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El día que un piloto, compitiendo, subió a Twitter el coche en llamas de un rival
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LLEGA LA DAYTONA 500, LA 'SUPER BOWL DEL MOTOR'

El día que un piloto, compitiendo, subió a Twitter el coche en llamas de un rival

En 2012, la fama de Brad Keselowski ascendió como la espuma por su trabajo a través de su iPhone, donde plasmó un accidente que arrasó en la red

Foto:  Keselowski durante su prueba de la Daytona 500 en 2012.
Keselowski durante su prueba de la Daytona 500 en 2012.

El coche de Juan Pablo Montoya comenzó a arder sufrió una colisión. En ese momento, el piloto Brad Keselowski sacó su teléfono del bolsillo y disparó para perpetuar la llama en forma de fotografía. “Fire! My view”. Con este mensaje en su Twitter, acompañada de la pertinente imagen, el estadounidense que calzaba 28 años catapultó a una nueva dimensión la legendaria carrera de Daytona 500 -y su cuenta, que tenía algo más de 65.000 seguidores, aumentó en 55.000 seguidores durante la bandera roja ylos días posteriores llegóhasta los 200.000-. El de 2012 fue un capítulo que impulsó aún más la prueba de motor más mediática de Estados Unidos, que este fin de semana celebra una nueva edición en el famoso trióvalo de Florida ante 200.000 aficionados y que seguirán por televisión 20 millones de espectadores.

En 1979, la de Daytona fue la primera prueba estadounidense de 500 millas en ser retransmitida en su totalidad por televisión y en 2012 volvió a ser noticia por reinventarse de una manera casual a través de internet. Todo por el beneficio delshow. “¡Por favor, no escribas tuits mientras conduces!”, le exclamó uno de sus seguidores. “No te preocupes, hemos parado”, contestó el piloto dentro de un receso que duró dos horas hasta que los operarios limpiaron totalmente la pista. “¿Estás sentado en el coche ahora tuiteando?”. “Sí”, respondió el de Michigan ante la incredulidad de sus fans, a quienes explicó que en la prueba pilotaba con el móvil en “el bolsillo”.

No era un piloto cuyos resultados le situaban dentro del top 10, pero su fama en la red sí le equiparó a este selecto grupo y su nombre copó la mayoría de comentarios durante aquella carrera. La NASCAR había animado a sus protagonistas a darse a conocer y utilizar las redes sociales para 'captar' nuevos seguidores en este segmento y no sancionó a Keselowski pese a violar la norma de introducir en el vehículo un componente electrónico. En EEUU se vio como un abanderado de una agresiva estrategia para enganchar a público joven.

"La política más liberal en redes sociales"

“Los mensajes de Twitter de Brad en la Daytona 500 fue nuestra introducción al fenómeno de las redes sociales en la pista. Creemos que tenemos la política más liberal en cuanto a redes sociales de todos los deportes y el acceso que concedemos es el mejor. Pero una vez que las 500 tuvo lugar, la NASCAR comunicó a equipos y pilotos que, pese a la invitación a hacer uso de ello, la normativa está clara y los pilotos no pueden portar elementos electrónicos, como un teléfono”, indicó un portavoz de la organización en noviembre de aquel 2012. Eran unas palabras que llegaron ocho meses después, cuando Brad volvió a sacar su arma en Phoenix durante una bandera roja y fue multado con 25.000 dólares. El show business se topó con la seguridad.

Han pasado cuatro años de ese capítulo en la llamada Gran Carrera Americana -la Super Bowl del motor-, y en la actualidad el Twitter de Brad continúa estando encabezado por aquella histórica fotografía. En la presente edición de la prueba, la número 58, el nombre de Brad Keselowski sigue siendo uno de los protagonistas aunque no por tener más de 635.000 seguidores en esta red social, sino por ser uno de los favoritos al triunfo por el que luchará junto a otros 43 pilotos durante unas tres horas. El espectáculo está garantizado.

El coche de Juan Pablo Montoya comenzó a arder sufrió una colisión. En ese momento, el piloto Brad Keselowski sacó su teléfono del bolsillo y disparó para perpetuar la llama en forma de fotografía. “Fire! My view”. Con este mensaje en su Twitter, acompañada de la pertinente imagen, el estadounidense que calzaba 28 años catapultó a una nueva dimensión la legendaria carrera de Daytona 500 -y su cuenta, que tenía algo más de 65.000 seguidores, aumentó en 55.000 seguidores durante la bandera roja ylos días posteriores llegóhasta los 200.000-. El de 2012 fue un capítulo que impulsó aún más la prueba de motor más mediática de Estados Unidos, que este fin de semana celebra una nueva edición en el famoso trióvalo de Florida ante 200.000 aficionados y que seguirán por televisión 20 millones de espectadores.

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