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Hasta la vista Pastor Maldonado, un piloto querido y envidiado
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UN TERCIO DE SUS CARRERAS NO LAS TERMINÓ

Hasta la vista Pastor Maldonado, un piloto querido y envidiado

La Fórmula 1 este año no contará con alguien que no ha unificado criterios en sus cinco años como piloto del Gran Circo. Respetado por unos y criticado por otros, Maldonado dice "hasta pronto" a la F1

Foto: El histórico podio del GP de España en 2012.
El histórico podio del GP de España en 2012.

Quien ha estado cerca de Pastor Maldonado en sus cinco años como piloto de F1 describe al venezolano como un tipo normal y corriente, con una sonrisa casi permanente, cercano y hasta algo ingenuo para trabajar en un acuario repleto de tiburones. Frente a estos escualos ya estaba su padre, un escudero que le ha protegido en el paddock a lo largo de este lustro. No era el único, por el hospitality de Lotus era común ver a su mujer, madre, tía... Un séquito que aportaba calidez, además de cerca de 35 millones anualmente procedentes de la compañía petrolífera de su país. Este miércoles, tras confirmarse que Pastor no contaba con ese respaldo económico, el equipo Renault (exLotus) se presentó con Kevin Magnussen y Jolyon Palmer.

De las 96 carreras en las que ha tomado la salida Pastor, 32 no las ha terminado por diferentes motivos: 18 por averías, 7 por ser la 'víctima' de algún accidente en pista y otros 7 por ser el culpable de algún golpe. Sobre estas cifras se forja su fama de piloto irregular y de sangre demasiado caliente como para templar nervios en momentos determinantes, aunque en 2012 logró una victoria incontestable en el GP de España, por delante de Fernando Alonso y Kimi Raikkonen.

“Con suerte llegué a la F1, mientras otros no lograron conseguir los resultados que necesitaban. Al principio había una gran presión por ser un 'piloto de pago', pero he aprendido a vivir con ello porque no cualquier piloto puede ganar una carrera de F1 sin tener el mejor bólido. Hoy, aún me siento infravalorado en la F1, pero sólo porque no he tenido un auto que me permita demostrar mi talento. Hay pilotos que no merecen estar en la F1, pero creo que he demostrado, claramente, que merezco tener una larga carrera. Con un Mercedes, tendría la oportunidad de luchar por la victoria cada fin de semana. Estoy completamente seguro de eso”, comentaba el de Maracay el pasado mes de agosto.

La opinión generalizada de los pilotos no comparte esa imagen “infravalorada” de la que habla, le respetan en la pista, aunque no le han faltado críticas puntuales por su estilo, más que por su talento: “No se que quería hacer. No me dejó espacio. No puedes hacer esto en la Fórmula 1” y “hay pilotos con los que puedes pelear, darles espacio, que con centímetros pueden controlar bien el coche; y Pastor no es uno de ellos”, son palabras de Jenson Button y Sergio Pérez, respectivamente, pronunciadas la temporada anterior. Dos ejemplos. Más duro ha sido recientemente Mark Webber: “No está en el nivel del resto de los pilotos de Fórmula 1 y simplemente no debería estar allí”.

“Pastor y Montoya, los que me impresionaron”

Aunque si alguien conoce bien a qué limite van los pilotos es su ingeniero, quien con la telemetría y la comparación con el compañero es capaz de argumentar con datos su opinión. El español Xevi Pujolar ha trabajado con Maldonado: “Siempre he dicho que Pastor y Montoya son los pilotos que más me impresionaron, puede que fuera porque eran grandes luchadores. Pastor ha demostrado que es rápido y a menudo se le subestima… Y he trabajado con pilotos como Webber o Ralf Schumacher, pero Pastor era distinto”. Ahí queda ese capote del actual ingeniero de Max Verstappen.

Tenía el reconocimiento de pilotos contrastados y una especial relación con los latinos. Sin embargo, no ocurría lo mismo con aquellos que compañeros de profesión cuya presencia en F1 no estaba asegurada y sí condicionada a patrocinios. Y espónsor más grande que el de Maldonado no ha existido en Fórmula 1: hasta 35 millones de euros. La cifra no se solía pagar en su totalidad porque, según lo estipulado en el contrato, no siempre se cumplía con lo pactado en cuanto al monoplaza: cuanto peor era el coche, menos dinero se abonaba. Aunque en el peor de los casos seguía siendo una cifra elevada, de más de 25 millones.

Hizo historia para su país y también para Williams, cortando la sequía de victorias del equipo de Groove: de 2004 (Maldonado) hasta la de Pastor en 2012. Mark Gillan, ingeniero jefe de operaciones de Williams, destacó el “impresionante pilotaje de Pastor” en aquel domingo.

La carta de despedida

Respetado por unos, criticado por otros, con Maldonado se marcha el foco mediático de un tipo normal, y como tal, se despidió de una manera corriente, con una carta:

Quien ha estado cerca de Pastor Maldonado en sus cinco años como piloto de F1 describe al venezolano como un tipo normal y corriente, con una sonrisa casi permanente, cercano y hasta algo ingenuo para trabajar en un acuario repleto de tiburones. Frente a estos escualos ya estaba su padre, un escudero que le ha protegido en el paddock a lo largo de este lustro. No era el único, por el hospitality de Lotus era común ver a su mujer, madre, tía... Un séquito que aportaba calidez, además de cerca de 35 millones anualmente procedentes de la compañía petrolífera de su país. Este miércoles, tras confirmarse que Pastor no contaba con ese respaldo económico, el equipo Renault (exLotus) se presentó con Kevin Magnussen y Jolyon Palmer.

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