Pero, ¿qué agua bebe por las mañanas Yasuhisa Arai, el responsable de Honda?

Erase una vez un Fernando Alonso al que llevaban los diablos cuando Ferrari creaba expectativas filtrando a la prensa novedades técnicas luego sin éxito ¿Qué pensará ahora el piloto español al escuchar a Yasuhisa Arai, responsable de Honda en la Fórmula 1?

“La MK3 (versión de la unidad de potencia) se introducirá en Spa, y ya hemos empezado el desarrollo del propulsor de 2016, la MK4” anticipaba estos días Arai con ambiciosas declaraciones, “estará a un nivel similar a Ferrari (en términos de potencia), que es nuestro objetivo, un gran paso. La MK4 estará al mismo nivel que Mercedes”. Con todos los respetos, cualquier diría que había bebido demasiado sake...

Cabe mejor preguntarse qué agua bebe Arai por las mañanas para mostrar semejante confianza ante tantas decepciones de Honda en su retorno a la Fórmula 1 ¿Ingenuidad o inexperiencia? O, por el contrario ¿proyecta con optimismo hacia el futuro los datos empíricos actuales a su disposición?

"No imaginaba a lo que nos enfrentábamos..."

La pausa veraniega ha permitido confirmar el desfase entre las diferentes visiones estratégicas de McLaren y Honda. Sin embargo, para lograr el éxito técnico antes es necesario salvar el choque cultural que separa a ambas organizaciones.

“¿Ha cometido Honda errores técnicos básicos e inesperados? ¿Necesitan un largo recorrido sus soluciones tecnológicas para ser optimizadas? ¿Se están produciendo disonancias entre el modelo cultural y empresarial de Honda y McLaren para la velocidad de evolución requerida en la Fórmula 1?”, se preguntaba El Confidencial en una de sus columnas de abril. Arai nos daba algunas respuestas en las vacaciones estivales.Para empezar, efectivamente, Honda subestimó el desafío.

Así, el propio Arai nos hablaba en agosto de una “tecnología mucho más sofisticada” que en los gloriosos ochenta, reconocía que ahora “es más difícil hacer un buen coche de carreras” y, sobre todo, “creíamos que no sería tan duro, no imaginaba desde el punto de vista tecnológico a lo que nos enfrentábamos”. Pocas palabras para explicar muchas situaciones vividas estos meses...

Empezar, literalmente, "desde cero"

En mayo, por ejemplo, escuchábamos a Arai hablar de “lograr puntos en Mónaco y Canadá y luego un podio en mitad de la temporada”, de alcanzar “a Mercedes a final de año, este es nuestro objetivo". Sin olvidar tantos fallidos pronósticos desde invierno del pasado año. Ahora, la versión MK3 del motor nipón apunta a Ferrari en los próximos meses...​

La experiencia profesional anterior de Yasuhisa Arai se había desarrollado fuera de la competición. Responsable del área de motores del grupo, lo fue después de Investigación y Desarrollo de Honda, con especial énfasis en el impacto medioambiental. Una experiencia alejada del salvaje darwinismo competitivo de la Fórmula 1, bagaje que podría explicar el desenfoque entre objetivos y realidad del que Arai ha hecho gala. Aparte de su optimismo antropológico, claro.

De aquí los nervios y las presiones de McLaren para que el fabricante japonés revise su ‘timing’ estratégico. “Honda decidió organizar el programa de Fórmula 1 para el largo plazo, pero empezando de cero” explicaba Eric Boullier durante las vacaciones, “la mayor parte de la gente en Sakura (sede de Honda) no tenía la experiencia ni el conocimiento de la tecnología actual en la Fórmula 1”. Y aquí, la madre del cordero: “Hay un largo proceso que atravesar, primero, lograr el conocimiento, luego la experiencia, y después construir la organización y la operativa porque empezaron, literalmente, desde cero”. Tela.

"Llegaremos a final de año, te lo prometo"

¿Y se puede alcanzar ya a Ferrari? Desde el punto de vista estrictamente técnico, Arai confría en haber superado ese frustrante “efecto dominó” de estos pasados meses, cuando cada solución abría nuevas vías de agua, “el resultado de un componente trabajando contra los otros en vez de juntos, reacciones en cadena que dejaban el vehículo parado más de lo que calculábamos”. Desde Hungría, sin embargo, “no tenemos problemas y contamos con un buen conjunto”. Pero a bote pronto nadie en McLaren se siente optimista ante el Gran Premio de Bélgica. "Dada la potencia singular que se necesita y la carga aerodinámica, el circuito no jugará a nuestro favor", reconocía ayer Boullier.

En todo caso, los pronósticos de Arai rompen con la ortodoxia de la evolución técnica en la Fórmula 1. Demasiado avance en tan poco tiempo, parece. “Necesitábamos crear algo radical para batir a los equipos de arriba”, justifica el técnico nipón. Resulta así tan razonable dudar de su optimismo como mantener las expectativas abiertas ante un proyecto tan bisoño y de aún con tan largo recorrido técnico. Hay que reconocer que la incertidumbre que rodea al proyecto es uno de sus grandes alicientes a día de hoy. Nadie recuerda hoy el desastre que era Honda en 1983 y 84.

Quien escribe esta lineas recibía hace un par de meses un mensaje por WhatsApp de alguien bien metido en las entrañas de McLaren/Honda: “Llegaremos a final de año, te lo prometo”. Y claro que también tomamos nota…