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"Y le dije a Sebastian: sé qué está pasando el próximo año con tu coche…"
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UN GRAN PREMIO DEMOLEDOR PARA FERRARI

"Y le dije a Sebastian: sé qué está pasando el próximo año con tu coche…"

El GP de Estados Unidos y el final de temporada ponen en evidencia la caída libre de Ferrari en este final de temporada, y la pendiente a escalar para 2015

Foto: Sebastian Vettel y Fernando Alonso en la rueda de prensa de Rusia.
Sebastian Vettel y Fernando Alonso en la rueda de prensa de Rusia.

El montajecirculó maliciosamente por Twitterdurante la temporada 2013. En la fotose veía a Lewis Hamiltonacompañado por Nico Rosberg en el box del equipo alemán. Ambos se doblaban de larisa en un gesto realmente divertido. Por debajo, se habían añadido estas palabras: “Y le dije a Checo: confía en mí, el del próximo año serátambién un buen coche"

"Lo se, sé exactamente qué está pasando el próximo año con tu coche” completabanel resto del mensaje de ánimo queel propio Hamilton había dirigido a Sergio Pérezen larueda de prensa oficial de Suzuka, una vez se había anunciado su fichaje por McLaren y lamarcha a Mercedes del británico. Y eso que el monoplazade 2012 eraganador, pero ya conocemos el desastre que el mexicano vivióla pasada temporada con el Mp4/28.

Valga la anécdota y el mismo mensaje que Fernando Alonso podría trasladar a Sebastian Vettel ante la situaciónde Ferrari, tan crúdamentevivida en el Gran Premio de Estados Unidos y eneste final de temporada conla enorme diferencia que le separa de Mercedes, y que apunta alduro desafío que el alemán afronta si la Scuderia no cambiaradicalmente. Y, quizás, es por lo que Alonso sale de Maranello...

Un balance desolador... a final de temporada

El pilotoespañol terminóel sábado a1,5 segundos de la pole( aunque con un motor mermado), y Kimi Raikkonen a 1,7. En la meta llegóaun 1 minuto y 36 segundos del ganador.Raikkonen, doblado, antepenúltimo. Vettel, pegadoa Alonso bajo la bandera final pese a salir deboxes, superóampliamente al finlandés.El Red Bull de Ricciardo y los dos Williams marchabana años luz por delante.Agrandes líneas, este esel balance de Ferrari a falta de dos carreras para terminar 2014.

Es a final de campeonato cuando debería reflejarse el fruto de laevolución técnica desarrolladaen el arco de toda la temporada. Veáse Red Bull, por ejemplo.Sin embargo, hoy Ferrari se desploma. Habrá quién justamenteatribuya semejante caída libre a la decisión de concentrarse desde el verano en el proyecto de 2015. Peroesta es precisamente la mejor luz que iluminala enorme desventaja deFerrari en esta nueva era de la Fórmula 1, y que si reducea la mitad en 2015, ojalá, será un milagro para los parámetrostradicionales de la Fórmula 1.

¿Cómo se limará esa diferenciadurante en inviernocuando Maranello no ha sido capaz de rebajarladurante toda una temporada? Cierto es que se podrámodificar casi un 50%del motorpara mejorar sustancialmenteel rendimiento de su unidad híbrida. Pero la brutal ventaja de Mercedes en todas las pistas también se apoyaen una extraordinaria eficacia aerodinámica. Chasis y motor¿Los alemanesse van a quedar estancados para 2015, comprobando su magnífica comprensión de la tecnología híbridaintegrada enun soberbio chasis? Por ello,quizás escuchemos pronto noticias al respecto de la relajación sobre la descongelación de motores.De lo contrario...

Raikkonen versus Alonso

Un extraordinario piloto como Raikkonenera en Austin la viva imagen de la desolación. “Aquí de nuevo tuvimos uno de los fines de semana más difíciles, Japón era similar, teníamos problemas de subviraje durante todo el fin de semana y no nos lo quitábamos de encima a pesar de lo que hiciéramos, asíen la carrera esperas que los neumáticos frontales se destrocen”, explicaba el finlandés, para acabar con una sentencia demoledora y de carga profunda, “obviamente, odio la situación y cómo van las cosas, pero no puedo resolverlo por mí mismo”.

Hablamos de un campeón del mundo que hoy parece un anónimo comparsa...¿Y por qué Alonso no sufre? “En ciertas partes el problema es el mismo”, contestaba el finlandés tras la carrera, “pero a él no le importa cuando el tren delantero desliza”. Vale.

Al recordar los parciales entre ambosen 2014 –incomprensible e inesperadamente siderales- el diferencial de rendimiento aportado por el piloto español estos años a Ferrari ysu capacidad de adaptación a cualquier tipo de reglamento técnico en una década deFórmula 1, cabepreguntarse ingenuamente:¿enqué estaban pensando Sergio Marcchione y Marco Mattiaci para dejar escapar a un piloto así? Porque Austin volvió a recordarnos la cuestión de sudespedida, que tarda eternamente en formalizarse.

El medio segundo

¿Forzó descaradamente Alonso susexigencias económicas ode otra naturalezaa la Scuderia para romper su contrato a toda costa, visto esepanorama interno en Ferrari cuya proyección futura asusta? ¿A qué se refería Alonso en Austincon puntos "que valen decenas de millones"? ¿Decidieron en Marchione y Mattiaci romper la baraja de la negociaciónpara cortar la dependencia con Alonso, como se quiere dar a entender desde Italia?

Al margen de las respuestas que conozcamos o noen el futuro, cuesta entender que Ferrari no haya buscadoretenera toda costa ese medio segundo que Alonso invariable y objetivamenteaporta,y que tantos millones cuesta conseguir -no siempe es posible- en los ordenadores y túnel de viento. Solo faltaba recordarlas imágenes del piloto españolpeleando con los McLaren en Austin. Pero es Raikkonen quien sigue en Ferrari, mientras queen el equipo británico se tragan todo lo necesario con tal de recuperara Fernando Alonso para el proyecto con Honda.

“Y le dije a Sebastian: confía en mí, sé exactamente qué está pasando el próximo año con tu coche…”, podría decirle ahora el español a su colega. Quizás Vettel tenga más suerte que Alonso quien, por tan tristes razones, abandonaráFerrari.Posiblemente, muy a pesar suyo...

El montajecirculó maliciosamente por Twitterdurante la temporada 2013. En la fotose veía a Lewis Hamiltonacompañado por Nico Rosberg en el box del equipo alemán. Ambos se doblaban de larisa en un gesto realmente divertido. Por debajo, se habían añadido estas palabras: “Y le dije a Checo: confía en mí, el del próximo año serátambién un buen coche"

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