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"En España no somos tanto de Fórmula 1 como de Fernando Alonso"
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EMILIO DE VILLOTA Y LA EVOLUCIÓN DE LA 'F1 IBÉRICA'

"En España no somos tanto de Fórmula 1 como de Fernando Alonso"

La actual cultura que existe sobre este deporte no tiene nada que ver a la la época de Emilio de Villota, cuando tenía que señalar que la Fórmula 1 era la carrera cuyos coches llevaban las "ruedas por fuera"

Foto: Fernando Alonso, el pasado fin de semana en el circuito de Montmeló.
Fernando Alonso, el pasado fin de semana en el circuito de Montmeló.

Antes de disputar el GP de España, entre frase y frase, Fernando Alonso señaló un “no voy a ganar” que servía para poner en situación a la afición y calmar a quien tuviera falsas esperanzas sobre su piloto. A quien sigue el día a día de la actualidad de la Fórmula 1, tal afirmación pudiera resultar una obviedad tan grande como asegurar que su monoplaza va a tener cuatro ruedas, sin embargo, es un comentario que sirve para contextualizar el nivel cultural del que goza nuestro país. “La actual cultura que existe sobre este deporte no tiene nada que ver a la de mi época. Cuando yo decía que corría en Fórmula 1, la mayoría no sabía de qué tipo de carreras estaba hablando. No sabían si eran los bólidos de Le Mans, Montecarlo… Al final, era inevitable decir que la Fórmula 1 eran los coches con las ruedas por fuera”, comenta Emilio de Villota, que debutó en 1976 en un gran premio.

“Nuestros antecedentes en F1 eran prácticamente inexistentes y, de cara al público, el sueño estaba bastante claro: participar en una parrilla junto a Fittipaldi, Hunt o Peterson, por poner algún ejemplo”, de tal manera que no había que hacer un gran ejercicio para ubicar a la masa cuál era el objetivo de cada carrera. “No tuve problemas para controlar las expectativas porque era algo tan exótico -que un español estuviera en F1- que el objetivo era haber llegado. Recuerdo que en 1977 clasificamos el 22 de 24 coches y en la portada del ABC apareció una foto nuestra. Ahí ya se sabía que el objetivo era estar en ese sitio, no ganar. Este ejemplo nos da el sentido de cuál era el ambiente de aquella época comparado con el actual”.

“Cuando empiezas a profundizar hay más cultura. Ruedas, estrategia, aerodinámica… es algo de lo que ahora se habla y que era impensable en aquellos años”, prosigue el expiloto, quien da una gran importancia en el aumento de esta cultura a la televisión y “Antonio Lobato” junto a los pilotos españoles protagonistas en la pequeña pantalla: “Marc Gené y De la Rosa han tenido mucha culpa”.

“Fernando hace bien en situar a la gente”

A pesar de todos los pasos que se han dado para tener un mayor conocimiento de este complejo deporte, “Fernando hace bien en situar a la gente. Indicar que va paso a paso. Decir que ahora está mejor, que empezó con un McLaren que competía con Manor y que –hasta su abandono- estaba cerca de los puntos en Montmeló. Por tanto”, repite, “Fernando, cuando da estas pautas de prudencia hace bien: a los que lo saben no viene mal recordárselo y al que no, deja claras las posibilidades de la carrera y pone a todos tranquilos”.

Sus explicaciones vienen en un momento en el que existe una “pequeña frustración para los aficionados españoles. La gente dice ahora que hubiera sido mejor quedarse en Ferrari, pero esa no era una solución porque sigue siendo tercero (Vettel, por detrás de los dos Mercedes), un puesto que no le vale. Como decía mi abuelo, “la jugada que ha hecho, la ha hecho por no haber otra”. Era un riesgo inevitable”.

“Somos un poco ‘alonsistas’”

A partir de aquí, si la actual cultura se ha formado a través de los éxitos de Fernando Alonso, ¿qué ocurrirá cuando ya no esté? “Es verdad que somos un poco ‘alonsistas’. No somos tanto de Fórmula 1 como de Fernando, pero ese es el primer guiño”, asegura De Villota. El segundo “guiño”, alguien que recoja el testigo, puede ser Carlos Sainz: “Un quinto puesto en la salida del GP de España es difícilmente de asimilar. Lo que ha hecho es algo que ha sorprendido a todos los españoles y a la propia Red Bull, Toro Rosso y toda la parrilla. Tenemos un relevo -ojalá Fernando se retire tarde-, un digno sucesor. Está lo suficientemente formado y ha crecido de una manera inmejorable, en karting cuando la rivalidad ha alcanzado las cotas más altas de la última década y en World Series con un récord de victorias. Podemos estar orgullosos de Carlos, Fernando… y Roberto Merhi, porque tiene un mérito fantástico terminar las cuatro carreras en las que ha participado con su coche”.

De manera inevitable, durante la conversación mantenida con El Confidencial, Emilio actúa como uno de esos factores que influyen y alimentan la cultura automovilística española... y sin ocultar ese ‘alonsismo’ al que él mismo hacía referencia. “No voy a decir que disfruto como si ganara, pero cada carrera es una obra de arte. Da igual el puesto, es para quitarse el gorro, la máxima expresión de lo que puede hacer alguien con un coche. Lo que está haciendo es algo fuera de serie…” entre otras cosas, lograr que la misma sociedad que conocía la F1 gracias a sus vistosas “ruedas por fuera”, ahora discuta sobre aerodinámica.

Antes de disputar el GP de España, entre frase y frase, Fernando Alonso señaló un “no voy a ganar” que servía para poner en situación a la afición y calmar a quien tuviera falsas esperanzas sobre su piloto. A quien sigue el día a día de la actualidad de la Fórmula 1, tal afirmación pudiera resultar una obviedad tan grande como asegurar que su monoplaza va a tener cuatro ruedas, sin embargo, es un comentario que sirve para contextualizar el nivel cultural del que goza nuestro país. “La actual cultura que existe sobre este deporte no tiene nada que ver a la de mi época. Cuando yo decía que corría en Fórmula 1, la mayoría no sabía de qué tipo de carreras estaba hablando. No sabían si eran los bólidos de Le Mans, Montecarlo… Al final, era inevitable decir que la Fórmula 1 eran los coches con las ruedas por fuera”, comenta Emilio de Villota, que debutó en 1976 en un gran premio.

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