Red Bull prepara un sartenazo a Mercedes, un año después del último de Ferrari

“No recuerdo ningún momento en mi trayectoria en la Fórmula 1 en que haya ocurrido algo parecido. No hemos cambiado nada en el coche y estamos 1,5 segundos por detrás, esta es una nueva experiencia para nosotros, pero no tengo ninguna razón para pensar que se mantendrá. Ganaremos más carreras, podría ser solo cuestión de esta pista”. Lewis Hamilton, en el sábado del GP de Singapur del año pasado, se mostraba así de incrédulo tras su mala clasificación. Mercedes estaba detrás de Ferrari y Red Bull, y las esperanzas para el podio se aferraban al azar. En este 2016, las flechas plateadas creen haber encontrado explicación a su incomprensible fin de semana, aunque Toto Wolff es rotundo: “Pensar que somos favoritos para este fin de semana sería cometer un error”. La temporada pasada el sartenazo se lo dio Ferrari, este año Red Bull parte con ventaja.

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“Este es un circuito específico, con una forma también específica de funcionar del neumático en relación a otros circuitos. Hemos hablado con los pilotos y la degradación es enorme, inexplicable para nosotros”, comentaba hace un año Wolff. Doce meses después, creen que tienen bajo su control a esa ecuación entre gomas, temperatura y asfalto urbano, pero con prudencia. “Tenemos que optimizar todo para llevarnos un buen resultado. No hubo manera de hacerlo el año pasado y, aunque creemos que ahora sabemos por qué, sólo lo que ocurra en pista demostrará si estamos en lo cierto. Tenemos curiosidad por saber cómo va”.

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Por su parte, Sebastian Vettel, ganador de la prueba, se frotaba las manos… “si tenemos más fines de semana como este, podemos lograrlo. Lo daremos todo, ataque total, e intentaremos hacer posible lo imposible”. Fue un golpe seco, un sartenazo limpio. Pero uno sólo. La siguiente cita volvió a ser para Mercedes, y así hasta la actualidad (sólo han perdido el GP de España desde entonces, y fue por un harakiri entre Hamilton y Rosberg, no porque hubiera un coche superior al equipo germano).

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“Son 21 carreras a lo largo de la temporada y debemos tener la mejor combinación entre chasis y motor para que funcione bien en general. Hay un equipo que lo hace extremadamente bien en circuitos como Singapur con alta carga aerodinámica pero que no son competitivos en circuitos como Monza. Entonces puedes echar la culpa y decir que el motor no es lo suficientemente bueno, pero si tu coche tiene tanto agarre no puedes esperar que vaya rápido en las rectas”. Wolff señala a Red Bull, que llega a Singapur como favorito aunque, según el austriaco, el beneficio de su diseño para esta pista lastra al conjunto de la temporada. ¿Tendrá demasiada importancia el diseño de Newey en relación al motor?

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En sus ocho ediciones, ningún equipo ha logrado un doblete en esta pista, un dato significativo que habla de la dureza y particularidad de este gran premio. Sus muros han provocado que el coche de seguridad aparezca en el 100% de las carreras y la crueldad con el monoplaza y sus neumáticos también se amplía hasta el piloto, quien suele perder unos 3 kilos en esta carrera (“la prueba de Singapur del año pasado fue probablemente ¡la más dura que he hecho en mi vida!”, ha indicado Carlos Sainz esta semana).

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Con estos ingredientes y un poquito de karma Daniel Ricciardo levanta la mano como posible vencedor este fin de semana: “Si existe el karma -o lo que sea-, me gustaría pensar que voy a conseguir recuperar lo que perdí en Mónaco… Singapur es una pista que tengo marcada. No pienso que vaya a ganar seguro, en absoluto, pero siento que si hago bien mi trabajo durante el fin de semana, tendré una oportunidad. Así que tengo confianza en Singapur”. ¿Será el australiano quien propine el (posiblemente) único sartenazo del año a Mercedes?