Sainz entierra, otra vez, el hacha de guerra: "¿Qué hice mal con Verstappen?"

"Se ha cabreado mucho?". Preguntó Carlos Sainz de una manera tranquila la primera vez que le comentaron los gritos y quejas de Max Verstappen durante el GP de Australia. "El problema es que yo con Max... ¿qué hice mal con él? No tengo realmente nada que aclarar con él. Es más él con el equipo, que vea qué le pasó... a su estrategia o paradas", respondió en este jueves del GP de Bahrein en el que fue cuestionado por las polémicas declaraciones durante la semana siguiente a la carrera del holandés. El madrileño de 21 años prefirió evitar un tema al que fue invitado en un par de ocasiones y, en ambas, declinó tal propuesta.

"Me dio por detrás. Por suerte para los dos no pasó nada. Entonces habría sido un poco diferente. Lo ideal no es tener a alguien que diga "soy más rápido, dejadme pasar",porque no es verdad. Al final no me puedo quejar a él y él no se puede quejar de míporque fue más cosa de que estaba teniendo un problema con el equipo que conmigo", trató de explicar Sainz en el circuito de Sakhir.

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"Max es más agresivo y valiente en las carreras. Es excelente verle pilotar, tiene confianza en sí mismo y en el coche, y hace jugadas que no todo el mundo se atrevería a hacer. Carlos también ha tenido de eso, pero quizás haya sido menos visible, porque él es mucho más disciplinado a la hora de hacer las cosas. Piensa mucho sobre lo que está haciendo, lo que va a hacer, si es el momento o debe esperar un poco más. Él piensa mucho más y como resultado es ligeramente menos agresivo, pero siempre tiene un plan a largo plazo en la carrera". La descripción de James Key, ingeniero responsable del diseño del Toro Rosso, es válida tanto para lo que ocurre en la pista como lo que se escucha fuera de ella, en la prensa. Por cierto, este sector ha dado un par de tirones de orejas al holandés al cuestionar su actitud fuera del monoplaza desde publicaciones tan prestigiosas como Autosport y Motorsport.

Quizás no se vuelva a repetir un capítulo a la altura del vivido en Melbourne ya que es extraño ver al holandés en un grado de ebullición tan alto. "Nunca he visto a Max tan enfadado como estaba en Melbourne, ni en público ni en privado", aseveró su padre, Jos, en las páginas del diario suizo'Blick'. Alguien le sacó de sus casillas demasiado,aunque el calentón bajaríaese mismo domingo por la tarde.

¿Y paraBahrein? Segunda batalla en el equipo de Faenza sobreel asfalto...donde sí tiene pensado responder Sainz.

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