Un día con Alonso y Sainz en Bakú: "¿Queréis echar un partido de fútbol?"

“¿Queréis echar un partido de fútbol?”. No es raro que en cualquier playa del mundo un grupo de amigos se acerque a otro grupo para tratar de pasar un rato distendido en torno a un balón. El fútbol, lenguaje universal que se 'habla' en prácticamente todos los rincones del Planeta, fue uno de los 'salvoconductos' que utilizaron este martes -en la costa de Bakú- Fernando Alonso y Carlos Sainz para derrotar a un enemigo que les acompaña durante muchas jornadas a lo largo del año: el jetlag. Es precisamente la universalidad del deporte que profesionalmente practican estos españoles, la Fórmula 1, el motivo que también les llevó esta semana a pisar la arena del Mar Caspio. Este fin de semana pasarán cerca de ella a 340 km/h durante el GP de Europa.

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La eficiencia del Gran Circo se ha puesto a prueba. 9.000 kilómetros de distancia y sólo unos días para que lo que el domingo estaba en el paddock y boxes del Gilles Villeneuve de Montreal, esté listo el jueves en Bakú. Si del apartado logístico es DHL la mayor responsable, en el caso de los 'cuerpos' de los pilotos son los fisioterapeutas y entrenadores personales los encargados. Los protagonistas viajaron directamente desde Canadá a Azerbaiyán -diferencia horaria de 8 horas- y en el caso de Alonso y Sainz llegaron a primera hora de la mañana de este martes con el objetivo de no caer dormidos hasta la noche para habituarse al nuevo horario.

¿Solución? Hacer deporte. El sol y la buena temperatura hizo que más de la mitad de la maleta de Canadá no sirviera para nada. De la carrera más fría del año a la, de momento, más calurosa. Los más de 30 grados de este país situado entre Europa Oriental y Asia Occidental propició que la jornada comenzara para los pilotos hispanos con un partido de voleibol de algo más de una hora. Posteriormente dejaron la red para entretenerse durante otra hora con un palo y unos hoyos, mostrando sus dotes en un Minigolf. Y de ahí se pasaron a la playa para retar a seis azerbaiyanos.

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4-2 con goles de Fernando y Carlos

“¿Queréis echar un partido de fútbol?”. No es común que dos pilotos de Fórmula 1, junto con sus amigos, pregunten a unos desconocidos si quieren pasar el rato junto a ellos con un balón como epicentro. Los 'invitados', al principio no parecían reconocer del todo a sus rivales aunque al final del choque, después de casi dos horas, terminaron pidiendo unas fotografías bastante sorprendidos por lo que les había sucedido. El encuentro lo ganaron los españoles (se 'nacionalizó' para la ocasión a algún italiano) 4-2 con goles de Fernando y Carlos. Sin embargo, la mayor satisfacción se lo llevó el conjunto rival, que difícilmente olvidará ese día, esa hora y ese lugar de su playa.

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Más tarde, apareció la noche para advertir a los pilotos que habían logrado su objetivo. Tras esta jornada, parece acertada la decisión de haber elegido a Fernando Alonso como embajador de una carrera que por primera vez pisa la denominada 'Tierra del fuego eterno'. Se sintió como en casa e hizo de anfitrión para unos compatriotas.

“Hacer alfombras es demasiado difícil”

Al día siguiente, el asturiano reconoció en sus redes sociales que había sido una “buena decisión el ser piloto de carreras, hacer alfombras es demasiado difícil”, bromeó cuando intentó fabricar parte de uno de los productos artesanos más reconocidos de Azerbaiyán en un acto comercial. Después retomó la actividad deportiva para dar un paseo en bicicleta por la ciudad con algunos aficionados y los comisarios del circuito.

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Hasta aquí lo divertido. A partir de ahora, las cosas serán diferente tanto para Alonso como para Sainz en las calles de Bakú. En un trazado donde la potencia es clave -pista urbana más rápida y con la recta más larga del mundial, 2,1 kilómetros- McLaren y Toro Rosso serán golpeados en su punto débil, el motor. Ya se dieron un paseo por el circuito y, contemplando su recta y cerciorándose de sus peligrosos muros, concluyeron que este partido será más complicado de ganar que la pachanga en la playa.