y trabajarán para solucionarlo”.

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Pese a estas indicaciones del británico, Wolff no tiene muy claro que sea exclusivamente responsabilidad de la máquina… Rosberg, con el mismo monoplaza, ha partido mal en tres ocasiones, menos de la mitad que su compañero. En defensa de los atletas está que el tema de las salidas era algo que ya lastró alguna carrera en el pasado, como Gran Bretaña 2015: “Tenemos que analizar las salidas porque los Williams partieron como cohetes y nuestros dos pilotos se quejaron de falta de agarre”.

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Aparentemente, el sistema de una leva obligatorio en este 2016 para las salidas, al menos el de Mercedes, no es sencillo. ¿Se fabricó pensando que el talento de sus pilotos lo dominaría pese a que sea “inconsistente”, según Hamilton? ¿Afectan al sistema factores externos a los que el piloto debe atender para optimizar la arrancada? ¿Es un mal menor en beneficio de otras bondades del monoplaza? En Fórmula 1, un deporte que controla absolutamente todo con datos, resulta un misterio que no se sepa con exactitud dónde reside este problema, salvo que se sepa y prefieran no airearlo (como, por ejemplo, que hubieran sido siete fallos (de 15 carreras) del tricampeón del mundo).

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Restan seis arrancadas y Rosberg lidera el campeonato con 8 puntos con respecto a Hamilton. ¿Modificará algo Lewis su modus operandi para amortiguar el impacto del embrague en su tabla de puntos? El problema para Lewis es que quien mejor asesoramiento le podría dar resulta ser su máximo enemigo… Tendrá que lidiar él solo con el embrague. En su mano está el título mundial.

Hace dos años, por sí solo, también debió resolver un conflicto, en este caso psicológico. Rosberg le había ganado la batalla mental y Lewis parecía, a mitad de la temporada, hundido y atrapado por sus propios pensamientos. Reconoció su problema y tras el verano dio la vuelta a la tortilla con seis victorias y un segundo puesto en siete carreras. Como en este caso, dependía de sí mismo y su equipo no podía hacer más.