Hamilton, ¿no quieres caldo? ¡Pues toma dos tazas!

“No necesito suerte. Sólo necesito no más mala suerte. Eso es todo”. La diosa fortuna ha pegado un nuevo golpe bajo a Lewis Hamilton este sábado. Esta vez ocurrió en Hungría. Después de completar tres entrenamientos libres impecables -siendo el más rápido en todos ellos- y justo cuando tocaba la hora de la verdad, todo se vino abajo. Apenas transcurrieron unos segundos desde que Hamilton abandonó su box en la Q1 para ver cómo su W05 salía ardiendo. Esperpéntica y cruel imagen sabiendo que en su última frase de la columna semanal que escribe para la BBC había pedido, simplemente, trabajar con normalidad… ¿No quieres caldo? ¡Pues toma dos tazas! Este domingo en Hungaroring, a partir de las 14 horas, se verá cómo continúa este capítulo. El inglés saldrá desde el pitlane al tener que cambiar diferentes elementos de su monoplaza, entre ellos el chasis.

Es ya el cuarto fin de semana -de once- en el que causas ajenas a su voluntad le impiden rodar expresando su talento al volante. Primero fue en la carrera inaugural de Australia cuando, tras salir bien desde la ‘pole’, su motor le dejó tirado al poco de apagarse el semáforo. Después vino la bandera amarilla de Mónaco en la Q3, que le impidió realizar un último intento en condiciones normales para lograr una ‘pole’, para la que era favorito. La semana pasada sus frenos, también durante la clasificación, le fallaron provocando un tremendo accidente y susto. Ocurrió en la Q2 y debía partir decimoquinto en carrera… pero Mercedes tuvo que sustituir la caja de cambios y finalmente salió vigésimo. Ahora, en Hungaroring, un trazado donde ha logrado tres de siete victorias posibles en F1, un escape de gasolina le ha provocado un nuevo revés y un comprensible mosqueo con el destino. "Como equipo necesitamos hacerlo mejor", escribió este sábado Hamilton en su cuenta de Twitter, con un claro destinatoario.

Es deporte y, como tal, existen factores externos que tuercen la voluntad del deportista. En el caso de Hamilton ha procedido de diferentes fuentes ya que a su equipo, Mercedes, sólo se le puede achacar lo de este sábado y el fallo de Melbourne. Lo de Mónaco fue una extraña situación, aunque para Lewis –al compararlo con una acción similar de Schumacher- el culpable fue Rosberg. Y en Alemania, los frenos de Brembo ocuparon la casilla del origen del problema. En Canadá, cuando ‘desgastó’ los frenos, quizás su abandono puede ser achacable más a su propia conducción que al sistema del vehículo. Aunque este caso no es tan claro como los errores propios que el británico tuvo en los sábados de Austria y Silverstone, sin los cuales, quién sabe, podría ir liderando el campeonato.

Aún con el repaso de todas estas pifias, el inglés (cinco victorias) mantiene el pulso a un Rosberg (cuatro victorias) que sólo ha sufrido un fallo de fiabilidad en su monoplaza (en Gran Bretaña) durante 2014 y que este domingo tiene una nueva oportunidad para aumentar su diferencia con su compañero, actualmente de 14 puntos. ¿Cambiará la suerte de bando tras las vacaciones?

“Evita sonreír si no tienes ganas, pero no te rindas”

“¡No me rendiré!”. Hamilton contestó este sábado en Twitter de esta manera a un consejo que, a través de esta red social, le mandó Alex Zanardi: “Lewis Hamilton, mantén los pies en el suelo. Evita sonreír si no tienes ganas, pero no te rindas. Eres el mejor y todavía puedes conseguirlo”. No es el único mensaje de apoyo recibido en los últimos días, además del de los fans y de su equipo, David Coulthard, la pasada semana, también reflexionó sobre los problemas que ‘atacan’ a Hamilton, sin los cuales iría liderando holgadamente el campeonato.

A priori, la de Hungría será otra carrera en la que Hamilton busque limitar daños, manteniéndose a la espera de que ocurra algo en el coche de su compañero para marcharse de vacaciones con más tranquilidad de la que ahora acumula en su mente. En la salida, seguro, animará a que Vettel ponga en aprietos al líder del Mundial… aunque, lo que realmente desea, es “no más mala suerte. Eso es todo”.