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Fernando Alonso y Lewis Hamilton: qué les une y qué les separa en 2015
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DOS ESTILOS DE VIDA DIFERENTES

Fernando Alonso y Lewis Hamilton: qué les une y qué les separa en 2015

Vinculados por la recíproca admiración de su talento, los dos mejores pilotos de la F1 viven momentos deportivos muy diferentes y con grandes diferencias de personalidad

Foto: Lewis Hamilton en los premios Elle (Reuters).
Lewis Hamilton en los premios Elle (Reuters).

Fernando Alonso y Lewis Hamilton. Cada uno, némesis del otro y también vinculados por la mutua admiración de los iguales que se reconocen. Y su referencia última es la misma para sus respectivas carreras. “Tuvo tres títulos, y aunque no me preocupo de los números y los récords, siempre he dicho que quería tres. Así que si logro un tercer campeonato estaré más cerca de él aunque fuera de otra época”, explicaba recientemente Lewis Hamilton en referencia a Ayrton Senna.

Arranca la temporada 2015 y parece que el británico puede igualar antes al mito brasileño. Dos campeones del mundo, los mejores pilotos del momento, comienzan desde espacios diametralmente opuestos. Uno cabalga la ola buena de un ciclo ganador. El otro apuesta por subirse a otra distinta, quién sabe si la última de su carrera deportiva.

El zen, también en 2015

Deportivamente, Lewis Hamilton arranca con la serenidad emocional de quien acaba de lograr una meta clave de su carrera. “El año pasado me adapté”, declaraba estos días, “tenía una actitud mental que era impenetrable, creo que puedo seguir con esta mentalidad, siento que tengo suficiente dentro para hacer lo que necesito hacer y ser lo mejor que puedo ser”, añadía.

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Se refería no sólo a su reciente y enésima ruptura con Nicole Schezinger, que tantos altibajos le ha provocado en el pasado, sino también a ese estado zen alcanzado en 2014, sobre todo tras el incidente con Nico Rosberg en Spa. Fue una de las claves de su éxito para aterrizar en las antípodas de aquel piloto alocado de 2011, donde cada monoplaza en su camino -con Massa como especial querencia- suponía un incidente. Ahora intenta trasladar ese espíritu a la presente temporada.

“Siempre llevo dos cadenas encima y cuando las meto en el bolsillo y las saco luego, normalmente está revueltas”, explicaba recientemente en la revista británica F1 Racing como botón iluminador de esa actitud mental: “La forma en la que afronto las dificultades es similar a cómo resuelvo el problema. Puedes enfadarte y frustrarte al desenrollarlas o puedes ser metódico, pensar en ello y, meticulosamente, liberarlas. Esto es lo que hago siempre”.

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“Madurez y felicidad”

Hamilton disfruta ahora del sueño de cualquier piloto: un arma letal de superioridad aplastante sin mayores obstáculos que su compañero de equipo. El británico explota el presente. Alonso trabaja el futuro y se mueve en otra longitud de onda. El proyecto de McLaren y Honda no tendrá título en 2015 salvo un espectacular milagro. Pero diez años de contrato unen al equipo británico y el fabricante nipón. “La palabra clave es ambición”, sentenciaba Ron Dennis en diciembre: “Lo que logramos en 1988 y lo que Mercedes ha logrado ahora es exactamente nuestro objetivo para el futuro: dominar, lleva tiempo, pero es lo que perseguimos”.

Mientras tanto, Alonso nos hablaba de su “madurez” al llegar a McLaren, la brújula para esta nueva etapa: “Estoy aquí para ganar, pero no el primer día. Estoy aquí para ganar en una relación a largo plazo. Me siento muy feliz”. Recientemente en Montmeló hablaba de su estado de ánimo y espíritu: “La verdad es que estoy encantado con todo, con el proyecto y con una asociación de tanto éxito como McLaren-Honda. Y no tengo ninguna preocupación. Sé que tenemos muchos problemas de juventud, muchas cosas que mejorar y poner en su sitio, pero si quiero ganar un campeonato del mundo creo, con los ojos cerrados, que tendría que estar aquí. No sé si me llevará un año, dos, tres o cinco, pero estoy feliz”.

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En las antípodas de sus respectivas personalidades

Momentos deportivos diferentes para ambos, y una vida personal que también es como el día y la noche. Gran aficionado a la música, Hamilton despliega una profusa actividad en torno a ella, acentuando cada vez más una imagen personal acorde con ese mundo. Su ‘lifestyle’ es cada vez más cosmopolita y exuberante. Un paseo por su cuenta de Twitter e Instagram hablan por sí solo.

También estudia la posibilidad de publicar sus composiciones (“La música lo es todo para mí”, ha reconocido) y recordaba hace poco una reunión con músicos como Dr Dre, Jay Z y su mujer Beyoncé, en la que seleccionaban música para su primer álbum. Cuestión aparte será hasta dónde su atención y energías se dispersen frente a un Nico Rosberg que ha encontrado en la derrota del pasado año mayor motivación si cabe. Nunca se verá una foto de Fernando Alonso bajando de su propio avión. La personalidad del asturiano, más frugal y discreta, está a años luz del piloto británico en este sentido. Vidas paralelas, que confluyen, eso sí, en un objetivo común.

Un barco que tiene 100 marinos, puede subir a una montaña. A boat with 100 sailors can climb a mountain. #Letta pic.twitter.com/UOiyDaheK0

El tatuaje del samurái

“Como dije en Brasil 2006 al conquistar el segundo título, ganar tres es mi objetivo y mi ilusión”, explicaba también Fernando Alonso respecto a Ayrton Senna: “Si tardo uno, tres o seis años pues bien, pero el tercer título es importante para mí. Son los que ganó Senna, que era mi ídolo y mi referente. Es un gran número que siempre he soñado, a ver si antes o después lo consigo”.

Veremos quién llega antes de los dos. De momento, tiene ventaja Hamilton. Pero aunque Alonso tardara más que su némesis, tendría un plus a su favor. Emocional si se quiere, pero también diferente: lograr el título con un McLaren Honda. Y con un samurái tatuado a su espalda. Así le llamaban los ingenieros japoneses de Honda a Ayrton Senna en su día: “The Samurai”. Quién sabe si ese tatuaje al final también acaba como una premonición.

Fernando Alonso y Lewis Hamilton. Cada uno, némesis del otro y también vinculados por la mutua admiración de los iguales que se reconocen. Y su referencia última es la misma para sus respectivas carreras. “Tuvo tres títulos, y aunque no me preocupo de los números y los récords, siempre he dicho que quería tres. Así que si logro un tercer campeonato estaré más cerca de él aunque fuera de otra época”, explicaba recientemente Lewis Hamilton en referencia a Ayrton Senna.

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