Cuando el último milagro de la Fórmula 1 se convierte en una fuente de inspiración

“Nunca digas nunca sobre ese tipo de cosas, pero estoy bastante contento haciendo lo que estoy haciendo y no me ha llegado nada que me motive o interese (para volver en la actualidad a la Fórmula 1). Mi naturaleza, cuando estaba involucrado, era de 24 horas al día los siete días de la semana y no estoy seguro de que quiera algo igual”. Ross Brawn atendía el pasado fin de semana al expiloto y actual comentarista de 'Sky Sports' Martin Brundle, quien con un mono puesto se frotaba las manos porque instantes después iba a probar la joya que tenían al lado, el BGP001 campeón del mundo en 2009. Es el último milagro de la F1. Era un equipo destinado a morir a final de temporada, sin presupuesto para evolucionar el monoplaza y sin estar en las apuestas entre los favoritos. Arrasó. En 2017, como en aquella temporada, la Fórmula 1 estrena nuevo reglamento... ¿sorprenderá algún equipo de esa manera?

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“El dinero me lo gasté mucho antes de comenzar la temporada”, comentaba durante el Goodwood Festival Brawn con cierta sorna, quien compróHonda a finales de 2008 por una simbólica libra. La apuesta del británico-sin ganas de volver al redil en la actualidad-significó un harakiri para la compañía japonesa, que había invertido 1.000 millones entre las últimas cuatro desafortunadastemporadas. Sus trabajadores debían haber acabado en el paro y terminaron celebrando 8 victorias y 2 títulos mundiales. Además, unos meses después, Ross Brawn vendió la estructura a Mercedes por 100 millones de euros, puestos laborales incluidos.

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Aquella hazaña fue también premiada en los Laureus como mejor equipo del planeta y a Brawn, con títulos de Benetton y Ferrari, aquel 2009 es el que más le toca la fibra sensible. Es su hijo. “Es un momento muy emocionante. El coche lo tenía en mi garaje y no corre desde la última carrera (de ese 2009). Es muy especial. Fue un equipo brillante y nadie esperaba lo que ocurrió (…) Confío en ti y que lo devuelvas a salvo al garaje”, advirtió entre risas a Brundle justo antes de volverlo a hacer funcionar en pista. "Es un honor pilotarlo", contestó.

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Ese BGP001 fue propulsado hacia la gloria por unos revolucionarios escapes de soplado que pegaban el coche al suelo de una manera extraordinaria. Su idea sería posteriormente evolucionada por Adrian Newey para el éxito de Red Bull durante cuatro años consecutivos. Luego vino otro cambio de marcha con la era del motor híbrido y apareció Mercedes (exBrawn). Anteriormente, con modificaciones en los reglamentos, también se cumplió la regla no escrita de sucesión de coches dominantes, de ahí que para 2017 se espere un color diferente al plateado al frente de las carreras.

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No hay ningún monoplazablanco y amarillo fluorescente, aunque sí un par con problemas financieros. ¿Imaginan que Sauber o Force India ganan seis de las primeras siete carreras del año que viene? Brawn, durante la entrevista, destacó a su "equipo brillante". Tuvo en sus palabras la fuerza suficiente como para mantener con un hilo de esperanza a todos sus empleados hasta que la realidad delos primeros resultados en pista salieron. En aquel momento fue inspirador para el personal de su fábricay su historia sirve en estos momentos para inspirar a un hipotético sorprendenteganador del futuro.