John Booth, el hombre que influirá en el destino de Sainz y Verstappen en carrera

“Obviamente, Ayrton (Senna) era más rápido que yo, pero una vez en Donington terminé a menos de 0,03 segundos en clasificación. El día de la carrera estaba en la primer afila de parrilla junto a una leyenda”. A John Booth le dio tiempo en los 80 a correr junto a Senna, en los 90 a fundar su propio equipo -Manor- y, posteriormente, a tutelar en éste a pilotos como Lewis Hamilton o Kimi Raikkonen. A los 61 años, esta semana ha confirmado su fichaje por Toro Rosso como Director de Carrera, donde su palabra -experiencia y sabiduría- influirá en la suerte de Max Verstappen y Carlos Sainz durante cada prueba, empezando por el presente GP de Rusia.

"Es un hombre que tiene mucho criterio y con unos comentarios avalados por muchas carreras a sus espaldas. Muy veterano y muy buena persona. Seguro que ayudará mucho", señala Roberto Merhi para El Confidencial, alquien que le conoce muy bien desde su estancia en Manor, equipo al que continuará ligado el experimentado inglés en el WEC.

Tres carreras han sido suficientes para que Toro Rosso haya movido ficha y refuerce el 'departamento' de estrategia en carrera. ¿Cuánto cuesta cada punto obtenido de cara al campeonato de Constructores? Seguramente menos que el sueldo de John Booth (aunque no será pequeño). En este 2016, con la variabilidad de estrategias que posibilita los tres neumáticos disponibles en cada gran premio, una mala elección de gomas puede suponer una suma importante de puntos. El acierto impecable del novato Haas, con 18 puntos (por delante de Toro Rosso), es el mejor ejemplo.

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“Conozco a John hace muchos años. La F1 se está convirtiendo cada vez en algo más complejo con los recientes cambios en los neumáticos, configuración del coche, las (restricciones en las) comunicaciones por radio... Y es por ello que tener un coche competitivo con pilotos talentosos, cosas que tenemos, ya no es suficiente. Con toda su experiencia, estoy seguro de que John podrá ayudar al equipo a mejorar y convertirse en una fuerza mayor durante un fin de semana”, aseguró el jefe de los de Faenza, Franz Tost.

Toro Rosso podía estar peleando con Williams

Con una buena estrategia, Toro Rosso no estaría en sexta posición de constructores. Con 17 puntos, quizás el cuarto puesto de Williams (29) parezca inalcanzable, pero haciendo cuentas no está tan lejos: en Australia, ¿qué hubiera pasado de haber elegido bien los neumáticos tras la bandera roja protagonizada por Alonso y Gutiérrez? El STR11 de Sainz finalizó noveno, por delante del de Vettel. Sabiendo que Albert Park es una pista donde es sumamente difícil adelantar, el sexto puesto de Grosjean (impecable estrategia) estaba alcanzable: a tres segundos. Un 6-7 hubiera sido posible, traducido en puntos son 14, en lugar de los 3 que se llevaron.

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En el GP de Bahrein hubo poco que hacer el domingo. Durante la carrera con Verstappen se acertó y como consecuencia de ello fue sexto (eso es lo que posibilita una gran estrategia) y Sainz se vio perjudicado por el toque inicial en la salida. ¿Hubiera influido otra estrategia el sábado, en la que salieron 10 y 11? En clasificación (bajo el novedoso y desafortunado sistema de eliminación) debieron ahorrar neumáticos en la Q2 porque en la Q1 utilizaron uno de más. En China, la última carrera, la estrategia perjudicó a Sainz cuando éste iba por delante de Verstappen (además de la maniobra sancionada posteriormente de Hulkenberg, cuando frenó a unos cuantos coches a la entrada de un pitstop). Viendo que el holandés cruzó la línea de meta un segundo por detrás de Hamilton… con una estrategia acertada, ¿hubiera sido capaz Sainz de ganar el séptimo puesto al actual campeón del mundo?

En la carrera de China, con una estrategia diferente entre Sainz y Verstappen, Toro Rosso dio una imagen de ir a asegurar puntos con uno de sus pilotos. Nadie se coló entre medias, pero... ¿por qué condenar a uno de tus pilotos (posibilidades de puntuar) pudiendo elegir la estrategia correcta para los dos?

John Booth simboliza la apuesta de Toro Rosso por la estrategia. Porque si en la actual Fórmula 1 es necesario tener un buen propulsor, acompañado de un buen chasis, la estrategia se ha posicionado como una de las claves del éxito. Algo que empieza a influir semanas antes de cada gran premio, cuando a ciegas se han de elegir los compuestos y el número de éstos para una carrera. En estos casos, Booth contrastará si las variables que ofrece un ordenador coinciden con las de él, las de una persona con cuatro décadas oliendo a goma quemada.