Newey advierte a los socios de Red Bull... "quedarse quieto en la F1 es mortal"

Un día antes de que finalizaran los test de Jerez, Adrian Newey hizo la maleta y cogió un avión hacia Londres. Red Bull y sus socios habían errado en la confección de una parte importante del RB10 y debía rediseñarlo en su fábrica, Milton Keynes. Esta temporada se abre una nueva Fórmula 1, desconocida e inexplorada, que ha sorprendido hasta al diseñador más reputado del paddock. El ingeniero, acostumbrado a ‘anteponer’ su sección aerodinámica sobre la mecánica, comprobó el primer día de pretemporada que la relación entre sus líneas gráciles y todo lo que rodea al motor ha de ser perfecta. Han de ir de la mano y no como él lleva haciendo desde 1989.

"El coche de Leyton House de 1989, sucesor del de 1988, cambió un poco la dirección de la Fórmula 1. Habíamos diseñado el coche más o menos enfocado a la base aerodinámica y después tratamos de encajar las partes mecánicas. En aquella época, la era del turbo, la mayoría de la gente lo hacía al contrario: primero diseñaban la parte mecánica y luego miraban el lado aerodinámico, algo completamente diferente a nuestras ‘preferencias’". Newey, entre otros, cambió la concepción para construir un monoplaza. La nuevas reglas obligan a que él mismo reinvente su ‘modus operandi’ y, quizás, por eso, 2014 se presenta como el año más desafiante de toda su vida profesional. (Y le van los desafíos).

"La preparación para este 2014 ha sido el mayor reto de mi carrera. Hemos tenido muy poco tiempo para un coche tan complejo", aseguró esta semana a la revista Autosprint. No es sencillo sorprender a un hombre que lleva casi tres décadas en la F1 y nueve mundiales a sus espaldas... pero la complejidad de la planta motriz (motor y sistema de recuperación de energía) lo ha hecho.

Newey ya no depende tanto de sus ideas

Las normas que regirán al principio esta nueva F1 han debilitado la posición ‘dictatorial’ de la aerodinámica en la influencia del rendimiento del monoplaza. Y Red Bull, que no es un motorista, debe delegar. "Estamos confiando no sólo en la planta motriz de Renault, hay otros proveedores". Y manda un mensaje: "Cada uno de ellos se tiene que adaptar a la velocidad de desarrollo de la Fórmula 1 moderna".

Y es que Red Bull no sólo se caracteriza por moverse muy rápido en la pista, también fuera de ella. De hecho, esto es una consecuencia de aquello. Su eficacia y dinamismo a la hora de tomar decisiones en la fábrica le ha posibilitado -en buena parte- ser el dominante de la competición.

La capacidad de reacción, hasta ahora uno de sus fuertes

De su ‘velocidad laboral’ se sorprenden hasta quienes trabajan codo con codo y día a día junto a ellos. "Red Bull se mueve muy rápido, no sólo en la pista, sino también como organización. Pensábamos que nos movíamos rápido, pero luego vemos a Red Bull que se mueve rapidísimo, con mucha agilidad y... ". Andreas Sigl, 'global director' del programa de F1 de Infiniti admitió a El Confidencial en las pruebas jerezanas el ritmo con el que el equipo austriaco trabaja (sólo hay que ver las ‘remontadas’ en 2012 y 2013… en 2011 no hizo falta). De ahí las advertencias de Newey, ¿tendrán los aliados de Red Bull tantos reflejos y capacidad de reacción como los de Milton Keynes?

Como se señaló recientemente en Ferrari ahora los aerodinamistas y los encargados del motor trabajan bajo el mismo techo. En este sentido, al menos hasta el momento, Red Bull no diseña motores y, tal vez, este hecho dificulte esa simbiosis entre aerodinámica y los nuevos motores. Al menos al principio porque, una vez que se compruebe la fiabilidad del propulsor, la parte aerodinámica será la que dé el impulso a un vehículopara distanciarse de sus rivales. "El motor híbrido nos llevótres años y medio contruirlo,yestoy muy satisfecho con el resultado. En este momentoparece como si tuviéramos ventaja, pero eso podría cambiar muy rápidamente". Señala Niki Lauda sobre su Mercedes W05.

Y es que tal vez el sabor de boca que dejó Jerez cambie en los test de Bahrein, dentro de un par de semanas. Ahíse verá si la reacción de ‘Newey y compañía’ ha dado sus frutos para defender los títulos que ostentan desde 2010. "Intentar estar en lo más alto de los cambios tecnológicos ha sido siempre una tarea excitante… Volviendo a lo que los años (de cambios en F1) me han enseñado: quedarse quieto es mortal". Y Red Bull dispone de dinero para moverse.