Es noticia
Ricciardo vive una de las moralejas de la F1 y ha tenido que reciclar sus expectativas
  1. Deportes
  2. Fórmula 1
esperaba luchar por el título y por victorias

Ricciardo vive una de las moralejas de la F1 y ha tenido que reciclar sus expectativas

La mejor versión del australiano este año no está saliendo a flote, en gran parte, porque el RB11 no está a la altura. Sin un buen coche, no puede optar a los triunfos a pesar de su talento

Foto: Daniel Ricciardo reconoce que "no ha sido fácil" para él encontrarse con un monoplaza que no luche por el triunfo (Reuters)
Daniel Ricciardo reconoce que "no ha sido fácil" para él encontrarse con un monoplaza que no luche por el triunfo (Reuters)

El año pasado, Daniel Ricciardo explotó y realizó su mejor temporada en la Fórmula 1. Consiguió tres victorias y tres podios y fue el único en ganar a los Mercedes en esta nueva era de motores (este año también lo ha hecho Vettel). Con un buen monoplaza, aunque no a la altura del alemán, demostró su talento en la pista y superó a su compañero de equipo, Sebastian Vettel, influyendo en la salida del piloto a Ferrari tras haber ganado cuatro campeonatos del mundo con Red Bull. Además, Ricciardo vio recompensado su año con el Premio Laureus al Deportista Revelación del Año.

Esa versión de Ricciardo este año no está saliendo a flote, en gran parte, porque el RB11 no está a la altura. El piloto de Red Bull vive ahora una de las moralejas de la F1, ya que sin un buen coche no hay talento que valga para lograr triunfos, y esta temporada las victorias no están entre los planes del fabricante de bebidas. Sus expectativas han tenido que bajar de un año para otro, quería luchar por el título, y Ricciardo ha tenido momentos de frustración aunque sus aptitudes sigan ahí.

“Lo del año pasado no fue una casualidad”

Al piloto australiano le ha costado asimilarlo, pero este año las victorias sólo corren a cargo de Mercedes, y si acaso de Vettel. No obstante, cree que a pesar de los problemas con los que se está encontrando esta temporada su futuro no se verá perjudicado. “Sé que lo del año pasado no fue una casualidad. Si sólo hubiera ganado una carrera y hubiera vencido a Vettel unas pocas veces diría, 'Sí, quizás tuve un poco de suerte aquí y allí', pero la consistencia en mi rendimiento del año pasado me ha dado toda la confianza que necesito”, señaló este verano.

Los aficionados y los equipos no se han olvidado de él, además, este año ha tenido también buenas actuaciones, la mejor fue el podio de Hungría, pero en su cabeza está que no puede seguir muchos años así: “Quizás si el próximo año no es tan bueno la gente empiece a olvidarse de mí. Dicho esto, la gente que entiende el deporte, casi todas las grandes personas del deporte, estoy seguro de que reconocen un buen piloto cuando lo ven. Lo demostré el año pasado y lo llevaré conmigo unos años más y entonces, en ese momento, estaré seguro de que tendré de nuevo un monoplaza ganador”, afirmó.

El 'chasco' en Canadá: de ganar a ser doblado

Daniel Ricciardo siempre recordará el Gran Premio de Canadá de 2014, donde logró su primera victoria en la Fórmula 1. Un año más tarde, el australiano volvía con ganas de volver a hacer un buen papel y le ocurrió todo lo contrario: fue la peor carrera del año (por lo menos hasta el momento). Se quejó de problemas durante todo el fin de semana, cambió cosas en su monoplaza, pero no había fallos, simplemente es que la potencia que ofrecía el motor Renault era muy inferior a la de los Mercedes: “No creo que realmente sepamos lo que necesitamos en este momento o dónde encontrarlo. Pensé que lo peor había pasado para nosotros, pero este fin de semana fue el peor de lejos”, aseguró.

