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Sí, no, sí, no... Se deshoja la margarita de Luca di Montezemolo en Ferrari
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¿ESTá O NO EN MARCHA SU SALIDA?

Sí, no, sí, no... Se deshoja la margarita de Luca di Montezemolo en Ferrari

En plena reestructuración de Ferrari, crecen los rumores sobre hasta qué punto la cúpula del Grupo Fiat sigue manteniendo su apoyo al actual presidente

Foto: Luca di Montezemolo vive sus peores días al frente de Ferrari (Reuters)
Luca di Montezemolo vive sus peores días al frente de Ferrari (Reuters)

"La actual situación de Ferrari es fruto de elecciones estratégicas hechas en los años pasados", declaraba recientemente Marco Mattiaci, comprimiendo en un titular el diagnóstico a su estudio forense del equipo italiano. “Se cometieron errores muy serios en la visión estratégica”, confesaba recientemente Aldo Costa, uno de los responsables técnicos depurados en su día y que hoy triunfa en Mercedes.

¿Quién fue el responsable de las ‘decisiones estratégicas’ que han determinado el bajo rendimiento de Ferrari estos últimos años? “Todas eran tomadas por Montezemolo, las tomaba cuando Ferrari ganaba y cuando dejó de ganar”, remataba ecuánimemente Costa, pero sin dejar de volar la flecha hacia el presidente. Hoy, abierta la Scuderia en canal y aflorando las consecuencias de aquella ‘visión estratégica’ que ha determinado el rendimiento de estos últimas años, es Luca Montezemolo quien centraliza los rumores sobre una posible salida de Ferrari.

¿Son compatibles Mattiacci y Montezemolo?

Quizás los cimientos de su fortaleza comenzaron a ser minados con la llegada de Mattiaci, un hombre de John Elkann y Sergio Marchione, presidente y consejero delegado del Grupo Fiat respectivamente, y no elegido por el propio Montezemolo. Aún se recuerda aquella rueda de prensa en Montmeló, en la que el presidente ‘ninguneó’ a Mattiaci de forma evidente y deliberada, intentando reforzar exageradamente con su mensaje y lenguaje corporal su propia autoridad, en una suerte de subconsciente ‘vendetta’ que delataba su postura frente al recién llegado.

¿Cabe concebir que exista sintonía entre quien está corrigiendo –y desmontando– los resultados de la gestión del artífice de aquella errada ‘visión estratégica'? En la lógica de los hechos, Mattiacci y Montezemolo se antojan antagónicos o incompatibles. Porque la labor del nuevo responsable de la Scuderia requiere de amplia carta blanca ejecutiva y claro favor político. Entonces, ¿quién tiene la última palabra para las decisiones clave que se están tomando? Al margen de la gestión en la vertiente automovilística de Ferrari, ¿qué sentido tiene ahora la posición de Montezemolo en el equipo de Fórmula 1?

Paralelamente, en Italia se han recogido por la prensa diferentes botones de muestra que delatarían la dirección del viento. Así, el presidente de Ferrari habría estado ausente últimamente de varias reuniones del Consejo de Administración del Grupo FIAT. Por ejemplo, recientemente se ha hecho pública su salida del consejo de administración de Fiat Chrysler Automobiles, justificada por razones de “equilibrio” con los americanos. Parece que sus apoyos políticos y personales serían menguantes en el seno del grupo y desde el exterior se antoja en marcha una operación de ‘pinza’ desde varios frentes para que Montezemolo deje su posición en frente de Ferrari.

Errores estratégicos y ambiente político

Al margen de cuestiones de mayor envergadura política en el Grupo FIAT, el fracaso de dirección estratégico de Ferrari en la Fórmula 1 ha sido evidente. Montezemolo decidió no asumir el rumbo de una Fórmula 1 que exigía una infraestructura técnica y de recursos humanos para una disciplina donde sofisticadas herramientas de simulación sustituían al trabajo sobre el asfalto que Ferrari podía explotar –en el pasado– en su pista de Fiorano. El propio Aldo Costa ofrecía recientemente otro botón de muestra de aquellos errores estratégicos al recordar que ya en 2008 pensaban en el equipo "que era esencial tener un túnel de viento para ser competitivos". "Se nos dijo que no hacía falta”, añadió.

La reciente salida de Luca Marmorini, por ejemplo, también ha recordado hasta qué punto las pugnas políticas han minado al equipo italiano durante estos años, y cuyos resultados se han visto reflejados en el asfalto. “Ferrari está poniendo su confianza del departamento de competición en gente inexperta que está poniendo una confianza ciega en cierta gente que hasta ahora no ha demostrado nada”. Un torpedo a Mattiacci primero y James Allison y Pat Fry después. Porque, según Marmorini, los parámetros clave del propulsor híbrido fueron condicionados a prioritarias y jerárquicas exigencias aerodinámicas. Mientras tanto, el otro equipo –Mercedes– con la posibilidad de integrar motor y chasis bajo el mismo techo vuelta en otra dimensión.

"Cambiar también la mentalidad, tomar más riesgos, ir más allá de la cultura del compromiso, de los compartimentos estancos”, aludía recientemente el propio Mattiacci como valores matrices para Ferrari en el futuro. Ferrari ha vivido en una suerte de ‘casino’ político, lastrada por las reticencias a comprender y asumir la evolución, acertada o no, de la Fórmula 1. Un F14 T es, como monoplazas anteriores, el reflejo de todo ello. ¿Buscan John Elkann y Sergio Marchione un nuevo líder para Ferrari? Según ha podido saber El Confidencial de dos fuentes distintas y bien informadas en el seno de la Fórmula 1, así lo parece... El tiempo lo dirá.

"La actual situación de Ferrari es fruto de elecciones estratégicas hechas en los años pasados", declaraba recientemente Marco Mattiaci, comprimiendo en un titular el diagnóstico a su estudio forense del equipo italiano. “Se cometieron errores muy serios en la visión estratégica”, confesaba recientemente Aldo Costa, uno de los responsables técnicos depurados en su día y que hoy triunfa en Mercedes.

Pat Fry
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