El mejor Romain Grosjean frente a los dolores de cabeza de Lotus

La rotura del motor en el coche de Romain Grosjean, los dos ceros de Heikki Kovalainen, las declaraciones de éste posteriores a la carrera de Brasil, la ‘reprimenda’ hacia el equipo de su tercer piloto Davide Valsecchi, la eterna espera al hipotético inversor Quantum... Si algún trabajador en Enstone ha sufrido recientemente algún dolor de cabeza tiene motivos para pensar que es por causas laborales. El año, que tan fantásticamente bien empezó con la victoria de Kimi Raikkonen en Australia, no ha terminado así y los acontecimientos han provocado que, a día de hoy, Lotus sea el único de los ‘fuertes’ de la competición que no tiene su pareja de pilotos confirmada.

El primer dolor de cabeza lo provocó Raikkonen. Al principio por su ‘declaración en rebeldía’ y posteriormente por su ausencia en los dos últimos grandes premios. Dificultades para encontrar el sustituto ideal que terminó siendo un Kovalainen que no ha cuajado una buena actuación. "Fue decepcionante no puntuar. La cantidad de errores que hice fue más de los que esperaba y admito que tal vez era un desafío demasiado grande y que subestimé". El finés no se escondió ni camufló su discreto regreso a las pistas, reconociendo a Autosport su decepción y dejando a la vista del lector que no fue un acierto su fichaje.

Piedras sobre su propio tejado

Pero, a toro pasado, todo es fácil... y más las críticas de terceros. Concretamente las del tercer piloto de Lotus, que tiró unas cuantas piedras contra el tejado de su propia empresa. "Dije a Lotus que era mejor elegir mi corazón y motivación que la experiencia de Kova. Siento realmente que ellos no lo hicieran". El tuit de Valsecchi de este domingo caminó entre la frustración y la resignación, además de echar más leña al asunto. ¿Ayuda en algo al equipo ese comentario en público? Por cosas como esta se alimenta la fama egocentrista del piloto en el mundo del automovilismo.

Puede servir de consuelo que, echando la vista atrás, la actuación de Kovalainen ha estado en la línea de la mayoría de los últimos ‘parches’ que han sustituido al piloto que inicia la temporada. En 2009, Grosjean no lo hizo mucho mejor que Nelsinho Piquet en Renault. Al igual que Giancarlo Fisichella cuando pilotó el monoplaza de Felipe Massa (por no hablar de Luca Badoer) en Ferrari o Jaime Alguersuari el de Sebastian Bourdais (sufrió cinco abandonos en ocho carreras) en Toro Rosso. En 2010 tampoco Nick Heidfeld lo hizo especialmente mejor que Pedro de la Rosa en Sauber o Bruno Senna que Karun Chandhok en Hispania. Con tantos ejemplos da la impresión de que no es casualidad que un piloto "falle" en estas circunstancias, quizás Valsecchi y su "corazón" fueran la excepción. En cualquier caso, flaco favor a la imagen de su equipo, la de Heikki y la de él mismo por oportunista.

Grosjean, un bálsamo agradable

Frente a las adversidades, Romain Grosjean ha supuesto un bálsamo para Lotus en los últimos meses, la cara más positiva del equipo, dando alegrías un día sí y otro también (salvo en la última carrera del año). Su estupendo estado de forma ha provocado un aumento de popularidad y respeto en la recta final del año. Este paso al frente del francés ha coincidido con el que dio hacia un lado Raikkonen a finales de septiembre y supone una preocupación menos que solucionar de cara a 2014.

Finalizada la temporada ya se ha dado carpetazo a las alegrías sobre la pista –una victoria más trece podios- y las ‘penas’ con las que ha convivido en el tramo final de 2013… menos a una, la más importante, que lleva en resonando en la ‘cabeza’ del equipo desde hace bastante tiempo: Quantum. El acuerdo para entrar en el accionariado no ha dado paso a la consumación y el dinero aún no se ha visto por Enstone. Estar pendiente de un asunto tan fundamental supone un desgaste de energía y que la planificación de 2014 esté escrita en lápiz, no en bolígrafo. El de Quantum es un ‘martillazo’ que sigue provocando algún dolor de cabeza.