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Ricciardo pone la otra mejilla tras recibir dos bofetadas: "Me han pedido perdón"
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APUESTA PORQUE RED BULL NO FALLARÁ MÁS

Ricciardo pone la otra mejilla tras recibir dos bofetadas: "Me han pedido perdón"

El australiano aseguro que confía en Red Bull y que le han asegurado que no volverá a sufrir ningún otro despropósito como el de Mónaco (y antes el de Barcelona)

Foto: Daniel Ricciardo en el podio de Mónaco.
Daniel Ricciardo en el podio de Mónaco.

“Esperé un par de días para que se enfriara el asunto. Christian (Horner) me llamó por teléfono y se disculpó en nombre del equipo. Me explicó por qué hubo tanta confusión y los neumáticos no estaban listos. Entonces, más tarde y en esa misma semana, llamé a mi ingeniero Simon (Rennie) después de que me dijeran de ir a la factoría para aclarar todo. Pregunté por el segundo pit-stop, en el que perdimos la carrera, y también por el primero. (A partir de ahora) Habrá un software para la estrategia y personal en la prueba que nos harán estar mejor preparados… Tenía algunas preguntas que hacerles para ver qué habían previsto y me las respondieron con absoluta confianza. Me han asegurado que si volvemos a estar en una situación similar, no volverá a pasar algo igual. Escuché lo que necesitaba escuchar” y, al margen de esta conversación, “he estado bastante desconectado pasando el tiempo con mi familia”. Daniel Ricciardo llega al GP de Canadá tras hacer un inevitable reset en su memoria después de las dos bofetadas, en España y Mónaco, que recibió por parte de su propio equipo, Red Bull. No tiene otra opción que la de confiar en que no vuelva a suceder.

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Casualidad o no, ha sido en estos momentos cuando el australiano ha mantenido conversaciones con Ferrari, tal y como pudo saber El Confidencial. ¿Una maniobra pensada para asegurarse el futuro o para dejar las cosas claras en el equipo de Max Verstappen? “Quiero ganar títulos, me da igual que el equipo tenga más prestigio o no”, apuntó este jueves en Montreal, al ser cuestionado por el interés de Ferrari. Mantiene la puerta abierta.

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Red Bull, al igual que traza planes sobre la pista o para diseñar un monoplaza, también realizó una estrategia para 'recuperar' mentalmente a Ricciardo, un piloto que pisó el podio de Montecarlo y que admitió cierta culpabilidad por ese logro y, a la vez, sentirse “miserable”. “En Barcelona tenía la estrategia equivocada y en Mónaco le costamos la victoria, se la merecía. Se la han arrancado de las manos en dos ocasiones”, admitió al 'Bild' esta semana Helmut Marko. La máxima autoridad de Red Bull en F1 aseguró que debían un par a quien ha dicho “que está corriendo a un nivel tan alto -quizás el mayor de todos los pilotos-, que su victoria es solo cuestión de tiempo”.

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“En mi mente, una victoria aquí sería una forma muy agradable de reponerse. Aunque siendo realistas, Mercedes serán los más fuertes. Espero ser el más rápido tras ellos. No sé lo lejos que estaremos, pero espero estar cerca para coger una victoria”, indicó Ricciardo en una abrigada conferencia de prensa de la FIA en Montreal, en la que puso a Ferrari por detrás de ellos…

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Pese a estas dos últimas carreras tan negativas para él, Daniel ocupa el tercer lugar en la clasificación de pilotos con 66 puntos, a 16 de Lewis Hamilton. Pero, ¿qué hubiera pasado si Red Bull no le hubiera perjudicado en el pasado mes de las flores? En Barcelona, en lugar de sumar 12, pudieron ser 25 y en Mónaco otros 25, no 18. Con 20 puntos más y 7 de menos del inglés de Mercedes, Ricciardo estaría con 86, a menos de una carrera del liderato de Rosberg (106) y tendría 11 con respecto a Lewis.

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Entonces, y a pesar de estas cuentas, ¿olvidado todo? “Desafortunadamente (los incidentes) han tenido lugar uno pegado al otro, lo que provoca aumentar las malas sensaciones. Pero he mirado hacia delante”. Canadá decidirá si, además de dos victorias en el palmarés, también ha perdido opciones reales para el título porque, como ha recordado Marko -“sabemos que tenemos el mejor chasis”- y con las cerca de 6 décimas que les puede proporcionar el nuevo motor de Renault, tal vez le permita respirar cerca del cogote de Mercedes y estar al acecho (con permiso de Verstappen).

“Esperé un par de días para que se enfriara el asunto. Christian (Horner) me llamó por teléfono y se disculpó en nombre del equipo. Me explicó por qué hubo tanta confusión y los neumáticos no estaban listos. Entonces, más tarde y en esa misma semana, llamé a mi ingeniero Simon (Rennie) después de que me dijeran de ir a la factoría para aclarar todo. Pregunté por el segundo pit-stop, en el que perdimos la carrera, y también por el primero. (A partir de ahora) Habrá un software para la estrategia y personal en la prueba que nos harán estar mejor preparados… Tenía algunas preguntas que hacerles para ver qué habían previsto y me las respondieron con absoluta confianza. Me han asegurado que si volvemos a estar en una situación similar, no volverá a pasar algo igual. Escuché lo que necesitaba escuchar” y, al margen de esta conversación, “he estado bastante desconectado pasando el tiempo con mi familia”. Daniel Ricciardo llega al GP de Canadá tras hacer un inevitable reset en su memoria después de las dos bofetadas, en España y Mónaco, que recibió por parte de su propio equipo, Red Bull. No tiene otra opción que la de confiar en que no vuelva a suceder.

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