Es noticia
"Las pelotas de McLaren" desembocan en las lágrimas de un "papá orgulloso"
  1. Deportes
  2. Fórmula 1
KEVIN MAGNUSSEN SUBIÓ AL PODIO A LA PRIMERA

"Las pelotas de McLaren" desembocan en las lágrimas de un "papá orgulloso"

Nueva era y no sólo por los motores. Quien no siguiera de cerca la F1, habrá preguntado quiénes eran los que acompañaban a Rosberg en el podio

Foto: Ricciardo (i) y Magnussen (c) en el podio junto a Rosberg.
Ricciardo (i) y Magnussen (c) en el podio junto a Rosberg.

Nueva era en la Fórmula 1 y no sólo por los motores. Quien no siguiera de cerca el Gran Circo habrá debido preguntar quiénes eran los chicos que acompañaban a Nico Rosberg en el podio de la primera carrera del año, en Australia. Al posteriormente descalificado Daniel Ricciardo le conocerían más -con nombre en la parrilla desde 2011, cuando empezó en Hispania Racing- pero, al otro, Kevin Magnussen, a estas horas todavía les sonará más al nombre de un famoso helado que al de una incipiente estrella del automovilismo, como promete ser.

- "Aseado podio este… Nico: bien y muchas más victorias vendrán en 2014; Dan: sonriendo como él. ¡Qué resultado!; Kevin: muy, muy impresionado".
- "Y a McLaren por tener las pelotas de poner un talento hambriento en el coche… no dinero. Bien jugado. Equipos, tomen nota".

Estos dos tuits del expiloto de Fórmula 1 Mark Webber (anterior a la exclusión de Ricciardo) expresan a la perfección el sentimiento de una parte de los aficionados que ven cómo jóvenes con un buen palmarés no llegan a la cúspide del automovilismo porque hay otros pilotos que, pese a ser batidos dentro de la pista, cuentan con una cartera capaz de adornar con pegatinas (dinero) el monoplaza a conducir. No es el caso de Magnussen, Ricciardo o Daniil Kvyat –otra de las sorpresas del domingo- quienes tienen en común ser canteranos de equipos potentes, el primero de McLaren y los otros dos de Red Bull.

placeholder Jan Magnussen entre lágrimas este domingo.

"Un papá muy orgulloso"

"Soy un papá muy orgulloso que no puede esperar para ir al GP de Malasia". A miles de kilómetros de Melbourne, en Florida, Jan Magnussen veía la carrera por televisión tras su participación en las 12 Horas de Sebring. Al expiloto de Fórmula 1 y actual compañero de equipo de Antonio García en Corvette se le escaparon las lágrimas viendo cómo su pupilo había logrado a la primera lo que él nunca pudo alcanzar en 25 carreras: un podio. Es el primer danés en la historia que sube tan alto en la Fórmula 1.

placeholder Los Magnussen.

Dentro de la sorpresa de este estupendo resultado para Kevin -batió tanto el sábado como el domingo a su compañero, el campeón del mundo Jenson Button-, su victoria en las World Series by Renault del pasado año adelantaba que podría ser un incómodo y talentoso rival. Sólo había que esperar cómo encajaba su cabeza eso de correr entre figuras como Vettel, Alonso, Hamilton o el propio Button. ¿Le temblaría el pulso? Ron Dennis, al igual que en 2007 con Lewis Hamilton, acertó al aprobar que este joven de 21 años ascendiera al ‘primer equipo’.

Este tipo de ‘saltos’ no se dan al azar. Los ingenieros de McLaren, durante los test para jóvenes del pasado año, pudieron comprobar a través de la telemetría qué tipo de piloto era Magnussen. Los números decían que era él quien debía ocupar el asiento de McLaren en 2014 y no Sergio Pérez. Así procedieron para desgracia del Checo, que pisó Woking en el peor momento de los últimos 30 años.

El hijo, también agradecido

Y Magnussen, consciente de lo que ahora tiene entre manos, no escatimó en dar las gracias a través de las redes sociales cuando finalizó su estreno. "Muy orgulloso. Estar en el podio me ha hecho saber cómo de afortunado soy. Gracias a mi familia, mi agente y a todos mis amigos. Están siempre detrás de mí y creen en mí antes que nadie. No puedo agradecer lo suficiente al equipo por haber hecho que esto ocurra. Me están permitiendo vivir mi sueño y estaré para siempre agradecido". Además de talento, este domingo también rezumó educación.

placeholder Bottas adelantando a Raikkonen.

Ricciardo, campeón de la F3 británica en 2009, y Magnussen han demostrado ser rápidos con un coche rápido. Han cumplido sobradamente las expectativas pese a que el australiano fuera excluido en carrera por superar los 100 kg/h de consumo de gasolina (error de Red Bull, no del piloto). Y también Kvyat. El ganador el pasado año de la GP3, además de velocidad, ha dado pruebas de poseer temple para manejar un Fórmula 1 en circunstancias más complicadas. El ruso de 19 años finalizó décimo luchando en mitad del grupo y obtuvo la recompensa de arrebatar a Vettel el ser el piloto más precoz en puntuar. A diferencia de Ricciardo y Magnussen, Daniil vio en algunos momentos comprometida su posición.

Es sólo una carrera y para tener un juicio más amplio de Kevin y Ricciardo habrá que verles en una situación compleja donde tengan que proteger su posición, como tan fantásticamente hizo Nico Hulkenberg (26 años) ante Fernando Alonso poco antes de cumplir el ecuador de la carrera, o demostrar que son capaces de adelantar en un momento delicado, como no pudo hacer Valtteri Bottas (24 años) con un coche más rápido frente al asturiano (sí que lo hizo con Kimi Raikkonen posteriormente). El finés perdió el control del monoplaza, se estrelló y tuvo que pasar por boxes a reparación, algo que le impidió luchar por el podio.

La "decepción" de Bottas, el punto negativo entre los jóvenes pilotos

"Estoy algo decepcionado conmigo mismo porque apreté demasiado y toqué el muro. Pasé el resto de la carrera tratando de enmendar el error y pude realizar algunos buenos adelantamientos, pero debo aprender de esto y asegurar que no vuelve a pasar". Bottas tuvo la madurez suficiente como para reconocer su "error" y en Malasia se verá si cuenta con la capacidad de aprendizaje como para no repetirlo. Es otro de los jóvenes aspirantes al podio de esta nueva Fórmula 1.

Por cierto, este domingo había otro canterano, Jules Bianchi, pero el de Ferrari no tuvo la oportunidad de demostrar absolutamente nada con su Marussia. La próxima parada en Malasia ha de corroborar el entusiasmo de Mark Webber y las lágrimas de Jan Magnussen por esta Fórmula 1 que suena tan diferente a la del año pasado, y no sólo por el ruido de los motores, sino por el nombre de los primeros protagonistas.

Nueva era en la Fórmula 1 y no sólo por los motores. Quien no siguiera de cerca el Gran Circo habrá debido preguntar quiénes eran los chicos que acompañaban a Nico Rosberg en el podio de la primera carrera del año, en Australia. Al posteriormente descalificado Daniel Ricciardo le conocerían más -con nombre en la parrilla desde 2011, cuando empezó en Hispania Racing- pero, al otro, Kevin Magnussen, a estas horas todavía les sonará más al nombre de un famoso helado que al de una incipiente estrella del automovilismo, como promete ser.

Fórmula 1 McLaren Ron Dennis Fernando Alonso
El redactor recomienda