"Cuando Michael (Schumacher) y yo acordamos que pilotaría para McLaren"

“Me di la mano con Gilles (Villeneuve) a principios de 1982 para que pilotara en McLaren al años siguiente. Me hubiera encantado tener a Gilles conduciendo para nosotros. Era un fantástico piloto. Pero falleció en la clasificación de Zolder de ese año: una gran pérdida para nuestro deporte y una gran pérdida para McLaren. Igualmente pasó, en Mónaco y en la década siguiente, cuando Michael (Schumacher) y yo acordamos que pilotaría para McLaren. Nuestra reunión no tuvo lugar durante la semana del gran premio, sino que lo mantuvimos en un hotel en Mónaco en otro momento. Algo que al final no funcionó porque su manager insistió en controlar sus derechos de imagen -básicamente querían retenerlos, además de cobrar una gran cantidad de dinero-. Creo que Mikka (Hakkinen) y Michael pudieran haber sido una fabulosa alineación de pilotos”.

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Ron Dennis fue entrevistado por Formula1.com en conmemoración del 50 aniversario de la escudería McLaren y le cuestionaron sobre la pareja de pilotos que más problemas internos originó, -“Alain Prost y Ayrton Senna, porque a diferencia de Fernando y Lewis, aquellos eran pilotos más veteranos y calculadores sobre su rival”- y sobre algún capítulo que pudo escribirse a lo largo de sus más de 35 años en el equipo de Woking, pero que finalmente no se produjo.

Schumacher, vestido de blanco plata junto a Hakkinen; ¿y Hakkinen, vestido de rojo junto a Schumacher? También. Unos años más tarde del encuentro entre Dennis y Schumacher se produciría uno similar con Montezemolo y Hakkinen de protagonistas, aunque los motivos por los que no se llegó a buen puerto fueron diferentes… En 2001, el presidente de Ferrari propuso el fichaje de Hakkinen para que hiciera pareja junto al alemán, idea que fue bloqueada por el propio piloto y el jefe de equipo, Jean Todt, los verdaderos 'directores ejecutivos' de la escudería italiana.

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Italianización de Ferrari porque sí

Seis años más tarde, para 2007, Montezemolo volvió a poner sobre la mesa otro nombre, el de otro finlandés, y de Schumacher salió algo parecido a un “o Raikkonen o yo”. Esta batalla la perdió el alemán y se fue con todo el equipo, Todt y Ross Brawn incluidos. A partir de aquí comenzó una etapa de italianización en Ferrari encabezada por Stefano Domenicalli para que Montezemolo recuperase el poder de su propia casa.

Habiendo desvelado Dennis uno de los secretos mejor guardados de la Fórmula 1 y viendo la personalidad de cada uno de los protagonistas, surgen algunas preguntas sobre cómo hubiera sido la vida con las piezas cambiadas, al margen del apasionante duelo en la pista: ¿cuánto hubiera tardado en chocar la personalidad de Schumacher con la de Dennis? ¿Se hubiera sentido Hakkinen cómodo en aquel Ferrari 'francoangloalemán'? Momentos de los considerados mejores pilotos del momento que no tuvieron lugar y en épocas donde las respectivas escuderías dominaban. Como si hoy coincide Hamilton con Vettel o Alonso, o estos dos últimos, en Mercedes... Chispas.

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Son dos episodios que recuerdan que la historia de la Fórmula 1 no se fabrica sólo por lo que ocurre en el asfalto, sino que otros intereses y disputas fuera de la pista tienen la misma influencia para escribir el futuro de la competición. No siempre el mejor piloto está en el mejor equipo y, casi nunca, los dos mejores pilotos están en el mejor equipo. Ayrton y Alain, la última excepción.

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