Austin, con "un poco de todo", incluidos los ingredientes para la fiesta de Hamilton

“La pista se ha convertido en una de las favoritas de los pilotos porque tiene un poco de todo, lo cual la hace muy exigente pero también muy emocionante”, explica Jenson Button. “Probablemente, es el mejor circuito del calendario para adelantar”, confiesa Daniel Ricciardo, que, como la mayoría de los pilotos, reconoce que le encanta la pista y la ciudad de Austin, donde este fin de semana se celebra el Gran Premio de Estados Unidos.

Este trazado, aparte de poder tener unos magníficos alrededores, se le da muy bien a Lewis Hamilton. El piloto de Mercedes ha ganado en dos de las tres ocasiones que se ha competido en Austin y en tres de los últimos cuatro grandes premios en Estados Unidos. El domingo puede ser ya campeón: “He aprendido desde la experiencia que nunca hay nada hecho en este deporte hasta que está hecho”, asegura.

Para serlo tiene quedar nueve puntos por delante de Sebastian Vettel y dos por delante de Nico Rosberg. Si las ‘flechas de plata’ hacen doblete con Hamilton por delante, ya ocurrió el año pasado y sería la sexta vez esta temporada, el británico podría celebrar su título.

“Todo combinado proporciona un buen reto”

Esta será solo la cuarta edición del GP de Estados Unidos que se celebre en el Circuito de las Américas, pero en este corto periodo de tiempo el trazado ha seguido acogiendo a una gran afluencia de público, y ha engatusado rápidamente a los pilotos.

Se compone de una primera sección muy rápida y fluida, muy parecida al sector de Becketts y Maggots en Silverstone, según Daniil Kvyat. “Necesitas un coche que sea sensible a los cambios rápidos de dirección”, afirma Nico Hulkenberg. Después, hay varias curvas rápidas mezcladas con fuertes frenadas. Parecido a uno de los sectores de Suzuka. También, hay dos largas rectas (una de un kilómetro) propicias para adelantar. “El DRS vale mucho, la larga recta es una muy buena oportunidad para los adelantamientos”, confirma el piloto de Force India. Además, Pirelli asegura que el circuito americano “pone a prueba todos los aspectos del rendimiento de los neumáticos” y esto ofrecer una amplia variedad de estrategias, como el año pasado, y más facilidades para adelantar.

En total, hay veinte curvas, una con frenada cuesta arriba. El Circuito de las Américas tiene múltiples cambios de altura, con una diferencia de 30.9 metros entre el punto más alto (curva 1, 157.4 metros sobre el nivel del mar) y el punto más bajo (entre las curvas 19 y 20, 126.5 metros sobre el nivel del mar). Y en definitiva, “es una pista que es bastante mixta; es un buen circuito técnico que les gusta a los pilotos”, señala Nick Chester, director técnico de Lotus. “Todo combinado proporciona un buen reto”, lo define Paddy Lowe.

Williams, ¿otro en unirse a la fiesta?

La escudería de Grove acabó el año pasado con siete podios, y cuatro de ellos llegaron en las últimas cuatro carreras. Esta temporada llevan el mismo camino: han subido tres veces al cajón (en Sochi pudieron ser cuatro de no ser por el incidente de Raikkonen con Bottas) y Austin es una carrera propicia para ellos. El año pasado en Estados Unidos, Bottas fue tercero y Massa cuarto en clasificación. El domingo, el brasileño fue cuarto y el finlandés quinto. Además, sumar un podio les pondría aún más cerca de acabar terceros en el campeonato de constructores.

Otro equipo que también llega a Austin de una manera positiva es McLaren. En buena parte, gracias a la fiabilidad mostrada en las dos últimas pruebas y a la aparente mejora del rendimiento del MP4-30 sin grandes cambios. Además, ocurrió en un trazado desfavorable, sin embargo, “Austin es una propuesta diferente”. “El Circuito de las Américas cuenta con largas rectas, fuertes frenadas, curvas rápidas y algunas secciones reviradas, pero su naturaleza fluida podría jugar a favor de los puntos fuertes de nuestro paquete”, explica Button. Además, Fernando Alonso llevará un nuevo motor que causó buenas sensaciones en los entrenamientos de Sochi.

De Florida, a California, New York, Dallas…

El Circuito de las Américas es el sexto trazado encargado de organizar el Gran Premio de Estados Unidos. En 1959 se organizó el primer Gran Premio de Los Estados Unidos de Fórmula 1 en el Sebring International Raceway (Florida), con siete pilotos de Estados Unidos. En 1960 la carrera fue trasladada a Riverside (California).

Un año más tarde, el certamen volvió a cambiar de escenario mudándose a New York, al autódromo de Waltkins Glen Internacional, donde cuajó y fue la sede de Estados Unidos para la Fórmula 1 durante 20 años. En 1984, se produjo un certamen especial llamado Gran Premio de Dallas, realizado en pleno mes de julio con el calor de Texas y que trajo muchos problemas con un asfalto “peligroso y bacheado”, donde el horario de la carrera se adelantó e incluso un piloto se presentó en pijama como protesta.

En 1989 y durante tres años el gran premio se disputó en un circuito callejero en Phoenix. La siguiente carrera en el país norteamericano no se celebró hasta el 2000, en Indianápolis, y durante siete años. En la carrera inaugural se protagonizó una de las pruebas con más espectadores en la historia de la Fórmula 1 con un lleno total. En 2012, se corrió la primera prueba en el trazado de Austin (Texas), que cumplirá este fin de semana su cuarto gran premio en la categoría.