¿Adiós a la radio? La F1 medita cortar tecnología y potenciar el instinto del piloto

“Los mensajes por radio y las instrucciones siempre se han realizado, ¿por qué no hacerlo más sencillo y dejar al piloto que se exprese un poco más en el trazado? Es mejor, por supuesto”. Esta reflexión que Eric Boullier realiza a Autosport es algo que también se apuntó desde El Confidencial en el mes de julio, “¡Apaguen esa radio, coño, que ya nos está tocando las narices!”, y es que la FIA medita regular los mensajes por radio para encontrar pilotajes más intuitivos y menos teledirigidos.

Carlos Sainz Jr, en una charla reciente con este periódico, resumía una diferencia básica de pilotar un monoplaza de esta temporada con respecto a anteriores. “Ahora, al ir más lento, tienes más tiempo para pensar”, venía a decir. El pensamiento general de los pilotos es que, sin llegar a ser fácil pilotar un F1, sí que es más sencillo con respecto a otras épocas. “Para mí los coches eran más bonitos en el pasado, suponían un reto mucho mayor a la hora de pilotarlos; era más divertido en algunos aspectos”, asegura Raikkonen. Tienen menos carga aerodinámica que provoca una pérdida de velocidad a la hora de afrontar curvas, con lo que físicamente tampoco es tan exigente. “Era mucho más difícil entonces que ahora, diría que la carrera es muy fácil desde el punto de vista físico, lo que facilita a un piloto joven aprender y entender mejor, pero en aquella época era mucho más difícil, quizás sería mejor si pudiera hacer cada vuelta como una de clasificación”, explica Massa. Y así, una larga lista de pilotos de añoranza al pasado.

¿Hubiera quedado en entredicho Badoer ahora?

Como ejemplo sirve la complicada situación para sustituir precisamente al brasileño tras su accidente en 2009 a los mandos del Ferrari F60. Michael Schumacher no fue capaz por unos dolores en el cuello que se lo impedían; Luca Badoer –después de hacer dos veces último en clasificación y en carrera terminar penúltimo y último- quedó en entredicho tras un par de salidas de pistas y duró dos carreras; después llegaría Giancarlo Fisichella, quien estaba ‘rodado’ puesto que estaba realizando la temporada con Force India. Mejoró los resultados (no podían ser de otra manera) aunque sin llegar a adaptarse al monoplaza rojo. En este 2014, Lotterer y Merhi, además de buenos pilotos, han demostrado que el periodo de adaptación a estos F1 se ha reducido considerablemente.

De esta manera, la FIA está considerando complicar un tanto la manejabilidad del coche dejando más espacio a la intuición del piloto y restringiendo las ayudas tecnológicas recibidas por parte de los equipos en el muro. Si se apagan los micrófonos, con las variables de gomas, flujo (y consumo) de gasolina, ritmo de carrera… las dudas aparecerían en las mentes de quienes van a 200km/h y, supuestamente, podrían darse más sorpresas en el asfalto.

Quizás se empezarían apreciar de forma más clara el estilo de pilotaje de cada uno. Como si a Froome le ‘arrancaran’ el potenciómetro en esta Vuelta a España para que fuera su instinto quien le dijera cómo afrontar un puerto, y no la tecnología.