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Alonso, entre resignado y relajado ante la ausencia de mejoras en Ferrari
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controla la situación y no espera cambios

Alonso, entre resignado y relajado ante la ausencia de mejoras en Ferrari

Alonso camina tranquilo. Sabe que el domingo y en los tres próximos grandes premios, su Ferrari apenas podrá mejorar. La lucha por ganar es una quimera

Camina tranquilo por Sepang. Entre relajado y resignado. Sabe que el domingo y en los tres próximos grandes premios –hasta que llegue la primera carrera europea– su Ferrari apenas podrá mejorar. La lucha por la victoria, salvo que repita alguna que otra exhibición de las ya mostradas por estas tierras con la llegada del agua, es poco menos que una quimera. "Hay que mejorar para ser competitivos", repite el piloto español cuando se le pregunta por lo que puede suceder en el segundo gran premio de la temporada.

No es el único piloto que asume que pocas cosas cambiarán respecto a Melbourne. La parrilla asiste en primera persona al dominio de los Mercedes y lo hace hasta con naturalidad, como una parte más del escenario de la presente temporada. "Están por encima y no cambiará con facilidad",afirma Esteban Gutiérrez. El que no baja los brazos es Massa y su Williams. "¿Por qué no vamos a poder ganar?", sentencia el brasileño.

Alonso se mueve como un veterano en este tipo de situaciones. Sus paseos por el paddock no denotan nerviosismo alguno. Controla el actual marco. Saluda a unos, a otros, habla con la gente de su equipo, con la prensa y comenta el momento de la Scuderia con total naturalidad. Sonríe, pese a que a la tormenta mediática contra el equipo se puede desatar en cualquier instante.

La lluvia, quizás, una aliada como antaño

placeholder Fernando Alonso a su llegada a Sepang.

A su llegada a Sepang habló de lo que sucedió en Australia y la necesidad de un cambio que de momento no se atisba. Sabe que sólo la aparición de la lluvia, tan frecuente por aquí debido al intenso calor y la consecuente aparición de tormentas previstas para el domingo, puede ser el argumento que podría igualar una lucha que no invita a pensar en una campaña emocionante, al menos a priori. Aunque para juzgar este 2014 el propio asturiano pide "un poquito de tiempo".

Esa serenidad latransmite bajo su afilado cuerpo. La 'obsesión' por la preparación física le lleva a estar a tope, trabajando como nunca el apartado físico. Esta temporada se le ve especialmente más fibroso, aparentamenos tono muscular.

Durante toda la tarde, los mecánicos ensamblaronel coche a la espera de encontrar esas décimasque le faltan para ser competitivo y así aspirar aun podio que, a día de hoy, está muy lejos. Y es que las cuentas hablan de Alonso y Raikkonen luchando por estar entre el sexto y el octavo puesto."Los seguidores se divierten cuando gana su equipo. Así es la Fórmula 1", sentenciacuando se le pregunta si le gusta el momento que atraviesa la competición. Sabiendo que es también aficionado de Ferrari, se puede interpretar que él también ha tenido momentos más "divertidos" en Fórmula 1.

Camina tranquilo por Sepang. Entre relajado y resignado. Sabe que el domingo y en los tres próximos grandes premios –hasta que llegue la primera carrera europea– su Ferrari apenas podrá mejorar. La lucha por la victoria, salvo que repita alguna que otra exhibición de las ya mostradas por estas tierras con la llegada del agua, es poco menos que una quimera. "Hay que mejorar para ser competitivos", repite el piloto español cuando se le pregunta por lo que puede suceder en el segundo gran premio de la temporada.

No es el único piloto que asume que pocas cosas cambiarán respecto a Melbourne. La parrilla asiste en primera persona al dominio de los Mercedes y lo hace hasta con naturalidad, como una parte más del escenario de la presente temporada. "Están por encima y no cambiará con facilidad",afirma Esteban Gutiérrez. El que no baja los brazos es Massa y su Williams. "¿Por qué no vamos a poder ganar?", sentencia el brasileño.

Alonso se mueve como un veterano en este tipo de situaciones. Sus paseos por el paddock no denotan nerviosismo alguno. Controla el actual marco. Saluda a unos, a otros, habla con la gente de su equipo, con la prensa y comenta el momento de la Scuderia con total naturalidad. Sonríe, pese a que a la tormenta mediática contra el equipo se puede desatar en cualquier instante.

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