Fue decimotercero, detrás siempre de su compañero Daniil Kvyat, y acabó doblado por Hamilton. “Fue una de esas carreras en las que voy en círculos, golpeando mi cabeza contra la pared”, confesó. Además, tras las quejas por las incomodidades, Christian Horner le dio un pequeña llamada de atención: “Creo que hubo un poco de frustración en sus comentarios de que no estaba contento con su rendimiento. Fue superado por su compañero de equipo en la calificación y sus expectativas aquí eran altas después del año pasado”, manifestó Horner.

Reciclaje en las expectativas y en la motivación

No ha sido fácil, para ser sincero. Llegué a esta temporada con el alto nivel del año pasado y estaba preparado para luchar por el título. Mentalmente estaba preparado para hacerlo. Incluso tras algunas carreras, seguí pensando que llegaríamos. Antes de Hungría, en la que acabé tercero, no mejoró y me tuve que adaptar”, confesó este verano el piloto de Red Bull.

Puntuó en todas las carreras pero su mejor resultado fue un quinto puesto en Mónaco, ni si quiera pisó el podio como para pensar en victorias y mucho menos en el título. Eran expectativas muy grandes para un monoplaza que no le da esa posibilidad. “Eso no significa que tuviera que cambiar lo que hacía detrás del volante, sino todo el enfoque. Encontrar la misma motivación, saber que sólo puedes ser sexto, tienes que asegurarte de que permaneces centrado. Todavía estoy obviamente muy motivado para pilotar, pero cuando luchas por victorias, es mucho más fácil motivarse”, explicó. Quizá en Singapur tenga posibilidades, si no de triunfo sí para estar en el podio.

Después de varia frustraciones, reconoce que se ha cerciorado de que tiene que seguir centrado y de que si el objetivo es ser sexto, pues “entonces tienes que asegurarte de que al menos llegas a ser sexto”. Y de su motor, del que también esperaba más, ya sabe que no habrá “milagros este año”, aunque sí quiere “algo más” para poder luchar más arriba.

Influyó en la salida del héroe de Red Bull

Sebastian Vettel se pasó a Ferrari esta temporada tras estar con Red Bull desde los 12 años y conquistar cuatro mundiales con 39 victorias (este año ya son 41) y 45 ‘poles’. Vettel chocó contra un gran Ricciardo que terminó tercero en la clasificación, con 238 puntos detrás de los dos Mercedes. Por su parte, Sebastian Vettel acabó quinto con 167 puntos. Horner reconoció a final de año que “probablemente Ricciardo fue un factor en su decisión” de marcharse a Ferrari, ya que el alemán “terminó muy frustrado al ver que el coche no respondía como él quería, con el añadido de que su compañero era capaz de ganar alguna carrera y de rendir al nivel que estaba rindiendo”, afirmó.

Vettel fue admitiendo durante la temporada su situación. En China, cuarta prueba del calendario, reconoció que Ricciardo le estaba superando y que debía aprender de él. Y Monza, la sexta cita, cuando el australiano superó con un gran adelantamiento al alemán para terminar delante en carrera, Vettel sufrió otro momento duro: “Cuando Ricciardo le adelantó en Monza fue un momento decisivo para Sebastian. Él estaba enormemente frustrado después de aquella carrera”, confesó Horner.

El año pasado, Daniel Ricciardo explotó y realizó su mejor temporada en la Fórmula 1. Consiguió tres victorias y tres podios y fue el único en ganar a los Mercedes en esta nueva era de motores (este año también lo ha hecho Vettel). Con un buen monoplaza, aunque no a la altura del alemán, demostró su talento en la pista y superó a su compañero de equipo, Sebastian Vettel, influyendo en la salida del piloto a Ferrari tras haber ganado cuatro campeonatos del mundo con Red Bull. Además, Ricciardo vio recompensado su año con el Premio Laureus al Deportista Revelación del Año.

Sebastian Vettel Fórmula 1
El redactor recomienda