Sainz y sus agradecimientos ya en F1: "Seguro que Alonso puso su grano de arena"

Red Bull no acabó bien el año en la Fórmula 1. Después de cuatro años de éxitos, se quedó sin saborear otra vez el triunfo. Pero en la sede española hubo mucho movimiento este sábado. Y muchas sonrisas. Había, en especial, un hombre muy feliz que llenó la sala de prensa con su sonrisa. En la planta 33 de la Torre Espacio, allí, en el cielo de Madrid, como en una nube estaba el nuevo piloto de Toro Rosso, Carlos Sainz Jr.Ya impregnado con ropas de su nueva escudería,empezó su relación con la Fórmula 1 queriendo agradecer a todos los que le han ayudado a tener un asiento en la parrilla.

En especial se ha acordado de Fernando Alonso, del que está seguro que “también ha aportado su granito de arena para que yo esté aquí. Ahora será rival y lo trataré con mucho respeto”. Carlos se acordó que cuando “lo veía con 6 o 7 años era como un dios para mí, y que me apoyase desde siempre es algo que le voy a agradecer toda su vida”.

Sainz reconoce que para él este año ha sido una “montaña rusa. Imagínate la alegría que tengo. Ha sido mucho trabajo, mucho sacrificio”. Y aunque recuerda que aún le queda mucho camino por delante para “eclipsar a mi padre” y muchas “horas para ser campeón del mundo”, no niega que ese es su “objetivo. He venido para quedarme”.

Su trayecto hasta la F1 no ha sido nada sencillo, tal y como afirma el madrileño. “Después de un año difícil en 2013, el test que hice fue clave. Gracias a dicho test creo que me pusieron en las World Series. Y cuando me confirmaron ahí, sabía que sólo me valía ganar y se ha demostrado que bajo presión he funcionado. Por estos momentos llego más tranquilo a la Fórmula 1”, dice Sainz.

El joven piloto se siente ya lo suficientemente maduro como para quitarse el “Jr” de su nombre. “Si me hubiera dedicado a los rallies… pero estando en Fórmula 1… Eso también dependerá de vosotros, de la prensa”, dijo Carlos Sainz, que lucirá el dorsal 55 sobre su nuevo monoplaza de Toro Rosso.

El otro coche de la escudería filial de Red Bull será para Max Verstappen, un niño de apenas 17 años. El hasta ahora piloto de Fórmula 3 dará el salto sin cumplir la mayoría de edad y hará la pareja más joven de la parrilla junto a Sainz. “Con Max –dice Sainz- va a ser un bonito duelo. Me llevo bien con él. En Abu Dabi estuve charlando con él una hora y fue muy bien. Me tendré que afeitar para parecer más joven”, bromeaba Carlos.