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La Fórmula 1, un Monte Fuji duro de escalar para los pilotos japoneses
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La Fórmula 1, un Monte Fuji duro de escalar para los pilotos japoneses

A pesar de la enorme afición, los diferentes campeonatos, su economía e industria, a los pilotos japoneses les cuesta triunfar en el Gran Circo

Foto: El japonés Kamui Kobayashi, en el GP de Japón de 2012. (Reuters)
El japonés Kamui Kobayashi, en el GP de Japón de 2012. (Reuters)

Cuando se recuerda la reacción de los aficionados japoneses alpodio de Kamui Kobayashi el pasado añoyla enorme popularidad de la Fórmula 1 en Japón,sorprende que los pilotos nipones no hayan cuajado en laFórmula 1. Hasta hoy,se cuentan con los dedos de la mano sus podios, y ningunoha subido a lo más alto del cajón.

Honda ya estaba presente en los sesenta, dominaba con sus motores enlos ochenta y contaba con su propio equipo en paralelo al de Toyota en la década pasada.En los últimos treinta años, el país del sol naciente ha contado con campeonatos propios de Fórmula 3, de Fórmula 3000, un poderoso campeonato GT de turismos, y ha importado una gran cantidad de figuras europeas que han logrado lucrativas carreras, algunas de las cuales fueron catapultadas hacia la Fórmula 1, como fue el caso de Pedro Martínez de la Rosa. Elgran potencial económico delpaís y su potente industria automovilísticatampoco ha sidosuficiente para que Japón se haya convertido en una fuente de pilotos de suficiente talento para la Fórmula

¿Razones? El carácter endogámico de los certámenes nipones, la dificultad con el idioma (muchos pilotossalían fuera sin dominar el inglés en el pasado) oel contraste cultural que suponía emigrar a entornos más competitivoscomo el europeo han sido los principales obstáculos. Algunos incluso han visto en la propia mentalidad japonesa rasgos limitantes para competir con los pilotos occidentales.

Nakajima, el primer piloto estable. Suzuki, con su propio equipo

La presencia de pilotos japoneses de Fórmula 1 se inició con la inclusión de Japón en el calendario en 1976, la famosa prueba de resolución del título de aquel año. Entonces, el empresario Matsushisa Kojima financió la construcción de un monoplaza con su nombre (entonces era posible aventuras así) pilotado por Masahiro Hasemi, que dio la campanada al terminar undécimo, mientras que Kazuyoshi Hoshino participó con un Tyrrell. Japón desapareció dos años después del calendario, y no volvió hasta 1987.

Satoru Nakajima. (imago-sportfoto)Fue entonces cuando ya competíael primerpiloto en participar de forma regular, Satoru Nakajima.Apoyado por Honda, que le instaló en Lotus con calzador junto a sus propulsores. Piloto exquisito en lopersonal, con Senna comocompañero y sucondición de 'enchufado', ganó fama de segundón, pero fue el primer japonés en puntuar en la Fórmula 1. Compitió en 74 grandes premios y logró un cuarto como mejor resultado. Su difícil experiencia serviría después para su hijo, Kazuki.

En 1988 llegó Aguri Suzuki, sin apoyo de ningún motorista, pero sí con patrocinio que ayudó a su entrada en la Fórmula 1. Larrouse, Zaakspeed (con motores Yamaha) fueron sus primeros equipos. Tuvo el gran mérito de ser el primer japonés en subir al podio al terminar terceroen su gran premio, en 1990. Suzuki logró mantenerse con una carrera más respetable y pasó también por Footwok, Jordan y Ligier, y tomó parte en 88 carreras. Luego continuaría su carrera en Japón, donde fundó equipos de competición hasta volver a la Fórmula 1en 2006 con su propia escuadra, Super Aguri, apoyadopor Honda para ayudar a Takuma Sato. Sin respaldo económico, tuvo que decir adiós a la aventura de su propio equipoen 2008.

Katayama, el piloto alpinista

Contemporáneo de Suzuki fue también Ukyo Katayama, un piloto polifacético y de extraordinaria personalidad, quien fue el primero en dar el salto y trasladarse a Europa para ascender hacia la Fórmula 1. Llegó a París sin hablar otro idioma que no fuera el suyo. Tras un accidente en la Fórmula 3 en Francia, se escapó del hospital y volvió a su país, donde a través de la Fórmula 3000 local consiguió su objetivo de llegar luego a la Fórmula 1.

Ukyo Katayama. (imago-sportfoto)Katayama logró correr 97 carreras con Tyrrell, Larrouse y Minardi.Consiguió un total de cinco puntos en su trayectoria, aunque con otro sistema de puntuación. A punto estuvo de ganar las 24 Horas de Le Mans con Toyota en 1991. Consumado alpinista incluso cuando competía en la Fórmula 1, ha subido a las principales cimas del mundo, incluyendo el Everest. En 2010, subiendo al Monte Fuji fallecieron sus dos acompañantes, peroKatayama fue rescatado vivo.

Sato se buscó la vida en Europa

Taki Inoue fue otro piloto nipón en la Fórmula 1 que sigue siendo popular en las redes sociales riéndose de su aventura en el Gran Circo. Tras inverosímiles peripecias de ingeniería financiera para pagar sus 18 participaciones con Footwork y Simtek, Inoue se hizo famoso al seratropellado por uno de los coches de seguridad en el Gran Premio de Hungría en 1995.

En 1998 y 1999 llegó Tora Takagi, pero tras competir en Arrows y Tyrrell en 32 carreras, se volvió para casa sin puntuar. En Japón erapuntero, confirmando de nuevo que no resultaba fácil extrapolar al exterior el talento local. Quizás por ello Takuma Sato ha sido el piloto con más éxito, porque fue de los pocos que desarrollócasi toda su carrera en Europa, hasta llegar a ganar la Fórmula 3 británica en 2001, el único nipón capaz de lograr un título semejante. Con el apoyo de Honda, compitió con Jordan, el equipo del fabricante y SuperAguri. Hoy es uno de los pilotos punteros en el Indy americano, y estuvo involucrado en el reciente y brutal accidente de Dario Franchitti.

Kobayashi, quizás el mejor

Kazuki Nakajima, hijo de Satoru, intentó aprovechar la experiencia de su padre perosiguió la tónica general de sus compatriotas en la Fórmula 1. Tras 36 carreras con Williams, y fielmenteapoyadosiempre por Toyota,hoy es piloto oficial del fabricante japonés en el Mundial de Resistencia. Y fue una lástima que uno de los más prometedores, Kamui Kobayashi, no pudiera cuajar su trayectoria en la Fórmula 1. Para muchos, ha sido el mejor piloto que ha pasado por la disciplina. A pesar deorganizar una colecta popular para recabar fondos y superar los ocho millones de dólares, decidió abandonar para la presente temporada ante la falta de una montura competitiva. Hoy compite con Ferrari en el Mundial de Resistencia, y le hemos visto acompañando a Fernando Alonso y Felipe Massa estos días en su país.

Kimiya sato. (imago-sportfoto)¿Y el futuro? Japón tiene otro piloto de talento en los circuitos europeos. Se llama Kimiya Sato, yparticipó con Sauber en el test de jóvenes pilotos a finales de 2012. La pasada semana se proclamó subcampeón de AutoGp. Agresivo y muy rápido, es la próxima gran esperanza nipona. Como los compatriotas que le precedieron, no lo tendrá nada fácil. La Fórmula 1 es un Monte Fuji demasiado duro de escalar para sus pilotos.

Cuando se recuerda la reacción de los aficionados japoneses alpodio de Kamui Kobayashi el pasado añoyla enorme popularidad de la Fórmula 1 en Japón,sorprende que los pilotos nipones no hayan cuajado en laFórmula 1. Hasta hoy,se cuentan con los dedos de la mano sus podios, y ningunoha subido a lo más alto del cajón.

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